"El fiscal se disculp¨® conmigo"
El ex consejero de Obras P¨²blicas de la Junta de Andaluc¨ªa Juan Jos¨¦ L¨®pez Martos (Adra, Almer¨ªa, 1938) vive estos d¨ªas con una mezcla de alegr¨ªa tras ser absuelto por la Audiencia de Sevilla en el caso Ollero (cobro de comisiones en la adjudicaci¨®n de la obra de una carretera en M¨¢laga en 1992) y de amargor por los casi ocho a?os de proceso y de titulares de prensa. L¨®pez Martos asegura que el caso ha sido una "cacer¨ªa pol¨ªtica" contra la Junta con el ¨²nico fundamento que uno de "los trapisondistas" -Jorge Ollero, detenido en junio de 1992 con un malet¨ªn con 22 millones, supuesto fruto de una comisi¨®n- era hermano de un alto cargo.Pregunta. ?C¨®mo se siente ahora, absuelto tras casi ocho a?os de proceso?
Respuesta. No s¨¦ cu¨¢l ser¨¢ la felicidad en el para¨ªso, pero yo he pasado un final de a?o realmente exultante con mi familia. Sin embargo, cuando leo todav¨ªa las cosas que dicen los pol¨ªticos del PP me indigno. Bueno, mejor dicho, me preocupo porque son quienes nos gobiernan y desde luego hay un tufillo, al menos, de democracia poco sentida.
P. El PP no recurrir¨¢ la sentencia pero insiste en que usted es culpable.
R. Tanto el letrado Manuel Seco, que ha representado al PP, como otras fuentes de dicho partido siguen sembrando dudas despu¨¦s de una sentencia tan clara y rotunda a mi favor. Que dice cosas como: "Obr¨® en la adjudicaci¨®n movido por los intereses de la Administraci¨®n que deb¨ªa tutelar" o "No existe la m¨¢s m¨ªnima actividad probatoria que la desvirt¨²e ". La ambigua posici¨®n de este letrado, que es diputado del PP, dar¨ªa pie a pensar que a?ora el Tribunal de Orden P¨²blico, en donde el procesado deb¨ªa probar su inocencia.
P. La Audiencia de Sevilla ha condenado al entonces director general de Carreteras, Manuel Ollero. ?Indica esto que hab¨ªa corrupci¨®n en la Junta?
R. La sentencia no empa?a en absoluto la labor de la Junta ni la de Manuel Ollero. La sentencia le condena por revelaci¨®n de secretos, pero esto tiene muchos matices. Por lo menos hab¨ªa cuatro personas que sab¨ªan que la variante econ¨®mica [posponer el cobro hasta despu¨¦s de que la obra estuviera acabada] era muy importante por los gastos que asum¨ªa entonces la Consejer¨ªa. Adem¨¢s, muchos de ellos hablaban de estas cosas en los pasillos y cualquiera pudo o¨ªrlo.
P. Obras P¨²blicas era la Consejer¨ªa estrella en los a?os previos a la Expo de Sevilla.
R. En aquellos a?os manej¨¢bamos casi la mitad de las inversiones de la Junta. Si tenemos en cuenta las obras del Mundial de Esqu¨ª, que hicimos por la v¨ªa extrapresupuestaria, m¨¢s del 50%. Hablamos de 130.000 millones.
P. Mucho dinero en una ¨¦poca en la que hasta el entonces ministro Jos¨¦ Borrell se reuni¨® con las constructoras para pedirles que ignoraran a los que exig¨ªan comisiones.
R. Bueno, este episodio no fue m¨¢s que unas personas, unos trapisondistas, se aprovecharon de que uno era hermano de un alto cargo, de Manuel Ollero, y se montaron un peque?o tinglado bastante necio. Yo no ten¨ªa noticia de que hubiera comisionistas a nuestro alrededor. Aunque s¨ª es cierto que el ministro Borrell reuni¨® a los constructores para pedirles que no pagaran esas extorsiones y por eso est¨¢bamos alerta.
P. Manuel Ollero admiti¨® en el juicio que sab¨ªa de una denuncia sobre comisiones en la obra de la carretera ?beda-Baeza en esa ¨¦poca.
R. Ese caso concreto es un ejemplo de nuestra seriedad. La empresa que hizo esa variante dijo que hab¨ªa recibido una llamada pidiendo una comisi¨®n. Se negaron a pagarla y se les adjudic¨® la obra.
P. ?Y la financiaci¨®n del PSOE? En su alegato final, el fiscal asegur¨® que no sab¨ªa donde estaban cerca de la mitad de los 127 millones que se cree que pag¨® la constructora Ocisa, algo que el PP aprovech¨® para asegurar que hab¨ªan ido a parar a las arcas socialistas.
R. El fiscal, cuando fui a recoger la sentencia, se disculp¨® conmigo, porque era su obligaci¨®n. Es un gesto gallardo. En la comisi¨®n de investigaci¨®n del Parlamento andaluz qued¨® claro que el PSOE no ten¨ªa nada que ver. El fiscal no sabe d¨®nde est¨¢ el resto del dinero, porque igual no se pag¨®. Y tras la comisi¨®n, los partidos no mantuvieron la acusaci¨®n contra el PSOE.
P. ?Considera este proceso m¨¢s pol¨ªtico que judicial?
R. Afortunadamente para m¨ª y para el Estado de derecho, la clar¨ªsima politizaci¨®n de este juicio desde su fase instructora se quiebra en la vista oral. En 1939 mi padre no tuvo la oportunidad de defenderse y yo he salido libre porque hab¨ªa magistrados responsables.
P. ?Se ha sentido usted m¨¢s perseguido que juzgado?
R. Podr¨ªa parecer que si se dice que todo ha sido una cacer¨ªa pol¨ªtica ser¨ªa exagerado, pero hay datos. En marzo de 1992, el entonces jefe de la Polic¨ªa Judicial, el se?or Jos¨¦ Antonio Vidal , le envi¨® a la juez Pilar Llorente un informe escrito en el que aseguraba que yo formaba parte de la red de comisionistas. Pero en la vista oral asegur¨® que no me hab¨ªa investigado. Si dijo la verdad, ¨¦sa es una afirmaci¨®n gratuita, y no entiendo como sirvi¨® para incriminarme. Aunque yo creo que s¨ª que me investigaron, porque hab¨ªa que cazar al consejero.
P. ?As¨ª de rotundo?
R. Digo esto porque resulta que el que aparec¨ªa en el ojo del hurac¨¢n era Jorge Ollero y resulta que en la sentencia se va con una pena menor y por un delito que no pudo cometer, que es el de tr¨¢fico de influencias. ?Qu¨¦ influencia pod¨ªa vender? Adem¨¢s, ?para que est¨¢ la polic¨ªa? Si ten¨ªan datos para detener a estos comisionistas desde marzo ?porqu¨¦ no se les detiene hasta el verano? Yo tengo derecho a pensar que es que se iba a por el consejero, no a por Juan L¨®pez Martos; se iba a por el consejero de Obras P¨²blicas.
P. Pero detr¨¢s de las actuaciones est¨¢ la juez instructora.
R. ?sta es una de las instrucciones que el Poder Judicial deber¨ªa revisar a ver si corresponden sanciones: 15.000 folios, 2.400 horas de grabaci¨®n, 50 testigos ocho a?os... y, al final, esto se queda casi en agua de borrajas, excepto por la multa a los directivos de la constructora. Durante la fase instructora, el fiscal varias veces llam¨® la atenci¨®n a la juez sobre mi condici¨®n de aforado para trasladar mi caso al Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa.
P. Pero no le imput¨® hasta diciembre de 1994, cuando usted ya hab¨ªa dejado el cargo.
R. Ya ve.
P. Podr¨ªa incluso decirse que el que no se aceptara la nulidad por irregularidades en las escuchas le ha venido bien.
R. Yo ahora estoy feliz de que se haya llegado hasta el final, aunque creo que se han violado derechos fundamentales con las escuchas telef¨®nicas y ¨¦sos siempre est¨¢n por encima. El Estado de derecho no es s¨®lo de los pol¨ªticos, es de todos. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto la falta de respeto o estos martirios de la pol¨ªtica con min¨²sculas, en la que se ve al adversario como objetivo a destruir sin importar el c¨®mo, est¨¢n degradando la vida p¨²blica.
P. ?Le ha quitado este caso las ganas de hacer pol¨ªtica?
R. No, nunca. Pero estamos en una ¨¦poca muy dif¨ªcil. Casos como el m¨ªo pueden alejar de la pol¨ªtica a personas como yo, que se acercaron a echar una mano. Son necesarias las personas que acuden a ella durante un tiempo dado a cumplir una funci¨®n.
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