El antecesor de Tabares reconoce que el Ivex tuvo problemas de cobro al inicio del contrato con Ford
El antecesor de Jos¨¦ Mar¨ªa Tabares en la direcci¨®n del Instituto Valenciano de la Exportaci¨®n (Ivex), Joan Mir, reconoci¨® ayer ante el juez que lleg¨® a varios acuerdos con Ford y Jean Luc Lagier para facilitar la exportaci¨®n de veh¨ªculos de la multinacional a T¨²nez. Mir, que no escatim¨® elogios para su sucesor, acept¨® que ¨¦l mismo impuls¨® cambios en esa colaboraci¨®n porque en su mandato ya se detectaron retrasos en el pago de Apod, la empresa de Lagier que compraba al Ivex los productos tunecinos adquiridos antes por ¨¦ste para generar derechos de compensaci¨®n a favor de Ford.
Mir prest¨® declaraci¨®n durante m¨¢s de cinco horas en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 15 de Valencia, cuyo titular, Vicente R¨ªos, investiga las posibles responsabilidades penales derivadas del agujero de 1.049 millones de pesetas generado en el Ivex. La Generalitat acusa de este "quebranto econ¨®mico" a Lagier, propietario de varias empresas en T¨²nez, y a Tabares, ex director del instituto. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, el ex director del Ivex, que abandon¨® la sociedad p¨²blica en junio de 1997 -m¨¢s de dos a?os antes del estallido del esc¨¢ndalo- elogi¨® repetidamente ante el juez a Tabares, que antes de sucederle fue director de comercio exterior y posteriormente subdirector general en su equipo de trabajo. Es m¨¢s, ratific¨® las bases esenciales de la l¨ªnea de defensa de los dos acusados por la Generalitat.
En esa orientaci¨®n, neg¨® cualquier conocimiento respecto a las irregularidades que el Ivex imputa a Tabares y Lagier, a los que acusa de un delito societario por urdir supuestamente, de espaldas al consejo de administraci¨®n, una operaci¨®n para financiar las firmas del empresario franc¨¦s Smac y Sonotube. Por ello, tal como consta documentalmente en el sumario del caso, reconoci¨® que los contactos iniciales y los primeros contratos suscritos por las tres partes fueron rubricados por ¨¦l.
Contacto con Lagier
Mir explic¨® que Ford pidi¨® al Ivex que, en ejercicio de su funci¨®n, facilitara la exportaci¨®n de sus veh¨ªculos al mercado tunecino. Con ese objeto, la multinacional puso en contacto a la empresa p¨²blica con Lagier, cuyas industrias en el pa¨ªs magreb¨ª podr¨ªan generar derechos de compensaci¨®n para que el gigante del autom¨®vil superara las barreras arancelarias del pa¨ªs magreb¨ª. Las autoridades tunecinas, para permitir las importaciones, exigen exportaciones.
El Ivex, que por aquel entonces se denominaba Procova, suscribi¨® el primer borrador de acuerdo en junio de 1995, a¨²n con el gobierno socialista. Diego Such, consejero de industria con el PP, dio despu¨¦s luz verde al contrato. Procova compraba productos metalmec¨¢nicos a Sonotube para vend¨¦rselos a Apod, una empresa del padre de Lagier que a su vez deb¨ªa recolocarlos en la Uni¨®n Europea y as¨ª generar derechos de compensaci¨®n.
Mir, que casi nunca baj¨® al detalle en sus respuestas, explic¨® a preguntas de R¨ªos que a principios de 1997 decidi¨® cambiar el planteamiento de su relaci¨®n con Ford y Lagier. La iniciativa, seg¨²n explic¨®, intentaba adaptar la relaci¨®n comercial a la naturaleza del Ivex, una sociedad que raramente compra y vende productos. Eso s¨ª, seg¨²n el ex director de Procova, la deuda de 533 millones de pesetas que Apod contrajo con el Ivex a¨²n no hab¨ªa sido detectada. Simplemente, declar¨®, se hab¨ªan producido algunos retrasos en los pagos de Apod al Arab Bank, una de las dos entidades (el otro fue el Banco Exterior de Espa?a) que financiaron las compras del Ivex a Sonotube.
Mir, que no quiso hacer declaraciones a su salida del juzgado, asegur¨® que Tabares asumi¨® gran parte del peso de estas gestiones. No obstante, reconoci¨® que en el ¨²ltimo consejo de administraci¨®n antes de su abandono del cargo -en junio de 1997- se perfil¨® el segundo acuerdo con Ford, suscrito un mes m¨¢s tarde y supervisado por ¨¦l. Parad¨®jicamente -las actas del consejo, las memorias de la instituci¨®n y los informes de la Sindicatura de Cuentas lo recogen- el Ivex niega en la querella la existencia de ese contrato.
Mir fue preguntado por los eventuales riesgos de comprar productos con dotaci¨®n tecnol¨®gica de un mercado en principio poco competitivo como el tunecino. El ex director del Ivex aport¨® un nuevo elemento de confusi¨®n en torno al caso: seg¨²n las mencionadas fuentes, explic¨® que la operaci¨®n estaba asegurada en un 85% de su valor por el Consorcio Estatal de Seguros de la Exportaci¨®n (Cesce).
El testigo del caso, dado que la deuda de Apod no fue detectada durante su mandato, no pudo explicar por qu¨¦ no se ejecut¨® posteriormente la p¨®liza. De igual manera, tampoco pudo entrar a ratificar o desmentir las acusaciones contenidas en la querella de la Generalitat, que hace alusi¨®n a hechos cometidos con posterioridad a su estancia en el cargo.
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