El mundo de la cultura y la pol¨ªtica despide a Valor M¨¢s de un millar de personas acompa?an el f¨¦retro del escritor sepultado ayer en el cementerio de Valencia
El escritor de Castalla Enric Valor fue sepultado ayer, arropado por la emblem¨¢tica bandera que simboliza la unidad de la lengua y la cultura valenciana, catalana y balear. M¨¢s de un millar de personas, de representantes del mundo acad¨¦mico, intelectual y pol¨ªtico de izquierdas, adem¨¢s de varios directores generales de los tres Gobiernos auton¨®micos, acompa?aron a la familia bajo una fina e intensa lluvia, para despedir y honrar al ¨²ltimo gran patriarca de las letras valencianas. El escritor y ling¨¹ista fue enterrado a las seis de la tarde en el cementerio general de Valencia mientras sonaba el dulce acompa?amiento de una dol?aina y un tabalet entonando La Muixeranga.Fue el final de una ceremonia que hab¨ªa empezado a las cuatro de la tarde en un acto solemne celebrado en la sede hist¨®rica de la Universidad de Valencia. La ciudadan¨ªa expres¨® su afecto hacia el autor de L"ambici¨® d"Aleix ocupando los cuatro lados del amplio claustro. Por todos ellos pas¨®, hasta tres veces, el cortejo f¨²nebre formado por rectores, vicerrectores, y profesores, mientras doblaban las campanas en se?al de duelo y el sonido de la lluvia se mezclaba con los aplausos de la gente.
Fue momentos despu¨¦s de que el rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, destacara la contribuci¨®n del escritor en la recuperaci¨®n de la lengua y cultura valenciana, adem¨¢s de se?alar: "En una pa¨ªs que gozara de una m¨ªnima normalidad cultural y social, Enric Valor ser¨ªa una persona respectada de forma un¨¢nime y muchos centros escolares, calles y plazas llevar¨ªan su nombre. Las instituciones valencianas tienen una deuda con este hombre de bien". Antes, el periodista Toni Mestre hab¨ªa le¨ªdo un breve p¨¢rrafo de la novela del escritor Sense la terra promesa, y la editora y escritora Rosa Serrano rememor¨® algunas de las confesiones que le hizo el autor impresas en un libro.
Mucha gente joven se encontraba entre el p¨²blico, al margen de los numerosos pol¨ªticos. El gobierno de la Generalitat estaba representado por las directoras generales de Universidades, Carmen Martorell, y de Promoci¨®n Cultural, Consuelo Ciscar. El mismo rango institucional de los enviados por los gobiernos catal¨¢n y balear, Vicen? Villatoro (de Difusi¨®n Cultural) y Pere Mu?oz (de Promoci¨®n Cultural), respectivamente.
Representaci¨®n pol¨ªtica
El teniente alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, y la concejal de Cultura, Mar¨ªa Jos¨¦ Alc¨®n, y la secretaria primera de la Mesa de las Cortes, Susana Camerero, tambi¨¦n asistieron al acto con claro predominio de los pol¨ªticos nacionalistas y de izquierda, como los socialistas Antonio Moreno, Ricard P¨¦rez Casado, Baltasar Vives, y Ana Noguera; Joan Rib¨® y Gl¨°ria Marcos, de EU; Pere Mayor, del BNV; o el secretario general de Esquerra Republica per Catalunya (ERC), Josep Carod Rovira, entre muchos otros.
Pero fue, sin duda, el mundo acad¨¦mico y de la cultura el m¨¢s numeroso en la solemne despedida al escritor. El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, el ex rector de la misma, Ramon Lapiedra, el rector de la Universidad Polit¨¦cnica, Justo Nieto, representantes de las instituciones acad¨¦micas de Alicante, Castell¨®n y Baleares (todas ellas nombraron doctor honoris causa a Valor), el rector de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Carles Sol¨¤, el presidente del Institut Interuniversitari de de Filologia Valenciana, Antoni Ferrando; escritores como Joan F. Mira y Ferran Torrent; editores como Rosa Serrano, Eliseu Climent o Ver¨®nica Cant¨®; sindicalistas como Joan Sifre (CC OO) o Vicent Esteve (STPEPV), entre otros, acudieron al acto.
Una vez acabada la ceremonia de la Universidad, el cortejo f¨²nebre se desplaz¨® a la calle tras escuhar en silencio la muixeranga. All¨ª, bajo la intensa lluvia, se sembr¨® la incertidumbre sobre el itinerario que se iba a realizar. Bajo la lluvia, despu¨¦s de esperar durante varios e interminables minutos, el coche f¨²nebre, retenido por la Polic¨ªa Local (que deb¨ªa despejar el tr¨¢fico), por fin recorri¨® unos metros la calle de Poeta Querol para dirigirse a continuaci¨®n al cementerio. No obstante, mucha gente se desplaz¨® al Ayuntamiento esperando en balde que arribara el cortejo.
La comitiva encabezada por los familiares, seguida por Pedro Ruiz, su equipo rectoral, el rector de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Carles Sol¨¤, y la directora general de Universidades, Carmen Martorell, entraba ya en el campo santo m¨¢s all¨¢ de la cinco de la tarde.
Martorell era la ¨²nica representante del gobierno valenciano en el sepelio del escritor nacionalista, de car¨¢cte afable y humilde, vilipendiado por los sectores m¨¢s intransigentes de la derecha valenciana por sus posiciones unitarias de la lengua y su compromiso con el uso y la divulgaci¨®n de la cultura valenciana, "nuestro catal¨¢n", como le gustaba llamarlo.
Ausencias
Tras recordar las ausencias del gobierno valenciano, Carod Rovira, acompa?ado por el senador Carles Bonet, critic¨® con dureza tambi¨¦n "la ausencia de miembros destacados del gobierno de la Generalitat de Catalu?a" para "no molestar al Gobierno de Zaplana". La alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, se encontraba en el cementerio, pero con motivo del fallecimiento del padre de un periodista.
La mayor parte de los asistentes al sencillo acto de la Universidad de Valencia mostraron su solidaridad con la familia tambi¨¦n en el cementerio. La despedida definitiva al autor de Temps de batuda, de Rondalles Valencianes y de tantas obras, fue una ceremonia entra?able, silenciosa y emotiva, en la que no faltaron gui?os a "sus se?as de identidad cultural". El millar de personas que arrop¨® a la familia de Enric Valor, en la fr¨ªa y lluviosa tarde de ayer, demostr¨® la gran estima hacia el ¨²ltimo gran exponente de las letras valencianas en un siglo que se acaba.
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