El Teatro de la Danza y Echanove recuperan el l¨²cido humor negro de 'El verdugo'
El p¨²blico acoge con ovaciones el estreno de anoche en la localidad madrile?a de Alcobendas
Rafael Azcona lo puede decir m¨¢s alto, pero no m¨¢s claro: 'La versi¨®n es extraordinaria y la puesta en escena acojonante'. Habla as¨ª de expl¨ªcito de la adaptaci¨®n teatral que Bernardo S¨¢nchez ha realizado, para el Teatro de la Danza, del gui¨®n escrito por ¨¦l y Luis Garc¨ªa Berlanga, de El verdugo. La inolvidable pel¨ªcula de 1963, protagonizada por Pepe Isbert, ha recibido el t¨ªtulo honor¨ªfico de ser el mejor filme del cine espa?ol.El alumbramiento esc¨¦nico que est¨¢ protagonizado por Juan Echanove, como aspirante a funcionario p¨²blico para dar matarile; Alfred Lucchetti, en el papel de Amadeo, el verdugo; Luisa Mart¨ªn, como su hija y Vicente Diez, como empleado de la funeraria, entre otros actores, se produjo anoche en el Teatro Ciudad de Alcobendas, (Madrid). Una ¨²nica funci¨®n que siempre ofrece el Teatro de la Danza en esta ciudad de la afueras de la capital espa?ola, ya que es donde este prestigiado grupo, que trabaja hace m¨¢s de 20 a?os con presupuestos esc¨¦nicos mucho m¨¢s cercanos al teatro que al baile, tiene su sede permante y desarrolla su trabajo con Luis Olmos, director del grupo y del montaje.
La andadura de este nuevo acontecimiento se inicia el pr¨®ximo d¨ªa 19 en el Teatro Victoria de Barcelona, donde permanecer¨¢ hasta el 20 de febrero. En marzo acudir¨¢ al teatro de La Latina, de Madrid.
Una andadura que nace marcada por un ¨¦xito que casi provoca problemas de orden p¨²blico, debido a los cientos de personas que se agolparon a las puertas del teatro para intentar inutilmente adquirir entradas agotadas hac¨ªa d¨ªas o al menos ver a sus protagonistas a la salida, despu¨¦s de que ¨¦stos y el resto del equipo, formado tambi¨¦n por el escen¨®grafo Gabriel Carrascal, el iluminador Juan G¨®mez Cornejo, la figurinista Mar¨ªa Luisa Engel y el m¨²sico Yann D¨ªez Doycy recibieran unas cerradas y largas ovaciones.
Echanove vuelve una y otra vez al teatro, ya sea en lujosos escenarios o en humildes salas: 'No puedo entender mi vida sin el teatro, tengo una relaci¨®n con ¨¦l que me va a compa?ar toda la vida', dice.
El actor, una vez m¨¢s, se involucra hasta el corvej¨®n en su trabajo y encuentra paralelismos entre ¨¦l y su personaje En esta ocasi¨®n el de alguien al que obligan a ejercer de verdugo para heredar el oficio... y el piso de su suegro. Para Echanove este ser¨ªa el mensaje de la obra: 'Existe un chantaje social que nos afecta a todos, muchas veces nos vemos obligados a ejercer roles que no deber¨ªamos asumir, pero lo hacemos s¨®lo por mantener determinados bienes materiales y eso puede implicar la infelicidad de los dem¨¢s y, en algunos casos extremos, la muerte'.
Azcona tambi¨¦n se expresa en ese sentido y dice: 'En El verdugo se ve lo peligroso que es decir s¨ª en ciertas circunstancias, la vergonzosa e injusta cantidad de veces que los hombres lo hacemos, en el momento que dices s¨ª de manera forzada ya te han jodido..., por otro lado no hay que olvidar que si no existiera ese asesinato legal que los gobiernos administran con tanta alegr¨ªa quiz¨¢ no tendr¨ªa tanto sentido que se repusiera El verdugo, pero no es as¨ª...'.
En el origen de esta aventura hay un aut¨¦ntico instigador al que todos consideran alma mater del proyecto: el cineasta Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez, quien coment¨® a su amigo, el profesor de cine Bernardo S¨¢nchez, cu¨¢nto teatro hab¨ªa sin explorar. Como clar¨ªsimo ejemplo le habl¨® de los aromas esc¨¦nicos de El verdugo. Acto seguido, Bernardo se convirti¨® en alma pater de la cosa y realiz¨® una meticulosa adaptaci¨®n que Garc¨ªa S¨¢nchez meti¨® por los ojos al Teatro de la Danza y a su amigo Echanove. El resto es lo que ocurri¨® anoche encima de un escenario.
Por lo que el p¨²blico y algunas gentes del teatro que estuvieron all¨ª dec¨ªan, parece ser que se va a cumplir el vaticinio de Echanove, que lleva meses diciendo que esta obra va a convertirse en un cl¨¢sico del teatro: 'No lo digo s¨®lo por la calidad del texto, sino por la carpitenr¨ªa teatral que hay dentro de la obra, ya que es muy representable'.
Mientras Azcona considera que el cine es teatro filmado Echanove se alegra de que puede ser que se est¨¦ en un camino de vuelta, tras ser el cine quien siempre ha estado echando mano del teatro: 'Ahora podemos ir de lo expl¨ªcito del cine a la magia del teatro, puede ser muy interesante para el espectador'.
S¨¢nchez recibi¨® las bendiciones de Azcona desde que le mostr¨® la primera versi¨®n: 'Fue el apoyo moral que nos hac¨ªa falta para seguir', dice del famoso guionista que tambi¨¦n ha hecho incursiones en el mundo del teatro con Maurizio Scaparro y un texto de Furio Bord¨®n.
Lucchetti, quien no ignora que el recuerdo de Pepe Isbert tiene un gran peso, dice que no ha querido acercarse a la gran creaci¨®n que hizo el desaparecido actor: 'He hecho que se pareciera a mi, es un verdugo m¨¢s actual, casi un tecn¨®crata'.
Pero la sorpresa de anoche, celosamente guardada, est¨¢ en el personaje del reo a ajusticiar. En un gesto de aut¨¦ntico progresismo esta compa?¨ªa asume la cuota femenina y la persona condenada a muerte es una mujer.
Babelia
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