Entra?able recuerdo de un artista singular

La carrera de Rodolfo Halffter, el mayor de una familia musical con lejanas ra¨ªces en Prusia, podr¨ªamos dividirla en tres tramos de diferente longitud y significaci¨®n: el madrile?o, el mexicano y el de Espa?a y M¨¦xico. Sin embargo, la personalidad de este maestro -en todos los sentidos del t¨¦rmino-, aun dentro de su notoria evoluci¨®n, mantiene una rara unidad esencial que se refleja en el pensamiento, la t¨¦cnica y el estilo.Seguidor, en buena parte, de la l¨ªnea Falla en lo que tiene de actitud espa?ola y universalista, pas¨® por el neoclasicismo scarlattiano para, a partir de las Tres piezas para cuerda (1954), sumarse, con perfiles personales e intransferibles, al serialismo, mas sin bater¨ªa alguna. Hoy, cuando escuchamos la m¨²sica de Rodolfo Halffter, con la perspectiva que proporciona el paso del tiempo, todav¨ªa nos parece m¨¢s singular su legado rico y sugerente. Un legado, por otra parte, vivo que despierta la admiraci¨®n y provoca el aplauso, como sucedi¨® en el primer acto dedicado por el Ayuntamiento al gran m¨²sico madrile?o en el Centro Cultural Conde Duque, con asistencia de la viuda de Halffter, Emilia Salas Viu.

Una orquesta joven, como el maestro que la dirige, Juan Manuel Alonso, que lleva el nombre simb¨®lico de Carlos III, ofreci¨® fieles versiones de las Tres sonatas de Soler, instrumentadas por Halffter; el divertimento sobre el ballet D. Lindo de Almer¨ªa, de un casticismo refinado y ajeno a todo sentimiento pintoresquista; las Piezas opus 23, en las que el compositor inicia su giro hacia el serialismo, y la Obertura festiva, opus 21. Obras todas conocidas aqu¨ª, pero que debieran frecuentarse con mayor asiduidad. La generaci¨®n del 27, tan comentada, merece todav¨ªa el homenaje definitivo para compositores de val¨ªa: la asimilaci¨®n, difusi¨®n y familiarizaci¨®n de unas producciones trazadas en medio de mil acontecimientos y, en muchos casos, desde lo que Rodolfo gustaba denominar el Transtierro.

Palabras de la consejera de Cultura, el music¨®grafo Jorge de Persia, el director del INAEM y la viuda de Halffter a?adieron afecto y emoci¨®n a una tarde verdaderamente entra?able. Vaya un elogio especial para el hoy embajador de Filipinas, Delf¨ªn Colom¨¦, por sus prietas y perspicaces l¨ªneas sobre el artista recordado, para el que propone dos t¨¦rminos fundamentales: sencillez y pasi¨®n.