"Lo importante es el texto"
Juan Diego (Bormujos de Aljarafe, Sevilla, 1942) es uno de los actores espa?oles m¨¢s vers¨¢tiles y carism¨¢ticos del panorama actual. Ahora, adem¨¢s, atraviesa un momento dulce al que algo han contribuido dos valencianos: Luis Garc¨ªa Berlanga, director de Par¨ªs-Tombuct¨², por la que Diego ha sido designado candidato al Goya; y Jos¨¦ Sanchis Sinisterra, autor de la obra, El lector por horas, por la que ha recibidos numerosas distinciones. Juan Diego es el protagonista del montaje que se representa en el Teatro Principal de Valencia. Pregunta. ?Es mucho m¨¢s f¨¢cil interpretar a un lector a sueldo que a los Franco, Che Guevara o San Juan de la Cruz que ha encarnado?
Respuesta. Este lector tiene una particularidad. Forma parte de un texto de teatro contempor¨¢neo donde la sensiblidad y el sentimiento no se te deben escapar. Los otros tienen una carne m¨¢s cercana al p¨²blico. En esta obra has de hacer un ejercicio de contenci¨®n, de crear un personaje que poco a poco va adquiriendo importancia cuando es un simple asalariado, que le dicen: "lea usted, pero sin ninguna entonaci¨®n, sin segundas intenciones".
P. ?En qu¨¦ medida la elecci¨®n de un proyecto responde a un estado de ¨¢nimo, como en el montaje sobre Bukowski con m¨²sica de Tom Waits que protagoniz¨®?
R. Casi siempre responde a momentos que tienen que ver con tu vida. De pronto quieres como purificarte en la hoguera existencial en que vives, y pillas a Bukowski, y entonces no es que te purificas, sino que te destrozas. Salir de este personaje me cost¨® mucho, aunque creo que detr¨¢s de ¨¦l hay una necesidad existencial de mostrar cosas que, si a m¨ª me pasan, uno supone que al espectador tambi¨¦n. En El lector por horas aparece la necesidad de reflexionar sobre el concepto de la cultura, de la existencia alrededor del conocimiento, que cada d¨ªa se va disipando m¨¢s.
P. El lector por horas y una pel¨ªcula que usted aprecia como Solas han cosechado ¨¦xito, pero no son productos comerciales.
R. A priori no. Pero de pronto, existe un segmento de la sociedad que busca otras cosas que no sean lo obvio, y ese ¨¦xito puede llegar si hay condiciones objetivas. Quiza ¨¦sa es la esperanza cada vez que montas una cosa. Bueno, est¨¢ a contracorriente, pero a ver si cuela.
P. ?C¨®mo ve el cine espa?ol actual?
R. A nivel de producci¨®n y taquilla, se necesitaba una inyecci¨®n de optimismo. Hay una serie de j¨®venes que t¨¦cnicamente funcionan de maravilla, pero la propuesta que hacen no te interesa, porque lo que te cuentan no ha sido vivido. Quiz¨¢ adolezcan de eso, de que lo cuentan es un poco de o¨ªdas. Pero me parece meritorio ofrecer otra mirada est¨¦tica, de estilo. Adem¨¢s, esos j¨®venes van a madurar.
P. ?Son m¨¢s maduros los autores teatrales?
R. Tem¨¢ticamente, s¨ª. En el teatro es m¨¢s posible caminar a contracorriente: Un montaje te puede costar siete millones, diez, si prescindes de toda la parafernalia. Hace unas noches actu¨¢bamos en Pamplona y el cami¨®n del decorado se qued¨® atrapado por la nieve en Teruel. El decorado que no llega y no llega. Est¨¢bamos acojonados. Chico, qu¨¦ hacemos. ?No cre¨ªamos en el texto, en la palabra desnuda? Pues vamos all¨¢. Pusimos dos sillones, una mesa, unas tazas del bar. Se lo advertimos al p¨²blico e hicimos la funci¨®n sin ning¨²n elemento. Cuando aquello termin¨®, la gente estaba de pie, gritando bravo. Se lleg¨® a esa idea de que es necesaria la imaginaci¨®n para que la magia se produzca.
P. ?Le gustar¨ªa trabajar con alg¨²n director en particular?
R. Nunca me lo planteo. S¨®lo con los grandes mitos. Ten¨ªa unas ganas tremendas de trabajar con Berlanga, y lo he hecho Par¨ªs-Tombuct¨². Siempre es conveniente ir arropado con nombres e infraestrcuturas. Pero lo importante es el texto.
P. Despu¨¦s de m¨¢s de 30 a?os de carrera, ?cu¨¢les son los est¨ªmulos para motivarse?
R. Pod¨ªamos ir a lo obvio: si no act¨²o, de qu¨¦ como. Pero est¨¢ esa insatisfacci¨®n ¨ªntima de que a¨²n te quedan cosas que no has conseguido. Es una forma de ara?arte por dentro. Adem¨¢s, tienes en tus manos trozos muy serios y muy esclarecedores de lo que significa la cultura como elemento de liberaci¨®n de la gente, y en esa peque?a medida, uno a¨²n dice: a ver si por aqu¨ª, empujando, consigo algo. Es la b¨²squeda un poco de la utop¨ªa en la realizaci¨®n del trabajo.
P. ?Cu¨¢l de los personajes que ha encarnado es su favorito?
R. Quiz¨¢ el m¨¢s gratificante fue San Juan de la Cruz en la pel¨ªcula La noche oscura, de Saura. Era una ¨¦poca de mucho desconcierto conmigo mismo. Saura me hab¨ªa llamado para hacer El Dorado, pero coincid¨ªa con el rodaje de otra pel¨ªcula con Ferreri...
P. ?Ten¨ªa un car¨¢cter tan dif¨ªcil Ferreri como se dice?
R. Bueno, creo que fui el ¨²nico que le toreaba con esa cosa espa?ola de oye, a m¨ª no me chilles. Se portaba como un abuelete cascarrabias. Para m¨ª fue un encuentro entra?able.
P. ?Y sus proyectos futuros?
R. Me apetece mucho hacer Ay Carmela, la ant¨ªtesis de El lector por horas, [ambas de Sinisterra], con Ver¨®nica Forque para la televisi¨®n. Tamib¨¦n me apetece romper ante el p¨²blico un poco esa idea de Juan Diego, el de los textos piraos. Bueno, mire usted, s¨¦ hacer comedias. He hecho muchas. Pero la gente me ha encasillado. el actor ¨¦se es muy intenso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.