El CSIC atribuye nueve aerolitos a extra?os procesos de congelaci¨®n en la estratosfera
El director de Meteorolog¨ªa insiste en que no se conoce ning¨²n fen¨®meno que lo explique
El equipo de expertos coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) cree que s¨®lo nueve de la cincuentena de supuestos aerolitos hallados en Espa?a desde el d¨ªa 8 son realmente objetos ca¨ªdos del cielo. Los cient¨ªficos han determinado que, en esos bloques de hielo fiables, el agua tiene id¨¦ntica composici¨®n que la de lluvia o nieve, y una estructura en capas similar a la del granizo. Puesto que ning¨²n proceso meteorol¨®gico usual puede explicar el fen¨®meno, los expertos lo atribuyen a un extra?o suceso de congelaci¨®n en una altitud anormalmente alta, en la estratosfera.
La estratosfera es la capa de la atm¨®sfera situada entre los 11.000 metros (de promedio) y los 50 kil¨®metros de altitud. Los fen¨®menos meteorol¨®gicos habituales, como la formaci¨®n de nieve y granizo, ocurren siempre en la capa inferior, o troposfera. Los cient¨ªficos consideran absolutamente imposible que estos procesos troposf¨¦ricos puedan formar unos bloques de hielo del tama?o de los ca¨ªdos sobre Espa?a, por lo que se han visto forzados a conjeturar que la congelaci¨®n ocurri¨® en la estratosfera.La hip¨®tesis se basa fundamentalmente en el descarte de todas las dem¨¢s alternativas. El hielo no puede proceder de un cometa, puesto que su composici¨®n no corresponde a la de esos cuerpos extraterrestres, sino que es id¨¦ntica a la del agua normal de la atm¨®sfera, la que forma la lluvia y la nieve (llamada agua mete¨®rica, un t¨¦rmino que comparte la ra¨ªz con meteorolog¨ªa y no tiene nada que ver con los meteoritos). Esta hip¨®tesis del cometa fue considerada factible, en los primeros d¨ªas, por el coordinador del equipo que ha analizado los aerolitos, el ge¨®logo especializado en meteoritos Jes¨²s Mart¨ªnez Fr¨ªas, pero fue muy criticada por otros cient¨ªficos.
Tampoco pueden los mal llamados aerolitos provenir de los tanques o las aguas residuales de un avi¨®n, como han sostenido estos d¨ªas varios investigadores, sobre todo los astrof¨ªsicos. Si ¨¦ste fuera el caso, se hubiera determinado muy f¨¢cilmente, ya que el agua contendr¨ªa detergentes, colorantes, desechos u otros residuos muy bien caracterizados, de los que hay varios precedentes, incluido uno ca¨ªdo en Galicia en 1997. Los bloques analizados no tienen nada de esto.
La posibilidad de que el hielo proceda de agua condensada sobre el fuselaje de un avi¨®n no puede descartarse por completo, pero tambi¨¦n resulta improbable: los bloques de hielo tienen una estructura en capas similar a la del granizo, y no la estructura esperable para el agua congelada sobre el fuselaje.
200 kilos en Brasil
Todo apunta, pues, a un fen¨®meno atmosf¨¦rico ocurrido en capas muy altas, en la estratosfera terrestre. El vicepresidente del CSIC, Miguel Garc¨ªa Guerrero, calific¨® ayer este fen¨®meno de "extremadamente inusual". De hecho, s¨®lo constan dos posibles precedentes de ca¨ªdas de grandes bloques de hielo que no tengan que ver con fugas de aviones: un bloque de un metro de di¨¢metro ca¨ªdo sobre la provincia de Zhejiang (China) en 1995 y dos bloques de 50 y de 200 kilos ca¨ªdos en Campinas (Brasil) en 1998. En ninguno de estos casos se determin¨® si el fen¨®meno tuvo su origen en la estratosfera. Otros precedentes m¨¢s remotos en EEUU resultaron ser bolas de granizo relativamente grandes (del tama?o de una pelota de tenis) y, adem¨¢s, ocurrieron siempre en la proximidad de tornados. La extremada infrecuencia del proceso es, seg¨²n los investigadores, la principal raz¨®n para evitar alarmar a la poblaci¨®n por los posibles riesgos de nuevos impactos. Y tambi¨¦n es lo que convierte los bloques de hielo en un fen¨®meno de gran inter¨¦s cient¨ªfico, que los laboratorios seguir¨¢n estudiando con nuevas pruebas y t¨¦cnicas.
La hip¨®tesis estratosf¨¦rica debe superar, para considerarse probada, dos serias dificultades. La primera es que la estratosfera es extraordinariamente pobre en vapor de agua, por lo que se requiere alguna teor¨ªa que explique de d¨®nde sacan los bloques tanto material de partida. La segunda es que los cient¨ªficos no saben a¨²n qu¨¦ mecanismo puede dar cuenta de la condensaci¨®n y congelaci¨®n de los bloques en esas altitudes.
Otro problema es el siguiente. Una vez descartados los falsos impactos, los nueve bloques que ofrecen veracidad abarcan incidentes repartidos a lo largo de 11 d¨ªas y a lo ancho de un amplio territorio desde Huelva hasta Valencia. Sea cual sea el fen¨®meno estratosf¨¦rico, parece estar dotado de una extraordinaria persistencia. Y adem¨¢s, los nueve impactos fiables no se pueden adjudicar a un ¨²nico acontecimiento atmosf¨¦rico, toda vez que -seg¨²n admiti¨® ayer el catedr¨¢tico de Geodin¨¢mica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Fernando L¨®pez Vera- cada bloque de hielo parece haberse formado a una temperatura diferente (esto se ha podido saber tras analizar su estructura, que es distinta seg¨²n sea la temperatura durante la congelaci¨®n).
Fen¨®meno local
El Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa -cuyo director general, Eduardo Coca, insisti¨® ayer mismo en que "no existe ning¨²n proceso meteorol¨®gico conocido que pueda dar lugar a este fen¨®meno"- ha comprobado con sus equivalentes en los pa¨ªses pr¨®ximos a Espa?a que en ninguno de ellos se han dado estos d¨ªas ca¨ªdas de bloques de hielo. Mart¨ªnez Fr¨ªas no considera este hecho sorprendente. Seg¨²n ¨¦l, el fen¨®meno puede ser bastante local, y adem¨¢s es probable que otros bloques hayan impactado en el mar, o en zonas despobladas donde no se han detectado.
Este ge¨®logo, que ha realizado personalmente la mayor parte del trabajo de campo y de recogida de hielos, considera probable que los bloques hayan tocado tierra a unos 300 kil¨®metros por hora. ?sta es la llamada velocidad de ca¨ªda libre, y se debe a que los objetos que caen desde las capas m¨¢s altas de la atm¨®sfera empiezan primero por frenar debido a la fricci¨®n con el aire, hasta casi detenerse por completo, y luego siguen cayendo hasta impactar a esa velocidad.
La velocidad y el tama?o de los objetos son suficientes para provocar desperfectos como el del coche de Tocina, pero no para generar cr¨¢teres. Tras el choque los bloques quedan pr¨¢cticamente pulverizados.
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