Una treta del Consell evita estudiar una ubicaci¨®n alternativa de la ZAL, seg¨²n Ecologistas en Acci¨®n Obras P¨²blicas decidi¨® hace un a?o expropiar la huerta y ahora dice que no hay opciones

La legislaci¨®n obliga a que el estudio de impacto ambiental de un proyecto haga un an¨¢lisis de alternativas. El proyecto de la Zona de Actividades Log¨ªsticas (ZAL) del puerto de Valencia no prev¨¦ otra ubicaci¨®n posible que 72 hect¨¢reas de huertas de La Punta y Natzaret calificadas como suelo no urbanizable de especial protecci¨®n. El Consell, en su acuerdo definitivo para cambiar esa calificaci¨®n a suelo industrial, esgrime que hace a?o y medio ya se decidi¨® (en el plan de expropiaci¨®n) el lugar. Para Ecologistas en Acci¨®n se trata de una sucia treta.

Uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos de la resoluci¨®n del Consell por la que se aprueba definitivamente el plan especial de la ZAL que modifica el plan general de ordenaci¨®n urbana (PGOU) de Valencia es la tajante afirmaci¨®n de que la zona log¨ªstica "necesariamente requiere del espacio elegido", es decir que no se puede hacer en otro lugar que no sean esas 72 hect¨¢reas de huertas no urbanizable de especial protecci¨®n. La tesis del Consell est¨¢ clara, si hace un a?o, en el plan para aumentar (mediante compras o expropiaciones) el patrimonio de suelo p¨²blico para hacer la ZAL, se decidi¨® hacerla en la huerta, ahora, en l¨®gica, el proyecto se define como una ZAL en esa huerta y no puede haber alternativas que sean una ZAL fuera de esa huerta.Esta treta denunciada por Jos¨¦ Luis Ramos, abogado de ecologistas, ya fue apuntada hace a?o y medio, cuando el plan de expropiaci¨®n: "Es la pol¨ªtica de hechos consumados, se hacen con las tierras y luego no encuentran oposici¨®n".

Una treta que adem¨¢s sirve para eludir otros obst¨¢culos. Cuando se sac¨® el plan de expropiaci¨®n, las alegaciones en contra de la destrucci¨®n de la huerta eran desechadas porque el hecho de que el Consell se hiciera con el suelo no implicaba su transformaci¨®n. Tampoco prosperaron las que dec¨ªan que no se pod¨ªa hacer una zona industrial en huerta protegida porque el cambio de propiedad todav¨ªa no implicaba la recalificaci¨®n del suelo.

Y ahora, cuando se recalifica el terreno para admitir usos industriales, y los cr¨ªticos con el proyecto denuncian la falta de un estudio de alternativas para la ZAL, la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas, Urbanismo y Transportes esgrime que la decisi¨®n de ubicaci¨®n ya viene dada anteriormente, puesto que ya est¨¢ reservado el suelo. Es decir, denuncia Ecologistas en Acci¨®n, se ampara en una decisi¨®n anterior de la propia consejer¨ªa (el plan de expropiaci¨®n) para eludir la obligaci¨®n de estudiar alternativas.

Opci¨®n de Sagunto

Textualmente, el acuerdo del Consell, firmado el pasado 10 de enero pero que todav¨ªa no publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, afirma: "El estudio de alternativas huelga pues, no hay posibilidad de asentamiento en otro lugar puesto que no se trata de un uso previsiblemente intercambiable en cualquier ¨¢mbito del territorio de esta comunidad". El Consell contradice as¨ª la opini¨®n de muchos expertos, que defienden que la zona log¨ªstica perfectamente puede situarse en Sagunto, donde hay una enorme reserva de suelo industrial infrautilizado, ya que es all¨ª donde la Autoridad Portuaria de Valencia sit¨²a su futuro crecimiento y dado lo avanzado que est¨¢ el proyecto del Ministerio de Fomento para construir una conexi¨®n norte al puerto de Valencia por carretera mediante un t¨²nel.

No obstante, en el acuerdo del Consell se desecha tajantemente esta soluci¨®n: "[La ZAL de Sagunto] no puede considerarse en ning¨²n caso como alternativa a Valencia, sino como complemento a largo plazo".

Para Jos¨¦ Luis Ramos, la declaraci¨®n de impacto es s¨®lo "un traje a medida hecho por encargo de los promotores del proyecto" ya que ha obviado todos los estudios que describen la importancia que tiene la huerta para el equilibrio ecol¨®gico de L'Albufera de Valencia. Tampoco se tiene en cuenta, defienden los ecologistas, que esa zona agraria sirve de pulm¨®n para la ciudad, permitiendo un pasillo verde que aporta aire fresco a la ciudad y modera las elevadas temperaturas estivales.