Carnaval y chequeos
"D¨¦jenlo en paz, as¨ª nunca se va a curar". La frase, un reproche espont¨¢neo dirigido a los periodistas y al entorno que asediaba a Diego Armando Maradona a su llegada a Cuba, la dijo un simple turista en el aeropuerto de La Habana. Pero perfectamente la firmar¨ªa hoy cualquiera de los m¨¦dicos y psiquiatras cubanos que le atienden desde el martes en el hotel de salud La Pradera, un apacible establecimiento situado a las afueras de La Habana.Lo de apacible es un decir. Al menos desde que Dieguito lleg¨® al lugar. En los cinco d¨ªas que el ex futbolista lleva en esta cl¨ªnica de lujo, ya se ha te?ido dos veces el pelo de naranja -para que le haga juego con un sombrero del mismo color-, le ha grabado una canci¨®n a su mujer en la peque?a sala de audio que hay en el hotel -las risas y los gritos se escuchaban en la recepci¨®n-, y ayer organiz¨® una fiesta para celebrar el cumplea?os de su esposa Claudia Villafa?e.
En este tiempo Maradona tambi¨¦n ha recibido a sus dos hijas, Dalma Nerea y Giannina Dinorah, llegadas ayer de Buenos Aires, ha jugado al f¨²tbol en la peluquer¨ªa y, c¨®mo no, ha firmado aut¨®grafos y bromeado con pacientes y trabajadores de La Pradera. Eso sin contar que m¨¢s de medio centenar de periodistas argentinos han solicitado visado para viajar a Cuba, y que, aunque el Gobierno no ha concedido ninguno, varios han llegado de estranjis al pa¨ªs y se han colado en el hotel, al igual que este corresponsal.
"Y..., que quer¨¦s, este chico tiene un arrastre que para qu¨¦", dijo a este diario el jubilado oriundo de Tucum¨¢n (norte de Argentina) Naum Kostzer. Raz¨®n no le faltaba a este jud¨ªo argentino que se recupera en La Pradera de una operaci¨®n de m¨¦dula, pues Maradona es una verdadera revoluci¨®n. Por cierto, que todos los d¨ªas su mentor en la isla, Fidel Castro, llama a la familia y al jefe del equipo m¨¦dico que lo atiende para ver c¨®mo se encuentra el astro ca¨ªdo; e incluso ayer mismo se acerc¨® personalmente "para darle un abrazo".
Hay que ser justos. No es que el tratamiento de rehabilitaci¨®n de Maradona en Cuba vaya a ser todo el tiempo un carnaval. "En estos momentos se le est¨¢ haciendo un chequeo integral para ver como se encuentra de salud, especialmente de su problema cardiovascular, y despu¨¦s de hacer una evaluaci¨®n completa de su estado encaminaremos el tratamiento y la terapia de rehabilitaci¨®n", dijo Julio Casta?er, jefe del departamento de Servicios M¨¦dicos Internacionales del Ministerio de Salud P¨²blica.
Esta claro que una vez que termine este chequeo general, el equipo m¨¦dico cubano deber¨¢ tomar decisiones dr¨¢sticas. O de lo contrario, hablar de rehabilitaci¨®n ser¨ªa una broma. Seg¨²n el director del hospital Psiqui¨¢trico de La Habana, Eduardo Bernab¨¦ Ordaz, coordinador del equipo de psiquiatras, psic¨®logos y m¨¦dicos que atiende a Maradona, el tratamiento no debe ser menor a tres meses, y despu¨¦s podr¨ªa regresar a su pa¨ªs pero con un estricto plan de seguimiento monitoreado por m¨¦dicos cubanos. Ordaz no ha dicho a¨²n si ser¨¢ necesario internarlo y aislarlo de familiares y amigos, pero parece lo m¨¢s probable.
"Y, la verdad es que as¨ª la cosa no tiene mucho sentido", comenta desde su silla de ruedas Naum. De nuevo no le falta raz¨®n. Ahora Maradona est¨¢ viviendo en una casa de La Pradera con sus padres, su esposa, su pol¨¦mico representante Guillermo C¨®ppola y otros amigos de su c¨ªrculo ¨ªntimo. "Si a eso se suma la personalidad del enfermo, siempre en su papel de Maradona, debido a la presi¨®n de periodistas y fans, es f¨¢cil darse cuenta de lo complicada que est¨¢ la cosa", afirma un m¨¦dico cubano.
"El entorno, lo que pierde a Dieguito es el entorno", dice otra argentina, paciente de la cl¨ªnica. Cuando la se?ora est¨¢ hablando del famoso entorno de Maradona, por pura casualidad aparece C¨®ppola en la recepci¨®n del hotel. Este periodista se acerca a hacer un tanteo: "Mi diario estar¨ªa interesado en hacerle una entrevista a Diego".
-"?Ah, EL PA?S, s¨ª, muy buen diario!".
La respuesta de C¨®ppola, cuando ya todo se acercaba a ponerle cifra a la cosa, es interrumpida por un grito del astro desde la sala de audio. Hablando de audio, por consejo de su representante, Maradona ha concedido ya desde el hospital dos entrevistas a emisoras de radio argentinas. En ambas, Dieguito ha puesto en claro todas sus contradicciones.
Por un lado, es consciente de la gravedad de su estado. "Mi corazoncito me dio un flor de susto al final del milenio, pero ahora mi cuerpo y ¨¦l deben aprender a convivir juntos de nuevo", expres¨®. Maradona mostr¨® su principal debilidad: creerse inmortal. "Yo no me voy a morir. En 20 d¨ªas estoy recuperado", dijo a la porte?a radio Continental. Y una vez m¨¢s asegur¨® de su entorno: "No lo voy a cambiar por nada del mundo". Queda rezar.
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