Vargas Llosa recrea la dictadura de Trujillo en su nueva novela

Impenitente y agudo analista de la realidad internacional, Mario Vargas Llosa publica a primeros de marzo una nueva novela, La fiesta del chivo (Alfaguara). Unas 600 p¨¢ginas que recrean los ¨²ltimos d¨ªas y el asesinato de uno de los m¨¢s sanguinarios caudillos latinoamericanos, Rafael Le¨®nidas Trujillo. Vargas Llosa eligi¨® a este brutal represor de la Rep¨²blica Dominicana, que escond¨ªa su mirada tras unas gafas negras, porque control¨® "no s¨®lo las conductas de todos, sino sus conciencias y sus sue?os".

La idea de novelar la conspiraci¨®n para asesinar a Trujillo, el caudill¨ªsimo que aplast¨® la Rep¨²blica Dominicana durante 1930 y 1961, le rondaba a Vargas Llosa (Arequipa, Per¨², 1936) desde 1975, cont¨® el escritor ayer en Madrid. Desde un viaje all¨ª en el que escuch¨® muchos testimonios sobre la experiencia m¨¢s radical de la historia moderna de esa peque?a rep¨²blica. Y que entonces a¨²n coleaba."Era un dictadura que desde ni?o recordaba muy bien, una ¨¦poca tran extrema de autoritarismo militar, de h¨¦roes providenciales, que gobernaban con mano de hierro su pa¨ªs como si fuera una hacienda privada", rememor¨® ayer Vargas Llosa.

Tres a?os ("y muchisimo esfuerzo") le ha costado escribir La fiesta del chivo, a partir de las experiencias que tras la dictadura le contaron las v¨ªctimas, y que ahora relatan "sin temores ni prejuicios". Que hablan de esa historia de horror, maldad y cobard¨ªa humanas. De un r¨¦gimen alimentado por una polic¨ªa pol¨ªtica brutal; que instig¨® un atentado contra el presidente venezolano Betancourt, y que incluso particip¨® en el contrabando de estupefacientes, que abarrot¨® las arcas del dictador.

Y fiel a la esencia de muchas de sus novelas, como La ciudad y los perros, el escritor peruano reconstruye la historia a partir de muchos personajes, unos hist¨®ricos y otros inventados. Como el de una mujer que parti¨® de ni?a y regres¨® siendo mujer, y que es la que aporta una perspectiva moderna de aquel terror.

El autor de Conversaci¨®n en la catedral mostraba su empe?o en distinguir su nueva novela de un relato historiogr¨¢fico. Pese a que el punto de partida sea ¨¦se, Vargas Llosa ha creado La fiesta del chivo con la libertad y subjetividad del novelista, aunque a?ade haber sido fiel en lo esencial "a esa f¨®rmula, por desgracia tan arraigada en Am¨¦rica Latina, como es esa dinast¨ªa siniestra que mi pa¨ªs, lamentablemente, ha contribuido a formar".

Pese a ese pesimismo, Vargas Llosa se muestra absolutamente contrario a considerar que las democracias occidentales no son exportables a Latinoam¨¦rica. "Es un grav¨ªsimo error pensarlo. La democracia pertenece a los pa¨ªses que la hacen suya". Y la literatura, algo puede contribuir, opina: "Enriquece la sensibilidad frente a la violencia y la imperfecci¨®n humanas".

Ahora dice que la mejor manera de no sucumbir a esa melancol¨ªa y vaci¨® que le ha quedado tras esa "aventura formidable" que ha sido escribir ese novel¨®n es seguir escribiendo. Su pr¨®ximo gran proyecto ser¨¢ contar la historia de Flora Trist¨¢n, una feminista avant la lettre, del siglo XIX, que vivi¨® una aventura tr¨¢gica.