El presidente de Austria se declara obligado a aceptar un Gobierno con la ultraderecha
M¨¢s de 15.000 personas rompieron ayer el clima de resignaci¨®n extendido entre los opositores del populista de derecha J?rg Haider, en una marcha de protesta que parti¨® de la sede del Partido Popular de Viena y acab¨® ante la canciller¨ªa presidencial. Mientras, el presidente federal austriaco, Thomas Klestil, recibi¨® ayer a los nuevos socios de la coalici¨®n azul-negra (FP?-?VP), el democristiano Wolfgang Sch¨¹ssel y Haider, para realizar consultas, antes de tomar una decisi¨®n sobre el mandato para formar Gobierno. Para hoy al mediod¨ªa est¨¢ fijada una nueva cita en el palacio presidencial.
En su encuentro previsto para hoy, Sch¨¹ssel (?VP) y Haider (FP?) firmar¨¢n un pre¨¢mbulo al programa de gobierno con una "Declaraci¨®n sobre los valores fundamentales de la democracia europea", elaborada por Klestil."Wolfgang Sch¨¹ssel y J?rg Haider han provocado la crisis m¨¢s grave de Austria desde 1945. Tenemos que acabar con esta pesadilla", fue la convocatoria de esta "acci¨®n espont¨¢nea". La manifestaci¨®n fue organizada por la denominada Ofensiva Democr¨¢tica, que re¨²ne a intelectuales, organizaciones antirracistas, exministros socialdem¨®cratas y representantes del partido verde y del foro liberal. El lema de ayer era: NO a una coalici¨®n con el Racismo. Los manifestantes profirieron silbidos y abucheos a su paso por la sede del ?VP, mientras exhib¨ªan pancartas en las que se pod¨ªa leer: "Desde Viena a Bruselas nadie quiere a Haider" y esl¨®ganes contra la p¨¦rdida de valores democr¨¢ticos.
Mientras, todo parece indicar que Klestil aceptar¨¢ al fin, en contra de su opini¨®n, expresada en una entrevista que publica hoy jueves el semanario News, la nueva coalici¨®n y dar¨¢ luz verde para la formaci¨®n del nuevo Gobierno derechista. En Austria ha gobernado la socialdemocracia (SP?) durante 51 de los 55 a?os de historia de la segunda rep¨²blica.
La Constituci¨®n austriaca, que otorga muchos poderes al presidente, elegido por sufragio universal, ha colocado a Klestil en el centro de la crisis, sobre todo tras el acuerdo logrado la noche del martes entre el Partido Liberal (FP?) de Haider y el ?VP de Sch¨¹ssel. Fieles al caudillismo, la presidencia del FP? aprob¨® por unanimidad el acuerdo. La del ?VP se reuni¨® hasta pasada la media noche y aprob¨® el programa de Gobierno con un solo voto en contra. Mientras tanto, la pelota que hab¨ªan jugado durante algo m¨¢s de una semana entre Haider y Sch¨¹ssel pas¨® a poder de Klestil, quien tiene que tomar al fin una decisi¨®n por imperativo constitucional.
Contra su voluntad
Una entrevista que aparece hoy en el semanario News, autorizado su texto por Klestil, pone de manifiesto de forma casi palpable que el presidente se encuentra dispuesto a tragarse un aut¨¦ntico sapo y bendecir, contra su voluntad, la nueva uni¨®n. Klestil no deja en la entrevista t¨ªtere con cabeza y arremete casi con igual dureza contra sus antiguos correligionarios del ?VP y contra Haider. Los socialdem¨®cratas (SP?) tambi¨¦n llevan lo suyo, aunque en menor medida, del rapapolvo presidencial.
A la pregunta sobre si tomar¨¢ juramento a un nuevo Gobierno ?VP-FP?, Klestil no deja la menor duda de que sabe sumar: "Ambos partidos tienen una mayor¨ªa en el Parlamento. Desde un principio tuve claro que 52 mandatos del ?VP m¨¢s 52 del FP? dan una mayor¨ªa de 104 . Yo tambi¨¦n tengo esa capacidad de c¨¢lculo. En una democracia hay que respetar una mayor¨ªa parlamentaria. No cuentan los estados personales de ¨¢nimo. Si tomase juramento a ese Gobierno, no lo hago por convencimiento personal, porque temo que Austria sufra perjuicios en el ¨¢mbito internacional". A?ade Klestil que defender¨¢ a Austria en el extranjero, "como siempre lo he hecho. Usar¨¦ la estrecha red de mis contactos internacionales para explicar los hechos en Austria y lograr as¨ª una limitaci¨®n de los da?os".
Klestil lleg¨® a la presidencia en 1992 como candidato del ?VP y result¨® reelegido en 1998. Su mandato expira el a?o 2004 y no puede ser reelegido. Experiment¨® en propia carne, como embajador en EEUU, las consecuencias del caso Waldheim, el presidente de Austria que se convirti¨® en un paria pol¨ªtico por no decir la verdad sobre su pasado como oficial alem¨¢n durante la Guerra Mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.