Medio Ambiente autoriza cacer¨ªas de perros salvajes en 17 cotos de la regi¨®n

La Consejer¨ªa de Medio Ambiente ha autorizado la caza de perros salvajes en 17 cotos de la regi¨®n porque las manadas de canes asilvestrados causan estragos entre los reba?os de ovejas y diversas especies cineg¨¦ticas. Los t¨¦cnicos a?aden que suponen adem¨¢s un peligro para las personas porque portan enfermedades contagiosas. Los ecologistas afirman que la Comunidad debe controlar el abandono de perros para evitar las cacer¨ªas.

El lobo, el c¨¢nido m¨¢s temido por el hombre a lo largo de la historia, ha desaparecido de los montes madrile?os. Su lugar lo ha ocupado un cuadr¨²pedo menos majestuoso, pero m¨¢s peligroso, porque no teme al hombre: el perro salvaje.La Comunidad desconoce el n¨²mero de canes asilvestrados que vagan por la regi¨®n, pero s¨ª ha descubierto las consecuencias de sus dentelladas: "Los perros salvajes atacan a los reba?os de ovejas, incluso ha habido casos en la provincia vecina de Guadalajara en los que han matado vacas", afirm¨® ayer el director general de Medio Natural, Juan del ?lamo. "El ataque del perro no es como el del lobo. Los perros se ensa?an m¨¢s con sus v¨ªctimas. El lobo mata y come, pero el ataque del perro salvaje es m¨¢s sangriento", a?adi¨®. "Los canes viven de los animales que puedan cazar, ya est¨¦n vivos o muertos. Cuando andan escasos de comida, normalmente en invierno, dejan la espesura del bosque y se acercan a los pueblos para olisquear entre la basura", explic¨® Del ?lamo.

Los canes salvajes desarrollan un comportamiento gregario, similar al del lobo, seg¨²n explic¨® ayer el especialista de Ecologistas en Acci¨®n, Teo Oberhuber. "Se organizan en grupos sociales liderados por un macho o una hembra dominante y desarrollan estrategias de ataque", explica Oberhuber. "Uno o dos perros van a la cabeza de la manada en la persecuci¨®n. Si su v¨ªctima pega un giro y les esquiva, los canes que van detr¨¢s toman las primeras posiciones en la persecuci¨®n", comenta el ecologista.

Los perros silvestres tambien tratan de saciar su apetito hinc¨¢ndole el diente a animales de especies cineg¨¦ticas diversas, fundamentalmente de la caza menor, como los conejos o las liebres. Pero se han dado casos de ataques a corzos -de la familia de los c¨¦rvidos- y a las cr¨ªas de otros animales silvestres de caza mayor, como el venado.

Los perros salvajes se atreven a m¨¢s: "Ha habido casos en la zona de Siete Picos [una cumbre serrana de Cercedilla] en los que los monta?eros han tenido que huir porque se toparon con una manada de perros y les hizo frente", asegur¨® el ecologista. "Los perros silvestres desarrollan cierta agresividad contra el hombre, le conocen y no le temen", explic¨®.

Contagio de enfermedades

Los canes asilvestrados suponen un peligro por las enfermedades que portan. "Nunca se les ha sometido a control sanitario alguno, por lo que pueden contagiar enfermedades como la lismaniosis, diversos quistes e incluso la rabia, aun a pesar de que esta enfermedad no existe en los canes dom¨¦sticos", afirm¨® Del ?lamo.

Los ecologistas afirman que las cacer¨ªas de perros s¨®lo son un parche "al descontrol en la gesti¨®n que lleva el Gobierno regional a la hora de regular la poblaci¨®n canina", seg¨²n critica Oberhuber. "La reinserci¨®n de los perros salvajes es complicada, sobre todo en aquellos animales que cuentan con precedentes de ataques a personas", a?adi¨® el ecologista.

Los cazadores esgrimen la presunta peligrosidad de las manadas de perros silvestres para solicitar el permiso para las cacer¨ªas. Medio Ambiente ha autorizado batidas en los cotos de las localidades de Moraleja de Enmedio, Robledo de Chavela, Valverde de Alcal¨¢, Ribatejada, Colmenar de Oreja, Alcorc¨®n, Daganzo de Arriba, Meco, Ajalvir, Alcal¨¢ de Henares, Valdeolmos, Cobe?a, Villalbilla, Gri?¨®n, Fuenlabrada, San Mart¨ªn de Valdeiglesias y Lozoyuela. Pero les ha denegado la autorizaci¨®n a los de Orusco de Taju?a, Canencia, Torremocha y Titulcia. Cuando un coto de caza solicita permiso para organizar batidas de perros, Medio Ambiente env¨ªa a los guardas forestales a inspeccionar las fincas. Si encuentran a los perros o indicios de sus matanzas, autorizan la batida. En caso contrario, la deniegan.

El origen de los canes silvestres es doble. Algunos son perros dom¨¦sticos o de caza, que han sido abandonados por sus due?os y se tienen que buscar la vida como pueden. Otros son cachorros cuyos progenitores ya llevan a?os sin due?o. Los hay de todos los tama?os, "desde los m¨¢s peque?os hasta los grandes, como el mast¨ªn", explic¨® Del ?lamo.

La Comunidad de Madrid tiene registrados a 400.000 perros dom¨¦sticos. El n¨²mero de los canes que vagan salvajes es desconocido.