"Andaluc¨ªa es el pueblo m¨¢s joven de Espa?a porque naci¨® entre los siglos XIII y XX"
Jos¨¦ Mar¨ªa Vaz de Soto naci¨® en Paymogo (Huelva) en 1938. Catedr¨¢tico de Lengua y Literatura, es, adem¨¢s, uno de los escritores que ha renovado el panorama de la narrativa espa?ola. Vaz de Soto ha estado siempre interesado por el habla andaluza y ha dejado constancia de ello en distintas publicaciones. Entre sus novelas destacan El infierno y la brisa (1971, llevada al cine como ?Arriba Haza?a!); Fabi¨¢n (1977); Di¨¢logos de la alta noche (1982); Despe?aperros (1988); y S¨ªndrome de Oslo (1998). Su inter¨¦s por la dialectolog¨ªa de la regi¨®n se puso de manifiesto en su libro Defensa del habla andaluza (1981).Vaz de Soto rechaza la visi¨®n idealizada de la civilizaci¨®n isl¨¢mica en el sur de la Pen¨ªnsula. "Andaluc¨ªa no es la heredera de Al-?ndalus, como quer¨ªa Blas Infante y los andalucistas. Es un error hist¨®rico. Los rasgos pecualiares de Andaluc¨ªa toman forma entre los siglos XIII y XX. Se explican con la repoblaci¨®n cristiana", se?ala el escritor. "La poblaci¨®n musulmana pr¨¢cticamente se erradic¨® en el siglo XIII en Andaluc¨ªa Occidental y entre los siglos XV y XVII en Andaluc¨ªa Oriental", agrega Vaz de Soto.
"Fernando III y Alfonso X conquistaron en el siglo XIII los reinos de Ja¨¦n, C¨®rdoba y Sevilla. Echaron a la gente que viv¨ªa aqu¨ª. Estos reinos fueron repoblados con personas de Le¨®n, Castilla, Arag¨®n, Asturias... Tras el reinado de Fernando III, los musulmanes se rebelaron contra Alfonso X y ¨¦ste los expuls¨®. De los anteriores pobladores andalus¨ªes qued¨® un 1% en Andaluc¨ªa Occidental. Se trat¨® de asimilar a la poblaci¨®n, pero la religi¨®n era infranqueable", contin¨²a el escritor.
En Andaluc¨ªa Oriental la presencia musulmana se prolong¨® varios siglos m¨¢s. "Cuando se conquist¨® Granada en 1492, qued¨® un tercio de poblaci¨®n musulmana. Finalmente, Felipe III los ech¨® a todos en 1609. Granada se repobl¨® fundamentalmente con gente de Andaluc¨ªa Occidental. La clave de la unidad de Andaluc¨ªa es la repoblaci¨®n cristiana. Esto es muy duro de reconocer para un andalucista", resume el autor de El infierno y la brisa.
"Andaluc¨ªa es el pueblo m¨¢s joven de Espa?a porque naci¨® entre los siglos XIII y XX. Aqu¨ª no hay m¨¢s arabismos que en Toledo. Vivimos en un mito. Esa idea de que Andaluc¨ªa es una especie de entidad eterna es una falsedad", recalca. Vaz de Soto tambi¨¦n echa por tierra la idea de que jud¨ªos, ¨¢rabes y cristianos vivieran en una dulce armon¨ªa en Al-?ndalus. "La historia de las tres culturas que viv¨ªan en paz es una mentira. Los jud¨ªos estaban arrinconados. Y los ¨¢rabes y los cristianos se mataban entre s¨ª. Cuando ya no pod¨ªan matarse entre s¨ª, se aguantaban y se soportaban", indica el escritor.
"Los rasgos diferenciales andaluces son muy pocos y muy modernos. Andaluc¨ªa es una regi¨®n muy joven. Entre Castilla-La Mancha, Extremadura y Andaluc¨ªa no hay diferencias muy fuertes. Tienen el mismo idioma y las mismas costumbres. Es obvio que hay diferencias. Pero tambi¨¦n las hay entre un pueblo y el de al lado, entre una casa y la de al lado... Y eso no significa nada", agrega.
"Un andaluz es un espa?ol que habla el idioma con diferente acento. Porque no veo m¨¢s rasgos profundos de Andaluc¨ªa. No creo que haya tanta diferencia respecto al resto de Espa?a. Cuando se habla de se?as de identidad, por lo ¨²nico que se conoce a un andaluz es por el acento", dice el escritor.
Vaz de Soto propone en Defensa del habla andaluza que "hay un modo de pronunciar a la andaluza que no debe tener complejo de inferioridad respecto al modo de pronunciar a la castellana". "Los acentos son todos leg¨ªtimos. A m¨ª no me interesa la peculiaridad de cada pueblecito, el l¨¦xico de cada pueblecito... Me interesa lo que el habla andaluza tiene de m¨¢s general, lo que puede ser la norma m¨¢s culta en el andaluz, la norma que pueda ser usada en todas las tribunas", resalta el autor de Di¨¢logos de la alta noche.
Vaz de Soto lamenta la ausencia del andaluz en los programas informativos de la televisi¨®n auton¨®mica. "Es un poco triste que en Canal Sur no se oiga el acento andaluz en los programas informativos. Cuando se oye el andaluz en Canal Sur es para degradarlo, para utilizarlo en los chascarrillos. No hay que emplear el andaluz s¨®lo para usos caseros y coloquiales. El andaluz tiene un cierto desprestigio porque se usa para hacer chistes. Parece que en Canal Sur la consigna es utilizar el andaluz para los chistes, no para un tema serio, para un informativo", asevera.
"Las hablas andaluzas tienen unos denominadores comunes. Hay un acento m¨¢s general y m¨¢s culto que se debe cultivar. En los medios de comunicaci¨®n debe existir esa pronunciaci¨®n culta a la andaluza. Sin embargo, para un locutor es m¨¢s c¨®modo utilizar la norma castellana que cultivar un buen andaluz, depurado con el uso. Esto ¨²ltimo es m¨¢s dif¨ªcil", dice.
Vaz de Soto detalla los rasgos fon¨¦ticos principales del andaluz culto. "El andaluz cultivado es aquel aceptado por la gente culta de Andaluc¨ªa y que es com¨²n con el habla de Hispanoam¨¦rica. Los rasgos principales de ese andaluz culto son el seseo, el ye¨ªsmo (pronunciaci¨®n de la elle como ye), la aspiraci¨®n de la ese final de s¨ªlaba y la jota suave, relajada, esa especie de h aspirada que se pronuncia aqu¨ª", concluye el novelista.
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