Pudendagra
Los ciervos -ahora que las garzas inician sus galanteos, paradas y gritos amorosos-, tras sus celosos bramidos seductores para llevar de calle a su har¨¦n y la larga temporada de no parar en torreta con tanto solaz amor¨ªo para deleite de deseadas y deseosas camaradas de Diana, est¨¢n perdiendo sus ramificadas cuernas -arbre rabent, arrelat dins el vent-, ¨¢rbol sagrado de la c¨ªclica renovaci¨®n de la vida, m¨ªstico mensajero entre el cielo y la Tierra. Nuestra gente cre¨ªa que tambi¨¦n perd¨ªa los genitales por tanto trasiego. Los cuernos no ten¨ªan precio como amuleto; preservativo de males y procurador de fuerza genital.No es raro que el occitano sant Joan de Mata, fundador de los trinitarios y redentor de cautivos de Al-Andalus y el Magreb hasta 1213 que fue redimido de este valle de l¨¢grimas, tenga como atributo un ciervo. Su leyenda lo presenta como un caballero m¨¢s galanteador que el conde Lecquio, pero sin vender intimidades a deslenguados trovadores, y tan gentil y delicado que le persegu¨ªan las damas merecedoras; ¨¦l asediaba a una tierna casada con osad¨ªas de toda especie; le amonest¨® el mismo rey, pero su pasi¨®n pod¨ªa m¨¢s que el seny.. La joven acab¨® cit¨¢ndolo: se levant¨® el jub¨®n y le mostr¨® los pechos ro¨ªdos por un terrible c¨¢ncer de mamas; al pobre feliz Llull le pasar¨ªa lo mismo unos 30 a?os despu¨¦s, ?malos tiempos para la liberaci¨®n sexual! Huy¨® del mundo y la carne; abraz¨® la religi¨®n, dejando esposa y una llocada de mocosos, y se dedic¨® a rescatar prisioneros con el don de, con la misma rapidez de ciervo con que las enamoraba, escaparse de infieles y volar cual p¨¢jaro sin alas. Nuestro pueblo, sin embargo le invocaba para librarse del mal napolit¨¤, lues, morbo g¨¢lico, la borjana pudendagra: Sant Joan de Mata, / traieu-me el mal de m¨ª/ i doneu-li'l al ve¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.