?Sigue, Joan! ?No pares, Paco! EMPAR MOLINER
Cuando lean esta cr¨®nica, yo tal vez no existir¨¦ y ser¨¦ polvo enamorado. El problema es que esta secci¨®n se nutre de actualidad. Ese es el problema. El se?or EL PA?S me env¨ªa a los acontecimientos culturales (no a todos; piensen que las que somos monas pero tontas, tenemos nuestras limitaciones) y yo le escribo mis impresiones de chica sin estudios. Le tengo dicho que me env¨ªe a un concierto de Jean-Michel Jarr¨¦, el de Campos magn¨¦ticos, pero ¨¦l duro y dale con que no estoy preparada.Si me hubiese enviado, por ejemplo, a L'Espai, tendr¨ªamos la certeza de que la cr¨®nica ser¨ªa le¨ªda al d¨ªa siguiente de ser escrita. Es decir: hoy. ?Por qu¨¦? Pues porque las temporadas en L'Espai duran como m¨¢ximo tres d¨ªas ("eres m¨¢s corto que una temporada en L'Espai", dice el sabio refranero). En un teatro normal se hace temporada de cuatro semanas y se prorroga durante cinco d¨ªas m¨¢s. En L'Espai, si alg¨²n cantante tiene mucho ¨¦xito prorroga tres horas y los bises nunca superan los 20 segundos. No es de extra?ar que el rock catal¨¤ se est¨¦ volviendo minimalista. Es que no cabe.
Pero ayer, el se?or EL PA?S me envi¨® a ver La jaula de las locas y tranquilamente habr¨¢ guardado mi cr¨®nica durante unos 15 a?os (los que Paco Mor¨¢n y Joan Pera habr¨¢n permanecido en cartel). ?Se dan cuenta? ?Han pasado 15 a?os y yo ya estoy demasiado mayor para hacerles re¨ªr! Al menos, hace dos lustros, usaba una falda plisada de colegiala que compensaba mi tonter¨ªa. ?Lo ¨²nico plisado que debe haber en m¨ª, ahora, debe de ser el cutis!
Por lo dem¨¢s, Paco Mor¨¢n y Joan Pera se merecen estar en cartel 20 a?os. Me encantaron, y les dar¨¦ una raz¨®n aparte de las muchas que ustedes, amiguitos, ya conocen: en el escenario se comportan como se supone que debe comportarse una prostituta muy profesional. Te provocan la extra?a ilusi¨®n de que lo pasan de miedo trabajando para ti. Incluso es como si disfrutaran con los servicios que tradicionalmente no est¨¢n de moda, porque s¨®lo le dan placer al que paga. Ya me entienden. Seg¨²n qu¨¦ cosas, hay que ped¨ªrselas a tu pareja con mucho tacto y s¨®lo de vez en cuando, o te considerar¨¢ una abyecta.
Imaginen, por un momento, a Peter Brook y se?ora:
"Peter, Cari...", susurrar¨ªa ella: "Ya sabes que la rutina se instala en el matrimonio y... (s¨¦ que no es moderno, y tal y pascual, pero...) tengo un d¨ªa tonto y... me encantar¨ªa un poco de teatro del de siempre, por probar... con su tresillo, sus gags visuales, su media parte, sus tres actos (s¨ª, s¨ª, ya s¨¦ que ese tipo de teatro no cambia el mundo, mi vida) sus morcillas (s¨ª, Peter, una morcilla ni es org¨¢nica ni sale de dentro, c¨®mo va a ser org¨¢nica y salir de dentro si es una morcilla?) S¨®lo he dicho que me apetecer¨ªa probar...".
Peter Brook, no hay ni que decirlo, se habr¨ªa ido poniendo de un ligero verde-tele?eco: "?D¨®nde has estado mientras yo ensayaba el Mahabharata? ?Eh? ?Has ido otra vez a ?rase una vez Eugenio? ?Lo has hecho?".
Amiguitos, yo no soy qui¨¦n para dar consejos desde esta tribuna improvisada, pero s¨®lo dir¨¦ una cosa: est¨¢te al loro, Peter Brook, porque una mujer busca fuera lo que no encuentra en casa.
Aunque lo parezca, hacer como que lo pasas bien trabajando, si eres artista y bien pagado, no es nada f¨¢cil. ?Acaso los futbolistas ponen cara de gusto? ?Y los pintores primitivos? ?Y los escritores noveles? ?Y los bailarines contempor¨¢neos? ?Y Nacho Cano (que es como un compendio de todas las artes)? No me negar¨¢n que cuando toca el piano parece que est¨¦ oliendo escamas de pez. Pone los dedos en las teclas con tanta trascendencia que es como si en realidad comprobase si la plancha est¨¢ caliente. Y yo le comprendo, no crean. No va a estar sonriente, encima que toca.
En el teatro, la cosa no mejora. Me dir¨¢n que es un problema de direcci¨®n, pero los actores (sobre todo los de mon¨®logos) hacen cara de perdonarte la ejecuci¨®n y si no te escupen es s¨®lo porque los a?os sesenta quedan lejos y el teatro participativo ha perdido espectadores. Lo del teatro de la crueldad, hoy en d¨ªa es otra cosa que tiene m¨¢s que ver con los asientos de la Sala Petita del TNC que con Artaud.
Dir¨¢n que mi generaci¨®n s¨®lo quiere ir al teatro a divertirse, y tendr¨¢n raz¨®n. Me siento mucho menos comprometida con la sociedad que mi abuela, que cada vez que le ense?aba el pecho izquierdo al abuelo se vendaba los ojos para que ¨¦l no perdiera la ilusi¨®n por la Rep¨²blica. Ya lo s¨¦, ya lo s¨¦. Mientras que mis padres se preguntaban de d¨®nde venimos y hacia d¨®nde vamos, lo ¨²nico que nos preguntamos las nenas como yo es: "A qu¨¦ huelen las cosas que no huelen". Y cuando estamos embarazadas se nos olvida. ?Quieren otro ejemplo?
El otro d¨ªa fui a ver The Blair witch project y en la cola tuve que soportar a todos los listos que elogiaban el movimiento inquietante y vanguardista de la c¨¢mara. Pues no le vi la gracia. Al contrario. A la media parte estaba tan mareada que tuve que salir a vomitar. Me pareci¨® como Catalunya des de l'aire, pero con mensaje.
Tal vez por eso aull¨¦ de risa con Paco Mor¨¢n y Joan Pera. No voy a ponerme a analizar por qu¨¦ triunfan, porque hay cosas que no son analizables. ?Alguien se pregunta por qu¨¦ Luis Aguil¨¦ canta La chatunga? ?Alguien se pregunta por qu¨¦ lleva sombrero y bufanda, el 5 de agosto, el maestro Gimferrer? ?Verdad que no?
Yo s¨®lo s¨¦ que mientras todos se preocupan por no romper la cuarta pared, Paco Mor¨¢n y Joan Pera no s¨®lo la han roto, sino que han convertido su escenario en un bonito y acogedor loft.
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