El Pamesa, impotente frente al C¨¢ceres

PAMESA 79-C?CERES 81Tres encuentros ha perdido el Pamesa Valencia en su pabell¨®n. Y en los tres casos, las derrotas han llegado por caminos mim¨¦ticos. Con manifiesta incapacidad por parte del conjunto valenciano para enderezar situaciones adversas. Ya ocurri¨® ante el TDK, ya sucedi¨® contra el Caja San Fernando, y ayer, ante el C¨¢ceres, tres cuartos de lo mismo. En cuanto el rival consigue un colch¨®n de seis o siete puntos, la remontada se convierte en una especie de muro insuperable.Las consecuencias de la decepci¨®n copera no remiten. El Pamesa ha pasado de acariciar la primera plaza de la fase regular a contemplar como puede peligrar el factor campo en las eliminatorias por el t¨ªtulo.

Pero la Copa no s¨®lo ha descabalgado al Pamesa de la senda exitosa. Hay dos jugadores a quienes la Copa los ha ubicado en un mundo confuso. Rodilla y Tanoka. Y si a un equipo le fallan la cabeza y los pies, ?qu¨¦ se puede esperar? Poca cosa. La omnipresencia, la abnegaci¨®n, la profesionalidad de Hopkins pueden ayudar, pero no salvar. Adem¨¢s, Hopkins, como todo ser humano, tiene unos l¨ªmites. Mientras conserv¨® su plenitud, el Pamesa goz¨® de ventajas. Cuando el pivote cedi¨®, el colectivo se desmoron¨® por completo.

Hab¨ªa perdido ayer el Caja San Fernando. El Pamesa, por tanto, ten¨ªa a su alcance el reencuentro con la plaza m¨¢s alta del podium de la Liga. Un id¨ªlico panorama abortado, sin embargo, por la nulidad de los locales y por el C¨¢ceres. Un gran C¨¢ceres. Inteligente y constante. Supo resistir la embestida inicial del Pamesa -perd¨®n, de Hopkins- para reivindicar protagonismo antes del descanso y asestar el golpe definitivo en los instantes iniciales de la reanudaci¨®n. Porque golpe definitivo es adquirir s¨®lo seis puntitos en el feudo del Pamesa. M¨¢s que suficiente. Ni una postrera posesi¨®n del Pamesa obr¨® el milagro. No pudieron anotar ni Rodilla, ni Hopkins ni Maluenda. Era el ep¨ªlogo a todo un tratado de impotencia.