Hay que ganar la paz

Los soldados de la OTAN fueron recibidos el pasado a?o como un Ej¨¦rcito de liberaci¨®n por parte de la poblaci¨®n albanesa en Kosovo, que sufri¨® lo indecible bajo las hordas desplegadas por Slobodan Milosevic en aquella "provincia serbia". El lunes, en Kosovska Mitrovica, los liberadores de anta?o tuvieron que reprimir con contundencia a aquellos que los aplaud¨ªan y abrazaban hace apenas seis meses. Son muchos los factores que han llevado a esta situaci¨®n tan desgraciada como dram¨¢tica.Por un lado est¨¢n los irredentos albaneses que, movidos por los pasados sufrimientos de los suyos y sus propios intereses, tratan de establecer un r¨¦gimen tan antidemocr¨¢tico y d¨¦spota como el que padecieron bajo Milosevic, con s¨ªmbolos ¨¦tnicos distintos. Por otro est¨¢ la manifiesta incapacidad de la administraci¨®n impuesta por la ONU, bajo Bernard Kouchner, para reconstruir una administraci¨®n efectiva en Kosovo. Kouchner es un hombre con muchos principios y posiblemente grandes ideas, pero no el gestor implacable que Kosovo necesita. Los retrasos en el env¨ªo de fuerzas de polic¨ªa prometidas por muchos Estados y en la reconstrucci¨®n del aparato administrativo y la infraestructura han convertido Kosovo en un foco de permanente inestabilidad.

Los servicios de espionaje militar serbios y los grupos articulados y organizados por Belgrado siguen funcionando a sus anchas sin que las fuerzas internacionales de la Kfor lo eviten. El origen del conflicto en Mitrovica -bajo control franc¨¦s en la divisi¨®n militar de la provincia hecha por los aliados y verdadera frontera de la partici¨®n pol¨ªtica y ¨¦tnica de Kosovo- est¨¢ en que miles de albaneses siguen sin poder recuperar sus casas porque la Kfor mantiene la divisi¨®n ¨¦tnica de la localidad, en la que la poblaci¨®n serbia se ha agrupado en su lado norte. S¨®lo con m¨¢s fuerzas ser¨ªa posible garantizar la seguridad de los miembros de ambas etnias en sus hogares, en ambas riberas del r¨ªo Ibar, que divide la ciudad.

A la postre, lo que se intenta decidir por la v¨ªa de los hechos es la situaci¨®n final de Kosovo en los Balcanes. Es improbable que, despu¨¦s de lo sucedido, Kosovo vuelva a integrarse en Serbia. Pero hablar de independencia resulta probablemente prematuro y contraproducente. Hay un serio riesgo de reemplazar una limpieza ¨¦tnica por otra en sentido inverso. Adem¨¢s, Mitrovica no es el ¨²nico problema en la zona. Est¨¢ en el aire la independencia de Montenegro, posibilidad que crece a medida que Milosevic se refuerza en Belgrado. Salvo a trav¨¦s de una profunda democratizaci¨®n en toda la regi¨®n que pasa por la salida de Milosevic, los intentos de recomponer Yugoslavia parecen abocados al fracaso.

Pero la comunidad internacional, en la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra, se comprometi¨® a respetar la "integridad territorial" de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia, lo que incluye Kosovo. Esta resoluci¨®n no es una mera formalidad y todo cambio exigir¨ªa una nueva toma de posici¨®n por el Consejo de Seguridad. Un renuncio, incluso en aras del realismo, a la palabra dada beneficiar¨¢ a Milosevic y perjudicar¨¢ la credibilidad de la ONU y de la OTAN.