RICARDO D?EZ HOCHLEITNER

Acaba de fallecer un hombre excepcional, un amigo incondicional de Espa?a, a la que se vincul¨® cuantas veces pudo. Hans Wuttke fue un verdadero ciudadano del mundo, fiel a sus ra¨ªces alemanas, enamorado de Espa?a, con visi¨®n y dedicaci¨®n internacional en sus actividades. Nacido en Hamburgo en 1923, se doctora en Derecho en 1949 y en 1952 consigue el t¨ªtulo de licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca.Su inicial carrera bancaria y empresarial comienza en los servicios jur¨ªdicos en dos bancos, en Hanover y D¨¹sseldorf, para pasar ya en 1955 a dirigir el departamento internacional de la central de Daimler Benz en Stuttgart y luego, en 1961, como director ejecutivo y socio de un importante banco privado en Hamburgo, hasta aceptar en 1975 el puesto de consejero delegado y posterior presidente del Banco Dresdner en Francfort am Main. La personalidad y proyecci¨®n internacional del doctor Wuttke se pone particularmente de relieve con su nombramiento en 1981 como presidente de la Corporaci¨®n Financiera Internacional y vicepresidente del Banco Mundial en Washington D.C., habiendo sido consejero de Rolls-Royce Motors, Standard Electric, Cementos Portland, Esso, Thyssen, etc¨¦tera. En Espa?a estuvo vinculado a Dragados y Construcciones como consejero y fue accionista durante alg¨²n tiempo del Grupo Tim¨®n.

Miembro del Club de Roma, tambi¨¦n ha sido miembro del Consejo de la Escuela Diplom¨¢tica de la Universidad de Georgetown, gobernador del Atlantic Institute para asuntos internacionales, presidente del Comit¨¦ Europeo para el Progreso Econ¨®mico y Social, etc¨¦tera, y desde hace unos a?os asesor personal de Rong Jiren, el vicepresidente del Congreso de China y presidente de la Agencia CITIC.

Casado actualmente con la dise?adora croata Jagoda Buic, Hans Wuttke ten¨ªa cuatro hijos y su residencia principal en Par¨ªs, aparte de las de Londres, Washington, Bonnieux (al sur de Francia) y Venecia. Pese a todo, sol¨ªa repetir con fuerza que visitar Espa?a, y concretamente a sus amigos en Madrid, era una de sus mayores alegr¨ªas. Descanse en paz despu¨¦s de tan larga y cruel enfermedad.