Una clase con Mozart
"?C¨®mo est¨¢is?". Con la f¨®rmula tradicional de los payasos comenz¨® ayer Araceli Gonz¨¢lez Campa la presentaci¨®n del primer concierto did¨¢ctico que ofrece la Orquesta Sinf¨®nica de Bilbao (BOS) en el Palacio Euskalduna. Ni?os de todas las edades, profesores de sus centros escolares (a trav¨¦s de los que se organiza la visita) y algunos padres se dieron cita un a?o m¨¢s (y llevan 13) para aprender de la m¨²sica cl¨¢sica disfrutando con ella.La apertura del ciclo tuvo como tema central La m¨²sica y el sentimiento. Lo primero fue, como explic¨® Fernando Argenta, compa?ero de Araceli en el programa de Radio Nacional de Espa?a Cl¨¢sicos populares y copresentador ayer del concierto, "escuchar c¨®mo afina una orquesta". Los miembros de la BOS, elegantes pero con traje de calle, comenzaron la jornada con buen humor. El mismo que derroch¨® su director Juanjo Mena, que dio muestras de disfrutar realmente con los escolares durante la hora que dura el concierto.
Como si jugaran, los ni?os asistieron al prodigio de c¨®mo lam¨²sica cl¨¢sica transforma en melod¨ªa los sentimientos. Se comenz¨® con la alegr¨ªa, con la obertura de Las bodas de F¨ªgaro, de Mozart. Primero, Araceli y Fernando introdujeron el tema, explicaron junto a la orquesta c¨®mo Mozart consigue transmitir la alegr¨ªa de la boda con peque?os fragmentos de la pieza. Luego, se toc¨® toda la obertura sin pausas. As¨ª se pas¨® de la alegr¨ªa a la tristeza, del amor a la melancol¨ªa.
El p¨²blico infantil es muy dif¨ªcil. Los miembros de la BOS lo saben. Tras 13 a?os realizando los conciertos did¨¢cticos, su experiencia les hace dosificar ense?anza y m¨²sica y, sobre todo, no prestar atenci¨®n a puertas que se abren para ir al ba?o, risitas nerviosas o alguna que otra protesta.
Sin embargo, no hay otro p¨²blico m¨¢s agradecido. Todos pendientes de las palabras de Araceli Gonz¨¢lez Campa y Fernando Argenta, varios brazos levantados cuando ellos ped¨ªan voluntarios para subir al escenario a colaborar en una explicaci¨®n. Las primeras fueron Raquel y Luc¨ªa, a las que se les pregunt¨® qu¨¦ les gustar¨ªa m¨¢s que les trajeran los reyes. Sus respuestas reflejan el nivel de peque?os amantes de la m¨²sica que hubo ayer en el Euskalduna: un piano y un violonchelo, respectivamente.
Pero el mejor momento de esta primera cita de la BOS con los escolares vizca¨ªnos no lo protagonizaron ni los grandes cl¨¢sicos ni la orquesta, sino un espont¨¢neo y simp¨¢tico chaval. Se trataba de ejemplificar el sentimiento de amor y se pidi¨® un voluntario enamorado: Alain. A pesar de asegurar no ser correspondido, tuvo que bajar ella. Erika lo hizo amenazando al chico con unos cachetes. Y lleg¨® el momento. Alain tuvo que declararse ante los centerares de espectadores que apenas pod¨ªan contener la excitaci¨®n y la risa. "Siento que me gustas mucho, que eres muy guapa y... ?que me gustas mucho!", dijo un Alain colorado como un tomate. Ni Brahms, ni Beethoven, ni Mozart obtuvieron ayer un aplauso m¨¢s en¨¦rgico que este amor adolescente.
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