Un lujo al alcance del Sporting
El ruso Lediakhov se convierte en la referencia para un equipo en lista de espera hacia Primera Divisi¨®n
De las cenizas de lo que represent¨® el Sporting, un equipo que durante los ¨²ltimos a?os s¨®lo ha dado que hablar por sus r¨¦cords negativos, ha renacido ?gor Lediakhov, un futbolista destinado a brillar en la Liga de las Estrellas que se pudre un escal¨®n m¨¢s abajo, en Segunda. Cualquier plan para reflotar al Sporting pasa por la calidad y la inspiraci¨®n de Lediakhov.Desde su llegada a Gij¨®n en 1994, tras una participaci¨®n testimonial con Rusia en el Mundial, Lediakhov ha sido una referencia constante de lo mejor y lo peor del Sporting del ¨²ltimo lustro. Al principio alternaba largos periodos de oscuridad con irrupciones breves pero decisivas que alargaron la agon¨ªa del equipo en Primera. Mediada la temporada 1997-98, la peor de cualquier equipo en la historia de la Liga, Lediakhov fue el primero en salir disparado por una crisis que socav¨® los cimientos del club.
La onda expansiva le mand¨® hasta la Liga japonesa. Un a?o despu¨¦s, Lediakhov y el Sporting se necesitaban mutuamente. En su ca¨ªda imparable, el equipo parec¨ªa abocado a la Segunda B y, presa de una deuda descomunal, a la desaparici¨®n. Lediakhov, harto de una competici¨®n sin pedigr¨ª y del rutinario estilo de vida oriental, echaba de menos la pasi¨®n del f¨²tbol espa?ol y la calidad de vida en una ciudad peque?a, instalado en un chal¨¦ en la zona m¨¢s exclusiva de Gij¨®n. Se trag¨® su orgullo y, tras soportar el desprecio de Aad de Mos, el t¨¦cnico holand¨¦s que lleg¨® a echarle del vestuario poco antes de su destituci¨®n, se zambull¨® en la jungla de la Segunda.
Desde entonces, la figura de Lediakhov no ha parado de crecer a ojos de los sportinguistas. Fue decisivo en el reflotamiento del equipo, dejando en rid¨ªculo a los que hab¨ªan planificado la plantilla como un ej¨¦rcito de le?adores para la traves¨ªa por una categor¨ªa en la que, seg¨²n ellos, jugar al f¨²tbol era lo de menos. Lediakhov jug¨® muy bien de forma continuada e incluso super¨® en la mitad de la temporada la media docena de goles, un d¨¦ficit que ha impedido su llegada a un club grande.
La inercia contin¨²a y, rodeado por un grupo de chavales que anuncia otra buena cosecha de Mareo, Lediakhov ha colocado al Sporting en la lista de espera hacia la Primera Divisi¨®n. El inter¨¦s de su familia por quedarse en Gij¨®n le ha convertido en un lujo al alcance del Sporting, cuyos dirigentes ponen en el escaparate a todos sus productos atractivos para hacer caja. Con 31 a?os y arraigado en Asturias, donde piensa quedarse a vivir, s¨®lo quiere amarrar un ¨²ltimo contrato suculento y desparramar las ¨²ltimas gotas de su talento por Primera durante dos a?os m¨¢s.
Su contribuci¨®n, con 10 goles, est¨¢ resultando decisiva para mantener las esperanzas del Sporting, preso de la irregularidad que se ha cebado con todos los aspirantes al ascenso. Lediakhov parac¨ªa haber sentado la cabeza, consciente de su importancia en el equipo, pero hace una semana, en Albacete, se le volvi¨® a disparar el autom¨¢tico. Llevaba dos meses conteni¨¦ndose, apercibido de suspensi¨®n por cuatro tarjetas amarillas, y quiz¨¢s por eso perdi¨® los nervios cuando el ¨¢rbitro le expuls¨® por golpear a un jugador del conjunto manchego en un salto de cabeza.
?gor se indign¨®, tir¨® las tarjetas del ¨¢rbitro al suelo y el Comit¨¦ de Competici¨®n le castig¨® con seis partidos. El s¨¢bado cumpli¨® el primero de ellos y el Sporting se sinti¨® hu¨¦rfano: empate a cero con el Badajoz en El Molin¨®n.
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