El perdedor del concurso de la plaza de toros de Vitoria recurre la decisi¨®n

El tortuoso proceso para adjudicar la feria taurina de este a?o en Vitoria ha dado una nueva vuelta de tuerca. Uno de los empresarios que ha perdido el concurso convocado por el Ayuntamiento, Santos Santos, El Serranillo, ha presentado alegaciones a la decisi¨®n de la mesa municipal de contrataci¨®n de conceder la gesti¨®n a la empresa Toarte y, a la vista de sus argumentos, puede causar un nuevo giro en el procedimiento. Seg¨²n asegura en el recurso, se han cometido "errores sustanciales". El m¨¢s importante se refiere a que E.T. Toarte SL, la firma ganadora del concurso, no es la misma sociedad que Empresa Taurina Toarte SL, que gestion¨® la plaza de toros de Vitoria de 1990 a 1994. Aunque el nombre es casi el mismo, tienen un n¨²mero de identificaci¨®n fiscal (NIF) diferente.Este matiz resulta fundamental, ya que una de las principales razones para elegir a Toarte en el concurso fue su experiencia durante principios de la d¨¦cada y "el resurgir de la plaza" en aquellos a?os. La firma de El Serranillo, que lleva su mismo nombre, contesta que ese argumento no debe tenerse en cuenta puesto que "E.T. Toarte ni siquiera exist¨ªa entonces, porque no se fund¨® hasta 1994 y nunca ha gestionado la plaza de Vitoria".

Deudas con el Ayuntamiento

Aunque El Serranillo, gestor de la plaza desde 1995 hasta 1999, no lo incluye en el recurso, el empresario maneja otro argumento a su favor. Toarte, en su calidad de gestora de la plaza de toros de Vitoria entre 1990 y 1994, contrajo una deuda con el Ayuntamiento que a¨²n no ha pagado. Seg¨²n el demandante, la suma asciende a 3,7 millones, derivadas del Impuesto de Actividades Econ¨®micas. Ninguna empresa puede obtener un contrato p¨²blico si debe dinero a esa administraci¨®n.

Por tanto, se da una contradicci¨®n. Si Toarte utiliza como argumento su experiencia en Vitoria, no podr¨ªa presentarse al concurso por tener deudas contra¨ªdas con el Ayuntamiento. Seg¨²n las explicaciones de su principal competidor, Toarte no puede obtener el contrato porque, o bien no puede licitar a la gesti¨®n de la plaza por su condici¨®n de deudor, o bien al tratarse de una empresa distinta, no puede presentar como m¨¦rito propio la experiencia de su hom¨®nima.

En el proceso que se sigue en el Ayuntamiento hay varios agentes que han tomado decisiones parciales en la elecci¨®n del ganador del concurso. En primer lugar, un grupo de tres expertos (los presidentes de las plazas de Bilbao y San Sebasti¨¢n y un ex asesor del coso vitoriano) analiz¨® las propuestas -adem¨¢s de Toarte y El Serranillo se present¨® la madrile?a Sarot- y se inclin¨® por la primera debido a su experiencia entre 1990 y 1994. La semana pasada, la mesa de contrataci¨®n, de car¨¢cter eminentemente t¨¦cnico, apoy¨® esa opini¨®n. Pero la decisi¨®n final est¨¢ en manos de la concejal de Cultura, Encina Serrano. Antes deber¨¢ resolver las alegaciones de El Serranillo.

Este largo proceso ha estado salpicado de fallos. El gobierno municipal envi¨® primero por error un pliego de condiciones, luego intent¨® prorrogar el contrato con El Serranillo que se demostr¨® improcedente, hasta llegar al proceso negociado que ahora se est¨¢ resolviendo.