EL JUICIO POR EL 'CASO LASA-ZABALA' Un cuarto testigo se retracta en la vista de sus declaraciones anteriores
El polic¨ªa nacional Rafael Barranco se retract¨® ayer, durante la vista del caso Lasa-Zabala, de las declaraciones prestadas anteriormente, primero ante la propia polic¨ªa y luego ante el juez Javier G¨®mez de Lia?o. Barranco est¨¢ de baja y en tratamiento psiqui¨¢trico desde que en mayo de 1996 declar¨® en este asunto. Es el cuarto testigo, tras el polic¨ªa Julio V¨¢zquez Aira, y los ex guardias de Intxaurrondo Jos¨¦ Mar¨ªa Vel¨¢zquez Soriano y Francisco Javier Olivar, que se desdice de lo que manifest¨® en el sumario.
Tambi¨¦n el procesado Felipe Bayo se retract¨® en su d¨ªa de las declaraciones prestadas ante el juez. Barranco, que antes de comparecer bajo apercibimiento de ser detenido fue citado sin ¨¦xito por el tribunal para el 24 y 28 de enero y el 25 de febrero, hizo una declaraci¨®n muy peculiar. Por un lado, confirm¨® los extremos de sus declaraciones anteriores en lo relativo a que el ex gobernador Julen Elgorriaga y el general Enrique Rodr¨ªguez Galindo pagaban mensualmente a polic¨ªas franceses a trav¨¦s suyo para que les proporcionasen informaci¨®n sobre los movimientos y domicilios de los etarras que viv¨ªan en el sur de Francia. Y por otro, desminti¨® los aspectos relativos al destino final de los etarras Lasa y Zabala y a la estrecha relaci¨®n del polic¨ªa ?ngel L¨®pez Carrillo con Elgorriaga.
El polic¨ªa Barranco hab¨ªa dicho, primero ante la polic¨ªa en Lanzarote y luego ante el juez, que antes de abandonar San Sebasti¨¢n en 1987 L¨®pez Carrillo le cont¨® el viaje con Elgorriaga y Galindo, c¨®mo recibieron la llamada de Intxaurrondo, pararon en un pueblo y Galindo volvi¨® diciendo que hab¨ªan ca¨ªdo dos peces. Agreg¨® que Lasa y Zabala estaban muertos y enterrados en el Palacio de La Cumbre, extremo que L¨®pez Carrillo nunca ha declarado. Tambi¨¦n hab¨ªa manifestado que el polic¨ªa L¨®pez Carrillo era "paso obligado para estar con el gobernador".
Ayer, sin embargo, dijo que todo era falso y que Carrillo era un fabulador. Agreg¨® que hab¨ªa declarado todo eso porque L¨®pez Carrillo le amenaz¨® por tel¨¦fono. Y agreg¨® que incluso present¨® una querella contra ¨¦l y contra los diarios EL PA?S y El Mundo por haber publicado su nombre en relaci¨®n con estos hechos. A preguntas del fiscal, Barranco tuvo que reconocer que nunca se querell¨® por amenazas.
Temor a verse implicado
El polic¨ªa sostuvo que fue Carrillo quien le dijo lo que ten¨ªa que decir, que ten¨ªa que avalarle o se atuviera a las consecuencias y que si no declaraba como testigo lo har¨ªa como imputado. Pero el 5 de marzo de 1997 Barranco hizo una comparecencia voluntaria en Lanzarote ante el comisario de Arrecife para aclarar detalles, que no ten¨ªan que ver con las muertes de Lasa y Zabala "por temor a verse incriminado en alg¨²n acto criminal cometido por sus superiores".
Barranco dijo tambi¨¦n que en la actualidad se siente "amenazado", y preguntado por qu¨¦ no ha dicho nada desde 1996, afirm¨®: "Bastante tengo con lo que tengo". Poco despu¨¦s agreg¨® que est¨¢ en tratamiento psiqui¨¢trico y tiene problemas con el alcohol desde finales de 1995. El agente incurri¨® en varios errores, como se?alar que Carrillo le dijo que era amigo del juez, y cit¨® a Carlos Bueren, cuando en realidad ambos declararon ante Javier G¨®mez de Lia?o.
El polic¨ªa precis¨® que fue escolta del ex gobernador de Guip¨²zcoa Joaqu¨ªn Argote, hermano del abogado y procesado en esta causa Jorge Argote, con el que ten¨ªa un trato cordial.
Tambi¨¦n declar¨® ayer el comandante de la Guardia Civil Manuel Montoya, quien afirm¨® que las detenciones de Tolosa de enero de 1984 fueron una operaci¨®n de la Unidad de Servicios Especiales contra ETA pol¨ªtico-militar, pero luego no sab¨ªa qu¨¦ mando hab¨ªa dirigido la operaci¨®n y tuvo que admitir que en los atestados de 14 de los detenidos en los que ¨¦l constaba como instructor figuraba que estaban implicados en actividades de ETA militar.
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