Festa de l'aixaveg¨®
Las m¨¤scares aparec¨ªan todos los a?os; se escond¨ªan, de casa en casa, entraban; las escrutaban, palpaban, trataban de reconocerlas... y, de nuevo, se asomaban a la calle y, r¨¢pidamente, se met¨ªan en la casa contigua; nunca formaban comparsa; nunca desfilaban, como, dicen, que hac¨ªan antes de la guerra; hu¨ªan de la Guardia Civil, que las persegu¨ªa por orden del caudillo Franco; esquivaban al cura y al Jefe de la Moral, de la doble, que era peor, el t¨ªo Pantorrilla, siempre iba en calzoncillos y que, cuando no lo ve¨ªan, ordenaba con un arre, matxo, recollons! Y, si hab¨ªa roba estesa, mandaba con un arre, matxo, recaramba! Conoc¨ª y viv¨ª aquel Carnaval resistente de m¨¢scaras subversivas. Su recuerdo me emociona por la resistencia popular a la alienaci¨®n uniformadora.Miopes, los de la tiran¨ªa no se enteraron del ¨²nico -con las fiestas de sant Ramon de B¨¦lgida- Carnaval entero y vivo, celebrado, sin par¨¦ntesis, en Planes (El Comtat), a¨²n hoy s¨¢bado. Se salv¨® encubri¨¦ndose como fiesta de quintos, los j¨®venes que, al amanecer, se constituyen en autoridad e impiden el trabajo, incluso yendo al tajo; los contraventores de la obligaci¨®n -hoy- de la pereza, son trasladados en un aixaveg¨® (red para el transporte de paja) -qui en llur eixavega mal punt es pres, mai per jam¨¦s no pot eixir, seg¨²n Jaume Roig- al bar, que act¨²a como sala del consell, para el pago de alcoh¨®licas multas; exigen impuestos y presiden colectas, desfiles y convites, prueba de inversi¨®n del orden, entre cantos sat¨ªricos y er¨®ticos. Tiznan su cara con negro carb¨®n -las m¨¢scaras m¨¢s primitivas- y sobre las mujeres lanzan harina -enfarinats- blanca com un glop de llet, antiguo s¨ªmbolo y rito de fecundaci¨®n: En el carrer de la Vila han plantat una llimera que fa les llimes tan grosses com el cul de la Mistera.
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