Mayra Montero gana el Premio La Sonrisa Vertical con una novela sobre erotismo y m¨²sica 'P¨²rpura profundo' narra las aventuras sexuales de un seductor cr¨ªtico musical jubilado
"Despedirse de la profesi¨®n es como despedirse del sexo. Uno se aferra, yo me aferro a este peque?o escrito como si fuera un cuerpo de mujer, el ¨²ltimo que abrazar¨¦ en mi vida". Agust¨ªn Cab¨¢n, cr¨ªtico musical de un peri¨®dico, escribe estas l¨ªneas con tristeza cuando se jubila, pero la depresi¨®n dura poco: decide contar sus aventuras sexuales con virtuosas y virtuosos. ?sta es la historia de P¨²rpura profundo, con la que Mayra Montero (La Habana, 1952) ha ganado el 22? Premio La Sonrisa Vertical, de la editorial Tusquets, dotado con dos millones de pesetas.
"Agust¨ªn Cab¨¢n, el protagonista, no distingue entre hombres y mujeres siempre que toquen un instrumento. Aunque prefiere a las mujeres, ¨¦stas no le saben a nada si no son unas virtuosas. Clarinetistas, flautistas, pianistas, violinistas... no hace distinci¨®n entre la persona y el instrumento", explic¨® ayer, en conferencia de prensa, en Barcelona, la escritora Mayra Montero. P¨²rpura profundo no es la primera novela er¨®tica de Montero. En 1991 qued¨® finalista del mismo premio con La ¨²ltima noche que pas¨¦ contigo. "Ha pasado bastante tiempo desde que escrib¨ª La ¨²ltima noche... y en ¨¦sta hay otra mirada: ha ganado el humor. Tengo la sensaci¨®n de que P¨²rpura profundo ha sido escrita en realidad por un hombre. Incluso la relaciones con otros hombres est¨¢n descritas desde un punto de vista masculino. El personaje, sus opiniones, sus juicios y sus prejuicios no tienen nada que ver conmigo".
Mayra Montero se confiesa una apasionada de la m¨²sica e incluso escribe para el diario puertorrique?o El Nuevo D¨ªa "cr¨®nicas de conciertos desde ¨¢ngulos distintos, muy diferentes a los de los cr¨ªticos, con mucho humor". Su afici¨®n comenz¨® en La Habana, a los 11 o 12 a?os, de la mano de sus amigos Ninfa y Juan, sobrinos del escritor Virgilio Pi?era.
Pese a sus conocimientos musicales, ha tenido que investigar piezas musicales que no recordaba y tambi¨¦n el funcionamiento de algunos instrumentos. Lo cont¨® entre muchas risas. Pas¨®, por ejemplo, un poco de apuro cuando consult¨® a un trompetista sobre la trompa. "Es que tocar la trompa es como hacer una felaci¨®n. Le dije que estaba escribiendo un texto sobre m¨²sica, no una novela er¨®tica. No s¨¦ qu¨¦ pensar¨¢ cuando se publique en Puerto Rico...". Tambi¨¦n tuvo que informarse sobre algunas t¨¦cnicas sexuales. "Le pregunt¨¦ a un amigo en qu¨¦ consist¨ªa el fist fucking; me lo cont¨®, pero con un poco de embarazo". En este sentido, la novela resulta bastante instructiva.
Pese a la carga er¨®tica que contiene el libro, la autora de novelas como T¨², la oscuridad y Como un mensajero tuyo afirm¨® que "el erotismo es como un accidente, incluso en una novela er¨®tica. Es como un tel¨®n de fondo que ayuda a delinear mejor a los personajes".
Cubana de nacimiento, Mayra Montero vive en Puerto Rico desde hace 28 a?os. "Siento fuertes ra¨ªces cubanas, pues mis padres nacieron all¨ª y all¨ª pas¨¦ la adolescencia, pero toda mi formaci¨®n como periodista y como escritora se produjo en Puerto Rico, pa¨ªs que considero mi casa y mi patria. No creo que regrese nunca a Cuba, ni aun en el caso de que las cosas cambiaran. Habr¨ªa sido muy diferente si nos hubi¨¦ramos ido a Europa o a Estados Unidos. En Puerto Rico tenemos el mismo paisaje, el mar, la luz, es el Caribe. Me alegro infinitamente de que mis padres eligieran Puerto Rico para exiliarse".
Montero opina que Puerto Rico jam¨¢s ser¨¢ el Estado 51 de EE UU, "ni a largo ni a corto plazo. Tiene una identidad cultural muy fuerte".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.