Sociolog¨ªa recreativa
Me ten¨ªa recetada para hoy una sesi¨®n de sociolog¨ªa recreativa. Siguiendo esta campa?a, he aprendido que los bodegueros jerezanos catan sus propios vinos con algo que no se sabe bien si es veneraci¨®n o desconfianza, que el jefe de la patronal espa?ola gasta maneras propias de un h¨¢bil interrogador de la Brigada Pol¨ªtico-Social ("co?o, no me andes con milongas")... Ayer, aprovechando que Felipe Gonz¨¢lez se reun¨ªa a almorzar con la Asociaci¨®n para el Progreso de la Direcci¨®n de Barcelona, pensaba completar el paisaje observando de cerca a los empresarios catalanes.?Ser¨ªan los patronos catalanes como los champa?eros que salen en los culebrones de TV-3? ?Meter¨ªan la nariz en la copa de cava y la agarrar¨ªan por el tallo como hacen los bodegueros jerezanos con sus catavinos? ?Ser¨ªan tan taciturnos como aquel viudo Rius, de la saga de Ignaci Agust¨ª, que perdi¨® a su esposa, Mariona Rebull, en el Liceu despu¨¦s de una org¨ªa anarquista de sangre, encajes y perlas en la Barcelona de Mart¨ªnez Anido?
Me qued¨¦ con las ganas. En Jerez, en el encuentro de Felipe Gonz¨¢lez con los bodegueros, flamencos y otras fuerzas sociales, los periodistas se quedaron sin croquetas. En Barcelona no hubo ni asiento: los empresarios prefirieron verse con Felipe Gonz¨¢lez a puerta cerrada. Ya se sabe: catal¨¢n en la intimidad.
Pero antes Gonz¨¢lez dio una breve conferencia de prensa que no parec¨ªa tener otra finalidad que la de dejar un rinc¨®n en la foto al cabeza de lista por Barcelona, Narc¨ªs Serra, que, por cierto, sigue conservando todo el repertorio de tics que ya exhib¨ªa en el poder, lo que demuestra que sus gui?os y encogimientos s¨²bitos de hombros no ten¨ªan nada que ver con el estr¨¦s que provoca el ejercicio de la autoridad. Gonz¨¢lez estuvo muy profesional: logr¨® no pronunciar ni una sola frase que sirviera para un titular. Como est¨¢n las cosas, no quiere robar ni un plano a Joaqu¨ªn Almunia.
En este plan, es normal que los fot¨®grafos y los c¨¢maras de televisi¨®n se batan a codazos por la imagen ins¨®lita del d¨ªa: Felipe Gonz¨¢lez subiendo por la escalera autom¨¢tica que le conduc¨ªa a la rueda de prensa. Escucho en la tele a una okupa barcelonesa que muestra su desgana ante las urnas: "Es imposible estar en desacuerdo con que tengamos que ir a m¨¢s o que vayamos juntos al Senado. Es imposible, porque decir eso es no decir nada".
Es ¨¦sta, m¨¢s que nunca, una campa?a-sonajero que trata de contentar a todos y orilla la pol¨¦mica: Pinochet, El Ejido... A falta de otra cosa, no queda sino la escenograf¨ªa: Felipe Gonz¨¢lez subiendo una escalera mec¨¢nica, Felipe Gonz¨¢lez achuchado por inmigrantes en L'Hospitalet de Llobregat... En la SER, Guerra, al que una lesi¨®n ha dejado en el banquillo, anunciaba -y lo hac¨ªa en serio- su ¨²ltimo hallazgo. ?l, que en la campa?a de 1996, introdujo el uso de un micr¨®fono inal¨¢mbrico que le permit¨ªa largos paseos por el escenario -como Madonna, como los telepredicadores americanos- pretend¨ªa esta vez que le construyeran para los m¨ªtines un pasillo volado sobre el p¨²blico, como Peter Gabriel, como Mick Jagger.
Otra vez ser¨¢.
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