El Consell, en campa?a

Eduardo Zaplana logr¨® una holgada mayor¨ªa absoluta en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, celebradas en junio del a?o pasado, y constituy¨® un amplio Consell monocolor. Pero las dudas sobre la fecha de convocatoria de las elecciones generales forzaron una paralizaci¨®n de todo el aparato administrativo que se ha prolongado hasta la fecha.Sin embargo, la actividad p¨²blica ha sido fren¨¦tica desde el pasado mes de enero. Zaplana explic¨® a todos los dirigentes del PP que olvidaran el despacho y se volcaran en la campa?a. Y as¨ª ha sido.

El presidente regional ha utilizado la plataforma de su cargo para ejercer como primer espada en unas elecciones en las que ni siquiera es candidato y ha eclipsado a todos con su presencia en los medios p¨²blicos.

Nuevas ciudades del cine y el teatro; una vez m¨¢s, nuevas leyes de Administraci¨®n P¨²blica; primeras piedras o premios culturales. Y su adecuado correlato en la informaci¨®n institucional de la televisi¨®n p¨²blica.

Pero todos a coro. Rafael Blasco, consejero de Empleo, ofrece incentivos a la generaci¨®n de empleo. Fernando Modrego, en un remedo del acuerdo previo a las elecciones auton¨®micas para aplacar las iras de los vecinos de La Vega Baja, se descuelga con un pacto con el alcalde de Pego para evitar las agresiones al marjal. Vicente Rambla, en Econom¨ªa, recibe una lluvia de millones desde Bruselas para impulsar proyectos de Investigaci¨®n y Desarrollo. Y Manuel Taranc¨®n ofrece un pacto por la educaci¨®n para ganarse a los sindicatos. Zaplana no recuerda en vano que forma parte de un gran proyecto nacional.