De aguas y fuegos
Han nacido las fallas. Al pasar la fiesta de santa Madrona, abogada de ardientes solteras -Santa Madrona, fes-me ser dona!- comadronas y parteras (la diosa Matrona, Juno, protectora tambi¨¦n de embarazadas era honrada durante las Calendas de marzo, ahora estamos en las Idus, que celebraban el a?o nuevo lunar y que aprovecharon, en el 44 antes de J. C. para que Cayo J. C¨¦sar conociera a fondo y a golpe de mortal pu?al a su amado hijo Bruto, el de Tu quoque) y, por romper aguas, invocada contra la sequ¨ªa, por eso, ha llovido en el Sopalmo de Ibi: I, quan pels nostres pecats, estan els camps molt eixuts, per ella tots els sembrats, d'aigua s¨®n socorreguts-; las futuras hogueras ocupan calles y plazas, bloquean la ciudad, la autoridad competente patenta su dejaci¨®n de funciones as¨ª en la fiesta como en el tr¨¢fico; es el ef¨ªmero reinado del fallero ninot.Hoy, fiesta de san Heriberto, perfumado obispo de Colonia (1021) y santa Eusebia (680), que hered¨® a los doce a?os de su madre, santa Ricturidis, la santidad, la mitra y el b¨¢culo del gobierno del monasterio que le leg¨® su abuela abadesa -para que digan de los Borja y estas matronas se pasaban el gayato, por la gracia de Dios, de madres a hijas-, es el primer d¨ªa grande de las fallas con reparto de premios infantiles, mascletada de Caballer y castell de Brunch¨². Los fuegos artificiales, generados por la t¨¦cnica del fuego, la pirotecnia, artefactos fabriles, fruto de meditadas manipulaciones de laboratorio, para alcanzar belleza, sustitutos de los ancestrales ruidos, previos a la fiesta, que ahuyentaban los malos esp¨ªritus que podr¨ªan desbaratarla, la p¨²blica y la dom¨¦stica, pues hoy, en las casas, era la jornada nacional de la morcilla, la del cerdo, ya que la bona botifarra al mig mar? vol ser encetada.
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