El RPR suspende en sus funciones al alcalde de Par¨ªs y destapa la crisis de la derecha
La ofensiva desatada por la direcci¨®n de Uni¨®n por la Rep¨²blica (RPR) contra el alcalde de Par¨ªs, Jean Tiberi, entr¨® ayer en una fase cruenta con la suspensi¨®n del actual regidor de su cargo de secretario de la federaci¨®n parisiense, la m¨¢s importante del partido gaullista. Como se supon¨ªa, a la presidenta del RPR, Mich¨¨le Alliot-Marie, no le tembl¨® la mano a la hora de firmar la sanci¨®n que pretende evitar que el desacreditado Jean Tiberi concurra a las elecciones municipales del pr¨®ximo a?o. Tiberi respondi¨® con la artiller¨ªa del calibre m¨¢s grueso: "Esto es un simulacro de proceso como se practicaba en otros tiempos, en otros lugares y en otros reg¨ªmenes. El m¨¦todo es autoritario, dictatorial, fascista y estalinista".
Tiberi se despach¨® de esta forma en la precipitada conferencia de prensa en la que compareci¨® rodeado de sus fieles, cada vez m¨¢s escasos. Hac¨ªa mucho tiempo que no se pronunciaban ep¨ªtetos semejantes en los suntuosos salones de la casa consistorial.A despecho de las presiones y de los consejos, el hombre que, con raz¨®n o sin ella, carga con la pesada losa del pasado corrupto del RPR, sigue empe?ado en aspirar a la reelecci¨®n. "Con tal de abatirme, est¨¢n dispuestos a todo", dijo, deteni¨¦ndose en este ¨²ltimo vocablo, masticando las palabras, como si tuviera pruebas de esa disposici¨®n sin l¨ªmites al da?o que atribuye a sus correligionarios. "Yo llegar¨¦ hasta el final, no pienso abandonar, soy un candidato en campa?a", afirm¨®, desafiante, tras advertir a la direcci¨®n del RPR de que "si sigue por ese camino" se arriesgan a "perder las elecciones municipales, las generales y las presidenciales". Una amenaza que la direcci¨®n del RPR ha sopesado seguramente por adelantado. Tal y como indic¨® oportunamente el ex primer ministro Edouard Balladur, "una suspensi¨®n no es una decisi¨®n absolutamente permanente y definitiva". Vista su actitud de ayer, no parece, sin embargo, que Jean Tiberi est¨¦ dispuesto a negociar con la direcci¨®n de su partido.
El castigo p¨²blico del RPR echa una nueva paletada de descr¨¦dito sobre las anchas espaldas del candidato permanente a la reelecci¨®n, pero no puede impedir, por s¨ª misma, retirarle de la competici¨®n. Otra cosa es de d¨®nde sacar¨¢ el desahuciado Jean Tiberi los medios econ¨®micos para su campa?a, d¨®nde encontrar¨¢ los apoyos imprescindibles para sostener una candidatura propia en las 20 circunscripciones electorales de la capital francesa.
Riesgo para la derecha
La candidatura de Tiberi resulta seguramente suicida para las expectativas del conjunto de la derecha, pero hay elementos en esta operaci¨®n de acoso y derribo que dejan demasiado a la vista el aspecto oportunista del asunto.
Laurent Dominati, secretario general de Democracia Liberal (DL), juzg¨® la decisi¨®n del RPR de "extremadamente torpe, ineficaz, hip¨®crita y poco honorable". A su juicio, el hecho de que Tiberi no sea el mejor candidato para conservar la alcald¨ªa de Par¨ªs en manos de la derecha no justifica "todo este embrollo, estos malos pretextos, este espect¨¢culo lamentable". De hecho, la acusaci¨®n formal de haber engordado los ficheros del RPR con 1.500 afiliados fantasmas resulta parad¨®jica, habida cuenta de que nadie en el RPR advirti¨® el error cuando esos ficheros fueron usados para elegir, por ejemplo, a la propia presidenta del RPR. Es un flanco que el actual regidor de Par¨ªs comenz¨® a atacar ayer mismo. "Desaf¨ªo a Mich¨¨le Alliot-Marie a demostrar que el porcentaje de anomal¨ªas y errores constatados en Par¨ªs es diferente al de las otras federaciones", se?al¨®.
Con su decisi¨®n, justificada por la necesidad de "atemperar las tensiones, asegurar el funcionamiento normal de la federaci¨®n parisiense y la transparencia del proceso electoral", la presidenta del RPR se gan¨® ayer, en todo caso, los galones del cargo, a juzgar por los aplausos que le dedicaron sus diputados en la asamblea. Pol¨ªticos de las m¨¢s distintas familias del RPR se sumaron al elogio del "coraje" exhibido por su presidenta y se mostraron sumamente aliviados, como si la defenestraci¨®n del candidato molesto les despejara el camino del triunfo electoral.
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