La otra cara de la opulencia
El fot¨®grafo chileno Camilo Jos¨¦ Vergara exhibe en el Macba los cambios de los guetos estadounidenses
Es un paisaje mundialmente conocido. Ha sido el escenario de muchas pel¨ªculas y es el referente de numerosas canciones y videoclips. La banda sonora podr¨ªa ser un rap y no hay duda de que la est¨¦tica ser¨ªa colorista y exagerada. Pero no figura en las gu¨ªas tur¨ªsticas como no sea para advertir al visitante despistado de que jam¨¢s se adentre en estos parajes. Son la otra cara de la opulencia, estos guetos que tanta fama han dado tambi¨¦n a un pa¨ªs, Estados Unidos, que vive uno de sus momentos de mayor esplendor econ¨®mico. Existe una larga tradici¨®n de fot¨®grafos especializados en mostrar la pobreza que se esconde en el centro mismo de la abundancia. Camilo Jos¨¦ Vergara (Santiago de Chile, 1944) es uno de sus eslabones, pero lo que caracteriza a este soci¨®logo y fot¨®grafo, que lleva m¨¢s de 30 a?os en Estados Unidos, es que ¨¦l no se fija en la cara de la pobreza, sino en sus casas.Desde 1977, Vergara se ha dedicado a fotograf¨ªar una serie de barrios pobres de grandes ciudades estadounidenses con el objetivo de documentar sus transformaciones. Es un trabajo al que piensa dedicar toda su vida. Cada cierto tiempo revisita los lugares y da fe del cambio de color de una casa, de la desaparici¨®n de un edificio, de los carteles anunciadores, de la transformaci¨®n de una esquina, de la instalaci¨®n de rejas, del interior de una vivienda y la rehabilitaci¨®n o degradaci¨®n de un barrio. De esta forma ha conocido historias y gentes de muchos lugares y ha reunido un archivo de miles de im¨¢genes, una selecci¨®n de las cuales -unas 300 entre fotograf¨ªas en papel y diapositivas- se exhibe ahora en la exposici¨®n El nuevo gueto americano, que hasta el 28 de mayo se presenta en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona en el marco de la Primavera Fotogr¨¢fica.
Las fotograf¨ªas de Vergara casi siempre son frontales, pr¨¢cticamente sin sombras y con una perspectiva elevada. Su prop¨®sito es documentar, lo m¨¢s objetivamente posible, la historia de estos lugares. No busca expl¨ªcitamente denunciar, ni tampoco el tratamiento formal favorece una visi¨®n nost¨¢lgica o rom¨¢ntica de estos espacios. Pero al retratarlos los hace visibles, los sit¨²a en la historia y permite que entren a formar parte del imaginario colectivo.
"Uno encuentra belleza en las cosas que hace la gente", afirma Vergara. "Las ruinas son muy bellas, siempre lo han sido. A la est¨¦tica no le puedes dar vueltas, pero conscientemente mi manera de fotografiar no la busca. A veces est¨¢ ah¨ª, pero lo que importa es el inter¨¦s de informar, de interrogarme sobre un futuro que no se sabe, porque se desconoce c¨®mo acabar¨¢ siendo una determinada esquina en pocos a?os".
Vergara explica que hay diferentes tipos de guetos. Est¨¢ el institucional, por ejemplo, creado por la Administraci¨®n para alojar a personas marginales en instituciones o viviendas cuya tipolog¨ªa podr¨ªa asociarse a la del b¨²nker. Tambi¨¦n est¨¢n los guetos de emigrantes, los m¨¢s m¨®viles y activos, que pueden encontrarse en algunas zonas de Nueva York o Los ?ngeles, ciudad esta ¨²ltima en la que el 45% de sus 9,5 millones de habitantes son mexicanos. Y est¨¢n tambi¨¦n los denominados "guetos verdes", llamados as¨ª porque son fruto de la p¨¦rdida de poblaci¨®n y los edificios que van quedando abandonados de forma que la naturaleza toma posesi¨®n de las ruinas. Se encuentran, por ejemplo, en algunas zonas de Detroit, Chicago y en el norte de New Jersey. Eran sitios en los que hace algunas d¨¦cadas hubo industrias y trabajadores, pero que con el tiempo han quedado sumidos en el abandono. Vergara afirma que la buena marcha de la econom¨ªa estadounidense se est¨¢ notando tambi¨¦n en los guetos. "El desempleo es ahora menor que hace 10 a?os y esto provoca que haya m¨¢s negocios y m¨¢s vida en las calles".
Con todo, afirma, lo que sigue definiendo el gueto es "la pobreza y la segregaci¨®n". La inmensa mayor¨ªa de sus habitantes son negros o latinos. "No es la mitad de la poblaci¨®n, es menos, pero es un n¨²mero muy elevado de gente que est¨¢ en estas condiciones. Lo caracter¨ªstico, adem¨¢s, es que hay una separaci¨®n absoluta entre unos y otros. En Barcelona se ve una mayor mezcla de gente pobre y rica en un mismo barrio". Para analizarlo, el museo ha organizado un ciclo de conferencias en las que, adem¨¢s de la estadounidense, se tratar¨¢ tambi¨¦n de la situaci¨®n de los barrios del Raval y la Mina en Barcelona.
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