El Mallorca se despide del torneo a medio gas y con otra derrota

El Mallorca trat¨® de cumplir a medio gas su anunciado adi¨®s a la Copa de la UEFA. Y cuando eso ocurre, la derrota es inevitable. El Galatasaray no dej¨® escapar la ocasi¨®n de contentar a su afici¨®n y con muy poquita cosa redonde¨® una eliminatoria ya saldada la semana anterior, cuando dej¨® tieso al Mallorca en Son Moix (1-4).Fernando V¨¢zquez se remiti¨® al partido de Liga ante el Valencia que se juega ma?ana mismo y dispuso un once con s¨®lo cuatro titulares habituales, dos jugadores del filial (Novo y Romerito) y el juvenil Robles, al que hizo debutar con el primer equipo. El Galatasaray, recostado en su enorme ventaja de la ida, tard¨® en ajustar sus piezas y en tomarle el aire al partido. El Mallorca le cre¨® problemas. Robles actu¨® con un desparpajo prometedor en el eje de la l¨ªnea medular junto a Serrizuela, que fue el primero en advertirle a Taffarel de que iba a tener alg¨²n trabajo. Pero los principales problemas para la defensa turca los propici¨® la movilidad de Carlos y sobre todo de Ibagaza, que desde la banda izquierda fue una cruz para Fatih.

El partido no empez¨® a bullir hasta que Hagi decidi¨®. El jugador rumano es en el Galatasaray m¨¢s individualista, imprevisible y caudillo si cabe. Es un jugador en v¨ªas de extinci¨®n. No entra ya en los manuales del entrenador del siglo XXI. Pero si sus galones se imponen, como sucede en el Galatasaray, donde todo el equipo se le supedita, empezando por Taffarel, que lo primero que hace al sacar de puerta es mirar donde est¨¢ su diez, el rumano es capaz de sacar de quicio al equipo rival. Y a base de exhibir su zurda y su dominio sobre el tempo del partido, Hagi decant¨® el partido. Forz¨® faltas, tarjetas y la desesperaci¨®n de rivales y compa?eros para acabar propiciando el primer gol.

El partido se le puso m¨¢s feo de la cuenta al Mallorca cuando s¨®lo empezar el segundo tiempo encaj¨® el segundo tanto con la misma impunidad de alguno de los cuatro que recibi¨® en la ida. Pero el equipo mallorquinista mantuvo la compostura, marc¨®, se reanim¨® con la entrada de jugadores de refresco y se ech¨® hacia delante. El precio fue que el Galatasaray dispuso de muchos metros y varias ocasiones que desperdici¨® para alivio de un Mallorca que suspiraba por acabar cuanto antes con el suplicio de un partido que todos hubieran querido ahorrarse.