Arquitectos y detectives
Los edificios no s¨®lo sirven para albergar personas. Al estudiarlos y observarlos hablan con voz propia de los momentos en que fueron construidos. Su fisonom¨ªa y su fecha de nacimiento los delatan. Pero se hallan diseminados, camuflados muchas veces en entornos que no les hacen justicia. Hallarlos y extraerles su historia ha sido una labor detectivesca emprendida hace tres a?os por un equipo de arquitectos de Alicante. El resultado se plasma en la Gu¨ªa de Arquitectura de la Provincia de Alicante, que ayer present¨® en la sede del Colegio Territorial de Arquitectos de la capital el periodista y escritor Vicente Verd¨².La idea naci¨® en 1996, tras la publicaci¨®n de varias gu¨ªas provisionales que no colmaban las aspiraciones de la directiva del Colegio de Arquitectos. Su proyecto era una gu¨ªa global, y no espec¨ªfica, que ofreciera una visi¨®n de la arquitectura de toda la provincia y de todas las ¨¦pocas a trav¨¦s de los 400 edificios y obras urbanas m¨¢s emblem¨¢ticos.
En 1997 se decidi¨® que la forma id¨®nea para adjudicar la autor¨ªa de la obra era un concurso. Lo gan¨® un equipo de arquitectos capitaneado por Gaspar Ja¨¦n e integrado por Justo Oliva, Andr¨¦s Mart¨ªnez, Armando Sempere y Jos¨¦ Luis Oliver. A ¨¦l se uni¨® posteriormente Juan Calduch, que en un principio hab¨ªa sido parte de un equipo seleccionado como finalista.
Los elegidos se pusieron manos a la obra y basaron su investigaci¨®n en dos fuentes principales: una exhaustiva compilaci¨®n de datos bibliogr¨¢ficos y un sinf¨ªn de viajes y excursiones a lo largo y ancho de la provincia a la caza del edificio buscado. Una vez localizado ¨¦ste, quedaba todav¨ªa la tarea de conocer su historia a trav¨¦s de los lugare?os. De ah¨ª que Vicente Verd¨² citara, en su conferencia de presentaci¨®n, la narraci¨®n subyacente en la obra. "Debe haber sido apasionante recopilar todos esos testimonios y relatos mientras se toma uno una ca?a o disfruta de una comida", dijo. Y a?adi¨®: "Escribir un libro de este modo sirve para inyectar amenidad al viaje y para vivir con m¨¢s intensidad el escenario en el que se insertan las obras".
Pronto se dieron cuenta los autores de que, pese a haber descartado desde un principio la inclusi¨®n de proyectos y de edificios que dejaron de existir, esa selecci¨®n de 400 obras se quedaba muy peque?a. Por ello aparecen cerca de un millar, aunque algunas de las obras citadas fueran v¨ªctimas de la piqueta mientras el libro se hallaba en proceso de publicaci¨®n.
El director de la gu¨ªa, publicada por el Colegio de Arquitectos y el Instituto de Cultura Juan Gil Albert, la situ¨® en dos extremos: el aprendizaje de la arquitectura y el excursionismo, y al mismo tiempo la dirigi¨® a dos tipos de lectores, los profesionales de la arquitectura y los ciudadanos meramente interesados en ella.
Juan Calduch record¨® las dudas metodol¨®gicas que les asaltaron durante el proceso. ?Deb¨ªan incluir arqueolog¨ªa? ?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite entre la arquitectura y las obras p¨²blicas? Optaron por descartar todo lo que no estuviera incluido en la trama urbana.
La gu¨ªa no permite tampoco hablar de estilos, sino m¨¢s bien de ¨¦pocas, y es ah¨ª cuando los edificios permiten estudiar el momento hist¨®rico. El siglo XVIII tiene mucho peso en Alicante y de ello se deduce que se produjo un estallido en la construcci¨®n, al igual que en los sesenta y setenta se produjo de desarrollo urban¨ªstico de la costa. El barroco predomina en el sur, mientras que el norte es m¨¢s g¨®tico.
Despu¨¦s de su inmersi¨®n en la arquitectura de Alicante, el equipo puede afirmar que no existen conjuntos bien conservados, ni territorios amplios con caracter¨ªsticas comunes. Las piezas destacables hay que vislumbrarlas en medio de barrios destartalados. "En conjunto da una visi¨®n de destrozo, pero en medio hay piezas muy bonitas", asegura Calduch. De ah¨ª el m¨¦rito de estos arquitectos metidos a detectives.
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