Un desastre

El desastroso y aburrido espect¨¢culo del domingo nos pone a reflexionar que si la empresa sigue promoviendo a matadores irresponsables y con una disposici¨®n como la de Alejandro del Olivar, con 31 a?os y 13 de alternativa, y la del mexicano Manolo S¨¢nchez, con 35 a?os y 10 de alternativa, no lograr¨¢ el objetivo de la temporada de primavera en la que se propone sacar nuevos valores de la torer¨ªa mexicana.La corrida no fracas¨® del todo por el valor y la entrega con que El Ni?o de Biafra trat¨® de borrar lo verde que est¨¢. Como no supo embarcar en su muleta al bravo tercero, no consigui¨® el triunfo. Aunque en su emocionante trasteo clav¨® los pies en la arena, su problema es que no sabe correr con soltura la mano derecha y no logra despedir desahogadamente al burel para enlazar sus pases. Por el izquierdo sali¨® mejor librado pues con sentimiento engarz¨® limpios naturales en dos tandas. Al iniciar la tercera fue zarandeado y recibi¨® un puntazo en el muslo izquierdo.

Con el sexto, que embest¨ªa con fijeza por el derecho, se notaron m¨¢s sus defectos, pues se lo echaba encima y era desarmado.

Del Olivar se vio en apuros con el primero, por el viento, y despu¨¦s se embarullaba con el revoltoso oponente. En una suerte, el bicho lo derrib¨®. Su muleteo al reserv¨®n y ¨¢spero cuarto careci¨® de estructura y sentido. Y si el astado no le repet¨ªa era que por el miedo que ten¨ªa el espada.

Manolo S¨¢nchez no pudo disimular su p¨¢nico ante los dos toros de su lote. Al terminar el festejo, su apoderado le dijo que lo mejor ser¨ªa dejar los ruedos.