Los acuerdos de paz no avalaron la amnist¨ªa

"?Qui¨¦n va a atreverse a tirar la primera piedra en el desastre que hemos vivido? Yo, en humildad, no me atrevo?". Estas fueron las palabras de ?lvaro Arz¨², el que era presidente de Guatemala en diciembre de 1996, pocos d¨ªas antes de firmar en Oslo el alto el fuego definitivo que pon¨ªa fin a 34 a?os de una guerra civil que dej¨® en el camino unos 200.000 muertos o desaparecidos entre 1962 y 1996.Arz¨² se refer¨ªa as¨ª al pol¨¦mico proyecto de amnist¨ªa general, propuesto para tratar de pavimentar el proceso de pacificaci¨®n del pa¨ªs centroamericano y que nunca fue aprobado. El Acuerdo de Oslo del 23 de junio de 1994, previo al alto el fuego, s¨®lo recogi¨® la creaci¨®n de la Comisi¨®n para el Esclarecimiento Hist¨®rico (CEH). Su misi¨®n era arrojar luz sobre las violaciones de los derechos humanos durante la guerra civil, sin embargo no ten¨ªa car¨¢cter judicial. El resultado de su trabajo, conocido en 1998, atribu¨ªa responsabilidades -"las fuerzas del Estado y grupos paramilitares afines a ¨¦ste fueron responsables del 93% de las violaciones documentadas por la CEH"-, pero sin rostro. En el pr¨®logo del informe de la CEH se dice: "La Comisi¨®n no fue instituida para juzgar, pues para esto deben funcionar los tribunales de justicia (...)".

En cualquier caso, esas condiciones estaban recogidas en el acuerdo de paz firmado en Ciudad de Guatemala el 29 de diciembre de 1996 y que antes hab¨ªa sido ratificado por partes en Oslo (el 4 de diciembre), Estocolmo (7 de diciembre) y Madrid (12 de diciembre).

Vuelve el golpista

Los fantasmas, sin embargo, reaparecieron cuando acab¨® el mandato de Arz¨² y su formaci¨®n pol¨ªtica, el Partido de Avanzada Nacional (PAN) perdi¨® las elecciones del pasado mes de diciembre, dejando paso al Frente Republicano Guatemalteco (FRG), fundado y liderado por el golpista Efra¨ªn R¨ªos Montt, general evang¨¦lico que gobern¨® Guatemala entre 1982 y 1983, y que ayer aparec¨ªa como uno de los principales imputados en el auto del juez Guillermo Ruiz Polanco de la Audiencia Nacional.

Tras los comicios de 1999 -en los que la ex guerrilla guatemalteca logr¨® un 12% de los votos en alianza con otros partidos de izquierda-, R¨ªos Montt qued¨® como presidente del Congreso de los Diputados, pero considerado por muchos como hombre en la sombra del presidente del Gobierno, del FRG, Alfonso Portillo, quien en 1982, cuando era profesor en M¨¦xico, mat¨® a dos j¨®venes, huy¨® de la justicia y estuvo pr¨®fugo hasta que, en 1995, una juez declar¨® prescrito el caso.

La CEH termina su informe con una cita del premio Nobel guatemalteco Miguel ?ngel Asturias: "Los ojos de los enterrados se cerrar¨¢n juntos el d¨ªa de la justicia, o no los cerrar¨¢n".