La pol¨ªtica de esterilizaciones de Suecia afect¨® a 230.000 personas y se prolong¨® hasta 1996
Suecia esteriliz¨® a 230.000 personas entre 1935 y 1996 "en el marco de un programa basado en teor¨ªas eug¨¦nicas" y por razones de "higiene social y racial", seg¨²n un informe remitido ayer al Gobierno tras cuatro a?os de investigaci¨®n. El presidente de la comisi¨®n relatora, el profesor Carl-Gustaf Andr¨¨n, ha enviado sus conclusiones al ministro de Asuntos Sociales del reino, Lars Engqvist. La revelaci¨®n de esa campa?a de esterilizaciones se produjo en el verano de 1997, pero hasta ahora no se hab¨ªa conocido su verdadero alcance ni que se hubiera prolongado hasta 1996.
"Las leyes de 1934 y 1941 fueron votadas gracias a un consenso general entre el conjunto de los partidos pol¨ªticos", revela la comisi¨®n investigadora."La pasividad y el silencio del Parlamento y del Gobierno sobre las cr¨ªticas lanzadas desde 1947 sobre esta pol¨ªtica permitieron sin duda que [miles de] personas fueran esterilizadas a petici¨®n propia o sin su consentimiento durante los a?os sesenta o setenta", precisa la comisi¨®n, que ya anunci¨®, en enero de 1999, la indemnizaci¨®n de las v¨ªctimas de esterilizaciones forzadas (1935-75) con 175.000 coronas (unos 3,5 millones de pesetas) por persona.
Cerca de 63.000 esterilizaciones se practicaron entre 1935 y 1975 en el marco de las leyes eug¨¦nicas de aquella fecha, adoptadas por unanimidad en el Riksdag (Parlamento unicameral) y que se orientaban a preservar una pretendida "pureza de la raza n¨®rdica".
A continuaci¨®n, cerca de 166.000 personas fueron esterilizadas entre mediados de los a?os setenta y 1996, sobre las bases de una ley de 1976 que hizo obligatorio el consentimiento de los interesados.
El informe subraya que la mitad de las personas esterilizadas lo fueron con su acuerdo y una mayor¨ªa de ellas incluso tomaron la iniciativa de la operaci¨®n (31.000 personas).
En sentido contrario, la comisi¨®n investigadora ha fijado en 6.000 (9% de las operaciones) el n¨²mero de esterilizaciones forzadas y en 15.000 (24%) las realizadas con el consentimiento de los interesados pero en condiciones consideradas "coercitivas". La esterilizaci¨®n se impon¨ªa sobre todo a las mujeres como condici¨®n para salir del hospital tras un aborto o un internamiento psiqui¨¢trico.
Finalmente, un 10% de las operaciones fueron consentidas tras diversas presiones, en tanto que el 75 de los casos restantes (4.000) no se encuentran clasificados en ninguna de las categor¨ªas anteriormente citadas.
Los a?os cincuenta constituyeron una ruptura, en opini¨®n de la comisi¨®n. As¨ª, se pas¨® "de una mayor¨ªa de esterilizaciones forzadas a una mayor¨ªa de esterilizaciones consentidas, de la aplicaci¨®n de teor¨ªas eugenistas y de preservaci¨®n de la raza a un programa de planificaci¨®n familiar y de cohesi¨®n social, del inter¨¦s colectivo al inter¨¦s individual", precisa el informe.
Madres solas con hijos, depresivas, alcoh¨®licas, marginales o tratadas de c¨¢ncer, las mujeres, que suponen el 99% de las personas esterilizadas en los ¨²ltimos a?os, fueron las principales v¨ªctimas de la medida.
Sin embargo, el Instituto de Biolog¨ªa racial de la universidad de Uppsala, eje del programa, preconizaba desde los a?os treinta la esterilizaci¨®n de los gitanos y de "las personas de raza mixta".
Las minor¨ªas ¨¦tnicas (lapones y gitanos), v¨ªctimas de una marginaci¨®n social sistem¨¢tica no escaparon a las esterilizaciones. Entre 600 y 700 gitanos fueron esterilizados, 22 de ellos por motivos raciales.
"El papel de la comisi¨®n no era definir una posici¨®n moral respecto a las esterilizaciones", concluye el informe. "Se trataba, gracias a las entrevistas y los an¨¢lisis de los investigadores, de colocar las leyes sobre las esterilizaciones y sus incidencias en una perspectiva hist¨®rica".
Las primeras noticias sobre las esterilizaciones forzadas convulsionaron a la sociedad sueca en el verano de 1997. Fue el periodista Maciej Zaremba quien prob¨® la esterilizaci¨®n de 60.000 mujeres siguiendo directrices m¨¢s pr¨®ximas a los nazis que a las sociedades democr¨¢ticas.
"Lo que ha sucedido no es otra cosa que un acto de barbarie", declar¨® la entonces ministra sueca de Asuntos Sociales, Margot Wallstr?m, quien se comprometi¨® a presentar al Gobierno las demandas de indemnizaci¨®n que se pod¨ªan prever ante el anuncio. Un a?o m¨¢s tarde, sin embargo, s¨®lo 140 personas hab¨ªan reclamado una compensaci¨®n por las operaciones sufridas bajo presi¨®n.
Esterilizaciones parecidas tuvieron lugar tambi¨¦n en Francia, Canad¨¢, EEUU, Suiza, Austria, Finlandia y Dinamarca.
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