Memorias de la Casa del Bollo
El hombre de Aldaia con m¨¢s influencia pol¨ªtica en Madrid durante el franquismo se llamaba Jos¨¦ Mar¨ªa Sanchis Sancho. Le apodaban El Bollo y estaba casado con Enriqueta Bordiu, la t¨ªa adoptiva del Marqu¨¦s de Villaverde, el esposo de la hija del general Franco. El Bollo viv¨ªa en la capital de Espa?a pero visitaba todos los a?os durante las fiestas del Cristo su pueblo natal, donde pose¨ªa una antigua mansi¨®n de finales del siglo XVIII. En la vieja casona eran habituales las tertulias y cenas con altos mandatarios del r¨¦gimen, incluido Franco, quien, seg¨²n cuentan los vecinos, realiz¨® algunas visitas privadas a Aldaia.La vinculaci¨®n familiar y pol¨ªtica de Jos¨¦ Mar¨ªa Sanchis con el dictador le proporcion¨® dinero y poder. "El Bollo desde Madrid, gobernaba el pueblo, pon¨ªa y quitaba alcaldes a su antojo", afirma Mar¨ªa Jos¨¦ Taberner, una vecina de la poblaci¨®n. Su influencia en El Pardo hizo posible que el general realizara una visita oficial a Aldaia, el 19 de junio de 1962, para inaugurar el barrio de los Desamparados. Ese d¨ªa, Franco fue recibido entre v¨ªtores, aplausos y brazos en alto. Los peri¨®dicos del Movimiento de la ¨¦poca recogen la cr¨®nica. Pero lo que no cuentan es que el d¨ªa anterior, la polic¨ªa hizo una redada de vecinos sospechosos de ser de izquierdas para garantizar una visita tranquila y una exaltaci¨®n casi lit¨²rgica al militar.
Treinta y ocho a?os despu¨¦s de la visita de aquel general represor de dem¨®cratas y de las libertades, el Ayuntamiento democr¨¢tico de esta ciudad gobernada por el PSPV ha restaurado la vieja mansi¨®n de El Bollo y la ha convertido en un centro social para personas jubiladas y mujeres. El consistorio, fiel a los principios de la reconciliaci¨®n de la transici¨®n, ha valorado el inter¨¦s arquitect¨®nico e hist¨®rico del edificio, ya que se trata de una t¨ªpica casa de labrador acomodado de L'Horta, en franca regresi¨®n en la mayor¨ªa de pueblos de la comarca.
El pr¨®ximo viernes, d¨ªa 31, el nuevo centro municipal ser¨¢ inaugurado por la alcaldesa, Empar Navarro, y acoger¨¢ programas para la tercera edad y asociaciones de mujeres. La restauraci¨®n, seg¨²n comenta el t¨¦cnico Jos¨¦ Manuel V¨¢zquez, ha costado m¨¢s de 188 millones, de los cuales 18 han sido subvencionados por la Diputaci¨®n de Valencia y el resto por el Ayuntamiento.
La Casa del Bollo, como as¨ª se conoce en Aldaia la vieja mansi¨®n agr¨ªcola, fue adquirida por el Ayuntamiento en una permuta de terrenos valorada en 50 millones. Tiene una superficie construida de 1.255 metros cuadrados, repartidos en dos plantas y un patio porticado donde se conserva un colorido reloj solar de 1923. En las obras de restauraci¨®n, realizadas durante 1999, se ha respetado la estructura original del edificio, incluso se han conservado las paredes r¨²sticas de la andana, los azulejos de Manises y los viejos ventanales de madera. Los directores de la rehabilitaci¨®n, los arquitectos Antonio Ingl¨¦s y Antonio Salto, han aprovechado al m¨¢ximo los espacios. Las antiguas caballerizas, as¨ª como la andana donde se almacenaban los productos agr¨ªcolas y las habitaciones de los se?ores de la casa, se han transformado en modernas salas de usos m¨²ltiples, entre los que destacan una biblioteca, aulas para talleres, salas de estar y de conferencias, un sal¨®n de baile y de juegos, una cafeter¨ªa y despachos para servicios de podolog¨ªa. El patio central y el porche han sido transformados en zona de estar al aire libre. El edificio es plenamente accesible para personas con minusval¨ªas.
La Casa del Bollo, adem¨¢s de no tener barreras arquitect¨®nicas, ha roto tambi¨¦n las barreras del tiempo y de la historia: Ha dejado de ser la mansi¨®n que anta?o acogi¨® a una ¨¦lite minoritaria de dirigentes del franquismo y se ha convertido en un espacio abierto para todos los vecinos, un pueblo que hoy vive en democracia.
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