Ucrania anuncia que cerrar¨¢ la central nuclear de Chern¨®bil antes de fin de a?o La ex rep¨²blica sovi¨¦tica todav¨ªa espera que Occidente le facilite ayuda financiera
Catorce a?os despu¨¦s del m¨¢s terrible desastre de la historia de la energ¨ªa nuclear para usos pac¨ªficos, la central de Chern¨®bil dejar¨¢ de funcionar. El Gobierno de la rep¨²blica ex sovi¨¦tica de Ucrania tom¨® ayer la decisi¨®n formal. Ser¨¢ este a?o, "antes de lo previsto", probablemente en noviembre. La fecha exacta se determinar¨¢ tras el estudio de dos informes encargados ayer, el primero de los cuales deber¨¢ presentar antes de tres meses el plan de desconexi¨®n definitiva de la red el¨¦ctrica del reactor n¨²mero 3, el ¨²nico en funcionamiento ahora.
El otro informe al que Ucrania se remite ahora fijar¨¢ en un plazo de seis meses el programa de cierre de Chern¨®bil (que lleg¨® a tener trabajando simult¨¢neamente cuatro reactores) y de concesi¨®n de garant¨ªas sociales para personal y residentes de la ciudad de Slavutich, creada especialmente para su servicio tras el accidente y la evacuaci¨®n de Pr¨ªpiat, situada justo al lado de la central.Tras la terrible explosi¨®n que, el 26 de abril de 1986, hizo saltar por los aires el reactor n¨²mero 4, mostrando al mundo los demonios dormidos en una fuente de energ¨ªa que d¨¦cadas atr¨¢s lleg¨® a considerarse limpia, Ucrania cerr¨® dos reactores m¨¢s: el n¨²mero 2 no volvi¨® a conectarse tras un incendio ocurrido en octubre de 1991, y el n¨²mero 1 agot¨® su vida ¨²til en 1997, y se desconect¨® tambi¨¦n.
Otro tanto deber¨ªa haber ocurrido con el n¨²mero 4 y, de hecho, Ucrania prometi¨® en 1995 que lo har¨ªa, en un plazo de cinco a?os, a cambio de una fuerte ayuda financiera. La interpretaci¨®n de que el compromiso significaba la desconexi¨®n definitiva para el 1 de enero de este a?o choc¨® con el deseo de K¨ªev de conseguir a cambio los fondos necesarios para construir otros dos reactores en las centrales de Rivne y Jmelnitski, algo que, por ejemplo, a los verdes alemanes (en el Gobierno), les parec¨ªa delito de "lesa ecolog¨ªa".
Reactor en apuros
Los directivos de la central se han cansado en los ¨²ltimos dos a?os de repetir hasta la extenuaci¨®n que el reactor n¨²mero 3 no supone ning¨²n peligro inmediato y que, con las oportunas reparaciones, podr¨ªa seguir en funcionamiento hasta el a?o 2011. Esta escalofriante posibilidad no encaja con el hecho de que el reactor est¨¢ m¨¢s tiempo parado que en funcionamiento, debido a centenares de peque?as aver¨ªas, como filtraciones de las tuber¨ªas, que apenas acaban de repararse cuando ya surgen otras nuevas.
A comienzos de febrero, el presidente ucranio, Leonid Kuchma, adelant¨® ya la decisi¨®n que tomar¨ªa su Gobierno al secretario norteamericano de Energ¨ªa, Bill Richardson, que prometi¨® importantes ayudas financieras de su Gobierno y afirm¨® que presionar¨ªa a sus socios del grupo de Estados donantes para que fuesen generosos. Hace unos d¨ªas, fuentes del Ministerio de Energ¨ªa aseguraban que la decisi¨®n oficial estaba al caer y que, "desgraciadamente", el cierre de Chern¨®bil no se ligar¨ªa al cumplimiento de las "promesas previas" de Occidente que, en todo caso, ser¨¢ quien pague la pr¨¢ctica totalidad de la factura, tanto a trav¨¦s del Grupo de los Ocho como de la Comisi¨®n Europea o el Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo.
Rastros de la cat¨¢strofe
Ayer mismo, el Gobierno de la rep¨²blica b¨¢ltica ex sovi¨¦tica de Lituania decidi¨®, por su parte, que convocar¨¢ para el 21 y el 22 de junio una conferencia de pa¨ªses donantes para estudiar el costo de cerrar la central de Ignalina, con dos reactores del mismo tipo que el que explot¨® en Chern¨®bil. La idea es desconectar uno de ellos el 2005, y el otro cuatro a?os despu¨¦s. Ignalina proporciona a Lituania el 70% de la electricidad que consume.
El de Chern¨®bil es el peor accidente de la historia de la energ¨ªa nuclear civil y su herida sigue abierta en Ucrania, al igual que en la vecina Bielorrusia, cuya frontera est¨¢ s¨®lo a 12 kil¨®metros de la central que enterr¨® la utop¨ªa de la energ¨ªa at¨®mica limpia a las 1 horas, 23 minutos y 48 segundos del 26 de abril de 1986.
Aunque ahora se cierre definitivamente y a pesar de las generosas ayudas que puedan llegar de Occidente, la herida real de la cat¨¢strofe ocurrida en esta central nuclear no la olvidar¨¢n nunca los 90.000 habitantes de la zona de 30 kil¨®metros de radio alrededor de las instalaciones siniestradas, que tuvieron que ser evacuados, junto a otros tantos de sectores colindantes, ni los 3,5 millones de ucranios afectados de alguna forma por las consecuencias del terrible accidente, aunque s¨®lo sea por vivir en regiones tolerablemente contaminadas, ni los 73.000 inv¨¢lidos, ni los familiares de los muertos (entre 90.000 y 300.000, seg¨²n cifras imposibles de contrastar), ni siquiera las tierras envenenadas hasta una profundidad de 10 cent¨ªmetros, ni el agua y los bosques que siguen registrando altos niveles de radioactividad.
Ucrania ha levantado en K¨ªev un museo en memoria de ese horror, donde se recuerdan los nombres de las ciudades que tuvieron que ser evacuadas: Usiv, Kopachi, Goiradch¨¢n, Kriba Gora, Buriakivka, Pr¨ªpiat... Al lado de las placas de esas poblaciones masacradas hay citas del Apocal¨ªpsis y relatos sobre los bomberos muertos en actos de hero¨ªsmo mortal de necesidad.
Lo malo es que, a¨²n hoy, los supervivientes que habitaban el d¨ªa del accidente algunas de las zonas contaminadas se saben amenazados. Su mortalidad es 2,7 superior a la del resto del pa¨ªs, o 7 veces para los liquidadores que se jugaron la vida paliando los efectos de la cat¨¢strofe.
Una herida abierta
El cierre de Chern¨®bil, dicen las autoridades de K¨ªev, es s¨®lo parte de un problema que incluye la necesidad de consolidar y conservar el sarc¨®fago que cubre el reactor de la muerte, limpiar la extensa zona afectada por la radiaci¨®n y cubrir las necesidades de 160.000 desplazados y millones de afectados, tanto en Ucrania como en Bielorrusia y en Rusia.
La herida sigue abierta, y ha creado una nueva categor¨ªa humana, las v¨ªctimas de Chern¨®bil, a las que es imposible atender adecuadamente por culpa de la aguda crisis econ¨®mica que afecta a los tres pa¨ªses eslavos de la antigua URSS.
El doctor Danil Vendenski hizo p¨²blico recientemente el resultado de una investigaci¨®n sobre 300 chicas nacidas en la zona afectada poco despu¨¦s del accidente. Tienen entre 12 y 14 a?os, pero ninguna de ellas tiene a¨²n la menstruaci¨®n, algunas tienen mal desarrollados los ovarios y a una de ellas le falta la matriz.
M¨¢s de 800.000 personas llegaron de toda la Uni¨®n Sovi¨¦tica a Chern¨®bil en los a?os posteriores al accidente de 1986, que expuls¨® a la atm¨®sfera varias toneladas de combustible nuclear, extendi¨® por medio mundo una terror¨ªfica nube radiactiva y dej¨® entre las ruinas del edificio que salt¨® por los aires otras 200 toneladas de uranio y otras sustancias letales.
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