Lecci¨®n de anatom¨ªa
Bajo un cielo raso de fondo algo Ti¨¦polo, vetusto y venerable, el arte nuevo se impuso con su impacto. La sala tiene solera, su propia historia cient¨ªfica, y ahora a las orlas de oro viejo se sum¨® el v¨ªdeo, el sonido electr¨®nico y los bailarines con sus evoluciones rupturistas. El caso es que no desentonaban, como si precisamente esa comuni¨®n de lo antiguo y lo actual tuviera que aceptarse y aplaudirse de buen grado.La velada empieza con ejercicios de calentamiento entre el tai-chi y el yoga elemental, los int¨¦rpretes van de negro, al estilo de los hombres invisibles del kabuki cl¨¢sico japon¨¦s. Despu¨¦s aparece el color en ch¨¢ndal y camisetas, deudor de Bauhaus en su escueto cromatismo (rojo-negro-blanco), para llegar al encadenamiento de 17 piezas cortas, algunas m¨¢s conseguidas que otras, pero todas con la voluntad del impacto. De all¨ª que no hubiera argumentos, sino vi?etas sin otra estructura que esa forma, la pl¨¢stica inmediata; no existe progresi¨®n cor¨¦utica ni liaisons, pues es evidente que el creador elude tales convenciones. Su lenguaje est¨¢ m¨¢s cerca de lo estrictamente visual, cercano al tableau-vivant de los surrealistas, pero con una qu¨ªmica actual, nocturna en lo tenebrista de la luz.
Dani Pannullo Dance Theatre Communion (Pieces of today dance)
Direcci¨®n: Dani Pannullo; figurines y vestuario: Wish-D.P., David Dom¨ªnguez y Sans Titre; luces: Carmen G¨¢rate; visuales: Tektun; v¨ªdeo: Javier Fern¨¢ndez y Marta Salas. Colegio de M¨¦dicos de Madrid. 29 de marzo.
Sobre la escena tres bailarinas muy distintas y dos breakers, todos muy bien entrenados en sus respectivas especialidades, dando geometr¨ªa a los ritmos, acentuando esa referencia al Schlemmer de los ciclos de 1926 (Espacios, Gestos, Formas) as¨ª como un sutil acento en el butoh de Dulcinea y sus esquemas de expresi¨®n: la crispaci¨®n de las extremidades, el grito ahogado, involutivo. Tambi¨¦n hubo humor, como el Harem, y v¨¦rtigo en el solo del casco de Israel, el comp¨¢s electr¨®nico del cuerpo de Carlos o las l¨ªneas puras de las piernas de Olalla. A veces incorporaban cosas que hemos visto fuera de la escena, y que son en su fuerza, el teatro urbano de la vida de hoy, a veces duro, a veces ¨¢cido.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.