Un curso con asignaturas pendientes

La nueva legislatura empieza con buen pie a nivel econ¨®mico: todos los pron¨®sticos indican que nos esperan unos a?os m¨¢s de crecimiento: no es mal momento, pues, para que el nuevo Gobierno afronte las reformas pendientes en ¨¢mbitos como el Pacto de Toledo, el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica o la reforma laboral. Pero, igualmente, deber¨¢ hincar el diente a la regulaci¨®n del suelo, las telecomunicaciones, la competencia, los hidrocarburos o el gas, en los que a¨²n queda un amplio camino por recorrer. - Pacto de Toledo. El acuerdo suscrito por todas las fuerzas pol¨ªticas en la ciudad castellano-manchega toca a su fin, vence en octubre de este a?o, y habr¨¢ que renovarlo. De ese primer acuerdo queda pendiente de determinar a qui¨¦n corresponde la financiaci¨®n de los denominados complementos a m¨ªnimos (la cantidad con que el Estado completa las pensiones que no llegan al m¨ªnimo fijado); es decir, si se mantienen con cargo a la Seguridad Social o pasan al Estado. La cantidad asciende a 600.000 millones de pesetas. Pero m¨¢s all¨¢ de este aspecto, el nuevo pacto habr¨¢ de establecer nuevas garant¨ªas para que el sistema p¨²blico de pensiones siga siendo viable. De momento, el ¨²nico compromiso electoral del PP es fomentar la prolongaci¨®n de la vida laboral.

- Reforma laboral. La primera medida anunciada por el Gobierno del PP en funciones es una segunda reforma laboral que complete los acuerdos de 1997. El objetivo es avanzar hacia el pleno empleo con medidas que fomenten, sobre todo, la incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo. En un primer contacto con los sindicatos, el Gobierno ha dejado en el aire la posibilidad de un nuevo contrato con una indemnizaci¨®n por despido improcedente de 20 d¨ªas por a?o trabajado, en lugar de los 45 actuales, acompa?ado de una rebaja en las cotizaciones sociales. Se ha dado la garant¨ªa de que medidas de este tipo no puedan aprobarse sin el acuerdo de las fuerzas sociales. De momento, se van a abrir siete mesas de negociaci¨®n para la reforma de las pensiones, la precariedad, el Inem, los contratos a tiempo parcial, las pol¨ªticas activas de empleo, la formaci¨®n profesional y la siniestralidad laboral.

- Financiaci¨®n auton¨®mica. Es la tercera reforma de gran calado que el Gobierno ha de empezar a poner en marcha. El actual sistema vence en 2002, pero ya existe un grupo de trabajo en el seno del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, donde est¨¢n representadas las comunidades aut¨®nomas y la Administraci¨®n central, que prepara una propuesta sobre cesi¨®n de impuestos especiales. El programa electoral del PP s¨®lo hace referencia a este aspecto, y no concreta si se ampliar¨¢ la cesi¨®n del IRPF a las comunidades, ahora fijada en el 30%, tal como reclaman algunas de ellas. Lo que s¨ª est¨¢ descartado es la fragmentaci¨®n de la Agencia Tributaria. Habr¨¢ que reformar tambi¨¦n el sistema de financiaci¨®n de los ayuntamientos, ya que el PP se ha comprometido a eliminar el impuesto de actividades econ¨®micas a las pymes.

- Ley General Presupuestaria. La reforma de esta ley qued¨® aparcada en la anterior legislatura, pese a existir un proyecto bastante acabado. La intenci¨®n era establecer un presupuesto por objetivos, m¨¢s exigente que en la actualidad con respecto a las desviaciones que se produzcan en el gasto. En la pol¨ªtica presupuestaria est¨¢ tambi¨¦n pendiente de determinar el modelo de financiaci¨®n de RTVE, cuya deuda asciende a 700.000 millones de pesetas. Al respecto, se anunci¨® que iba a analizarse qu¨¦ parte del Ente pod¨ªa considerarse como servicio p¨²blico y cu¨¢l como actividad privada, a los efectos de reducir la ayuda del Estado y buscar otras f¨®rmulas de financiaci¨®n. Igualmente, habr¨¢ que desarrollar el billonario plan de inversiones en infraestructuras que Aznar anunci¨® en la precampa?a electoral.

- Reforma fiscal. La segunda reforma fiscal se llevar¨¢ a cabo al final de la legislatura, pero s¨®lo si se consigue el equilibrio presupuestario previsto en el Plan de Estabilidad para el a?o 2002. El programa electoral del PP se compromete, s¨®lo en este caso, a bajar el tipo m¨¢ximo del impuesto sobre la renta desde el 48% actual hasta el 46%, y el m¨ªnimo, del 18% al 15%. Est¨¢ tambi¨¦n previsto reformar la Ley General Tributaria, ya que la vigente data del a?o 1963 y ha sufrido constantes reformas parciales. De la anterior legislatura qued¨® pendiente un nuevo estatuto de la Agencia Tributaria, cuyo proyecto se envi¨® a estudio al Parlamento, sin llegar a aprobarse. Tambi¨¦n han de regularse todos los aspectos fiscales del comercio electr¨®nico, donde ahora existe un vac¨ªo total.

- Competencia. El problema de la inflaci¨®n ser¨¢ el hueso m¨¢s duro de roer para el nuevo Gobierno. Tras obtener niveles de precios hist¨®ricamente bajos, al final de la pasada legislatura, la inflaci¨®n ha remontado hasta el 3% el pasado mes de febrero. Adem¨¢s del encarecimiento del petr¨®leo, Espa?a tiene en el sector servicios un n¨²cleo duro de inflaci¨®n que habr¨¢ que abordar con reformas en los sectores de hidrocarburos, suelo, gas, electricidad, telecomunicaciones y servicios profesionales. Por ejemplo, en el mercado del suelo, el anterior Gobierno ya anunci¨® que se abrir¨¢n negociaciones con las comunidades y los ayuntamientos, ya que la reforma aprobada la pasada legislatura qued¨® pr¨¢cticamente sin contenido por una sentencia del Tribunal Constitucional. Es lo mismo que ha ocurrido con la Ley de Defensa de la Competencia, que deber¨¢ ser reformada.