Fujimori ignora las advertencias de la OEA y descarta anular el proceso electoral en Perú
A seis días de las elecciones presidenciales más controvertidas de las últimas décadas en Perú, con varias misiones de observadores electorales que cuestionan la transparencia del proceso, Alberto Fujimori, presidente y candidato a un tercer e ilegal mandato, restó importancia a las críticas de Eduardo Stein, jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA). "Le voy a regalar un CD a cada uno de los observadores para que sepan cómo se baila el ritmo del chino", dijo burlonamente Fujimori, en referencia a la canción de campa?a El baile del chino, del oficialista Perú 2000.
"Es impracticable que se declare nulo el proceso", sentenció Fujimori mientras ensayaba unos pasitos del pegajoso ritmo. Finalmente sostuvo que sólo los peruanos deben preocuparse por el destino del país y que el tema de la transparencia electoral se decidirá el próximo 9 de abril en las urnas.Las declaraciones de Fujimori fueron la respuesta al ultimátum que le diera en días pasados la misión de la OEA. Stein, jefe de dicha misión, calificó de decepcionantes los avances sobre la denuncia de la falsificación masiva de firmas de uno de los movimientos de la alianza gubernamental. También reiteró su acusación sobre la utilización ostensible de recursos públicos y de medios de comunicación a favor de la candidatura de Fujimori.
Además de la OEA, una serie de organismos internacionales han expresado su preocupación por la falta de equidad de la campa?a electoral. El Centro Carter ha emitido ya tres severos pronunciamientos que luego fueron respaldados por el Gobierno de Estados Unidos. Asimismo, el Senado de EEUU podría aprobar esta semana una resolución que plantea, en pocas palabras, la posibilidad de declarar ilegítimas las elecciones del 9 de abril próximo.
A ello se suma la denuncia de Carlos Ferrero, candidato a la vicepresidencia por Perú Posible, liderado por Alejandro Toledo. Ferrero, quien perteneció hasta diciembre pasado a las filas del partido de Fujimori, apareció el sábado último en la televisión, flanqueado por 20 vídeos que, según dijo, contenían imágenes comprometedoras de varios generales de las Fuerzas Armadas que serían utilizados como mecanismos de presión para que dichos oficiales cesen de rechazar la re-reelección de Fujimori.
Al terminar su presentación, Ferrero responsabilizó al controvertido asesor presidencial y jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, de cualquier represalia contra él o su familia.
Entretanto, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), responsable de haber dado como válidas más de un millón de firmas falsificadas que permitieron la inscripción de uno de los movimientos de la alianza gubernamental, intenta recuperar su alicaída imagen. Ello no ha significado, sin embargo, que se haga público el informe que envió la ONPE al Jurado Nacional de Elecciones sobre el bochornoso asunto de las firmas. Por el contrario, se trató de la publicación de una serie de resoluciones tendentes a incrementar las medidas de seguridad para la votación y el anuncio de la instalación de 10 centros de cómputo.
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