"No encontr¨¦ a nadie para sustituirme"
El presidente peruano y candidato a la reelecci¨®n para un tercer mandato consecutivo, Alberto Fujimori (61 a?os) admiti¨® ayer como cierta la acusaci¨®n de que en su pa¨ªs se ha falsificado un gran n¨²mero de firmas para inscribir su candidatura electoral y todas las restantes. "Ah¨ª debe haber firmas falsificadas, no hay duda, y tampoco hay duda de que hay firmas falsificadas en todas las agrupaciones pol¨ªticas, sin excepci¨®n. Valdr¨ªa la pena investigarlo. Para conformar una agrupaci¨®n pol¨ªtica se requiere 520.000 firmas, el 4% de la poblaci¨®n electoral. Se han presentado 24 millones de firmas para la inscripci¨®n de ocho partidos. ?Qu¨¦ quiere decir?, que ha habido firmas falsificadas a granel", se?ala Fujimori en una larga conversaci¨®n con EL PA?S durante una jornada de campa?a en Chiclayo, 950 kil¨®metros al norte de Lima.El presidente recuerda que est¨¢ en proceso de investigaci¨®n la primera denuncia de falsificaci¨®n de un mill¨®n de firmas publicada por el diario El Comercio -"he pedido que se investigue y ya ha dimitido un congresista"- pero quita importancia a una segunda denuncia del mismo diario, bas¨¢ndose en declaraciones de dos testigos, de falsificaci¨®n de firmas en las elecciones municipales de 1998. "Aqu¨ª no hay campa?a de propuestas, sino que se les acab¨® el rollo y ahora entran en una campa?a de se?ales negativas. Yo estoy al margen de todas estas acusaciones, a m¨ª lo que me interesa son las propuestas". Sobre la constitucionalidad de su candidatura, puesta en entredicho por pol¨ªticos y juristas de la oposici¨®n, se atreve a decir que "ya no hay ninguna discusi¨®n". "M¨¢s a¨²n, he convocado a los juristas m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs a formar parte de mi futuro Gobierno. Constitucional y jur¨ªdicamente mi candidatura es impecable".
Las acusaciones de fraude han salpicado la campa?a electoral, procedentes en mayor o menor medida de sectores como la oposici¨®n, los observadores internacionales y algunos diarios. Fujimori asegura con rotundidad que "es imposible que haya fraude". "Si hubiera una elecci¨®n que no fuera transparente, que tuviera evidencia de fraude, yo por supuesto no lo aceptar¨ªa. Como candidato, l¨®gicamente quiero ser reelegido, pero con todas las condiciones de legitimidad".
Las jornadas de campa?a del presidente son agotadoras. La del martes comienza en Ayacucho, en la sierra andina, contin¨²a con un alto en Lima, para coger fuerzas, comer un frugal almuerzo, y continuar rumbo a la ciudad costera de Chiclayo, 950 kil¨®metros al norte, en compa?¨ªa de su hija Keiko Sof¨ªa Fujimori, que desempe?a las funciones de primera dama de la naci¨®n desde la separaci¨®n del presidente. Bajo un calor dulz¨®n y pegajoso, la plaza de Armadas de Chiclayo est¨¢ abarrotada. Desde la tribuna de oradores, el animador invita a la multitud a corear la consigna "El pueblo ya vot¨®, el Chino ya gan¨®". Los miles de personas esperan desde las 12 del mediod¨ªa la llegada de El Chino, el apodo popular del presidente, mientras suena por los altavoces el pegajoso Ritmo del Chino, la canci¨®n de campa?a a ritmo de tecnocumbia. Son las 6 de la tarde y el vetusto Antonov de la Fuerza A¨¦rea acaba de posarse en el aeropuerto de Chiclayo.
Fujimori se considera imprescindible en Per¨², donde no ve a nadie capaz de culminar su obra. "No se puede tirar por la borda todo lo que hemos hecho. Cuando uno escucha a los otros candidatos, parece que tienen un equipo de demolici¨®n de lo construido. Me habr¨ªa gustado tener a alguien de mi l¨ªnea para sustituirme, d¨¢ndole continuidad al trabajo. Pens¨¦ en alg¨²n delf¨ªn, pero no lo he encontrado. Lo intent¨¦, incluso promov¨ª a alguien para la alcald¨ªa de Lima dos veces. En ambas fallamos. Bueno, ahora s¨ª tengo que encontrar a alguien, porque no puede haber otra reelecci¨®n".
El presidente peruano se maneja como pez en el agua en su papel de l¨ªder o caudillo populista. Su viaje de campa?a a Chiclayo ha sido un aut¨¦ntico ba?o de masas. Pocos jefes de Estado se sumergen entre las multitudes como ¨¦l. Su llegada a la plaza de Armas de esta ciudad del norte peruano ha sido espectacular. Cuando el chinom¨®vil ya no puede avanzar m¨¢s, intenta caminar por su propio pie hasta el escenario. Es zarandeado y apretujado. Comprueba que con el mar humano que tiene enfrente jam¨¢s llegar¨¢ hasta el estrado. No lo duda ni un instante. Se encarama a una de las torres que sostienen los altavoces y trepa hasta la tribuna ante los ojos at¨®nitos de los presentes. Su hija hace lo mismo y los guardaespaldas se desga?itan por seguirles la pista. Llueve intensamente sobre Chiclayo, pero Fujimori, con tejanos, poncho y sombrero saluda radiante y mojado ante la euforia de sus seguidores. Cuando al fin del viaje le comento que se arriesga mucho, responde que no siente ning¨²n temor y recuerda que en 1991 viaj¨® a Ayacucho, en plena actividad de Sendero Luminoso. "Estaban en su apogeo. No me importaba, me met¨ª all¨ª y tuve palabras muy duras hacia Sendero ante los estudiantes. Por supuesto corr¨ª riesgos, hasta de muerte. Yo no tengo ning¨²n miedo en ir a las zonas m¨¢s peligrosas".
En cualquier caso, no descuida las medidas de seguridad, como lo prueba el hecho de que muy pocos conocen con antelaci¨®n el destino de sus viajes de campa?a. Se crece en el fragor de la pelea electoral y reconoce que le "sube la adrenalina" cuanto m¨¢s intensa es la presi¨®n de observadores internacionales, canciller¨ªas y periodistas a la hora de cuestionar la legitimidad del proceso electoral peruano. Su principal adversario, Alejandro Toledo, advierte que si gana Fujimori habr¨¢ un desborde popular de rechazo al fraude. "Es una primera indicaci¨®n de que el se?or Toledo no tiene esp¨ªritu democr¨¢tico. El desborde popular se produce en mis actos electorales, mire lo que ha ocurrido hoy en Chiclayo y en Ayacucho".
Para el Chino, democracia "no s¨®lo es depositar el voto en las urnas. Es un sistema que permita al hombre y la sociedad desarrollarse de acuerdo a la voluntad general mayoritaria. Democracia es igualdad de oportunidades para la educaci¨®n, la salud y el derecho al trabajo". Pero en abril de 1992 dio un autogolpe al suspender la Constituci¨®n y cerrar el Parlamento, que desde entonces no ha vuelto a ser bicameral. ?Autoritarismo? "No hab¨ªa otra forma de luchar contra el terrorismo que disolver el Parlamento, porque se opon¨ªa a las medidas de emergencia que hab¨ªa decretado. Yo no acepto que so pretexto de que uno tiene que ser dem¨®crata como lo fueron mis dos antecesores acepte que haya terrorismo. S¨®lo acepto que me llaman autoritario como sin¨®nimo de dem¨®crata que ha derrotado a Sendero Luminoso y al MRTA ". Tampoco tiene problemas a la hora de justificar la medida adoptadas en 1997 contra el Tribunal Constitucional, que califica de "leg¨ªtima, m¨¢s all¨¢ de que pueda considerarse dr¨¢stica".
?Qu¨¦ har¨¢ si pierde las elecciones? "Soy un dem¨®crata realista, no un elucubrador. Le contestar¨¦ el 9 de abril. Yo acepto los resultados, pero voy con optimismo y decisi¨®n para ganar de forma clara. No en primera ni en segunda vuelta, sino en media vuelta". Los ¨¢nimos en las Fuerzas Armadas no est¨¢n caldeados, asegura el presidente. "Es totalmente falso que hayan sido destituidos los jefes de las regiones de Arequipa y Cuzco". Pero nadie del Gobierno desminti¨® la informaci¨®n publicada por el diario La Rep¨²blica. "No puedo responder cada una de las acusaciones". Pero, ?hay descontento entre los uniformados ante los rumores de fraude? "Pueden hacerse panfletos an¨®nimos de cualquier naturaleza", como el reciente comunicado de un grupo de siete jefes y oficiales que dec¨ªan que no aceptar¨ªan mi triunfo. "Ha habido intentos de tufillo golpista, como siempre ha habido en Per¨². Pero, con el respaldo masivo de la poblaci¨®n, no va a ocurrir".
A Fujimori se le ilumina la vista y se le aclara la voz cuando habla de "su" victoria sobre Sendero Luminoso y el MRTA, los dos grupos armados que amedrentaron Per¨² durante casi dos d¨¦cadas, aunque su radicalismo result¨® atractivo para un amplio sector de la olvidada poblaci¨®n andina. Hasta la llegada del Chino, la represi¨®n militar en las llamadas zonas de emergencia hab¨ªa fracasado. "Yo les he quitado las banderas. Lo plante¨¦ como una lucha pol¨ªtica. Para m¨ª no fue s¨®lo una lucha militar y policial, porque Sendero y el MRTA iban a los lugares pobres a decir que el Estado se preocupaba de ellos. Empec¨¦ a quitarles argumentos: me met¨ª en esos lugares a poner agua, desag¨¹es, construir escuelas. Despu¨¦s hicimos todo un trabajo de inteligencia para ir capturando vivito, sanito, sin utilizar balas, a diferencia de la metodolog¨ªa utilizada en otros pa¨ªses. Vaya usted a los pueblos remotos de Ayacucho donde operaba Sendero". Yo los he visitado casi toditos y he mejorado sus condiciones de vida. Cita el caso de Cayara, donde un cami¨®n del Ej¨¦rcito fue dinamitado por la guerrilla y los militares reaccionaron con una brutal razzia contra los habitantes del poblado. "Cuando llegu¨¦ a Cayara en el 91 s¨®lo hab¨ªa viudas ancianas. No hab¨ªa ni?os ni varones. La situaci¨®n ha cambiado. He vuelto en dos ocasiones, con la electrificaci¨®n, los caminos, el sistema de saneamiento, la agricultura mejorada. Cayara es otra cosa".
Abimael Guzm¨¢n, el m¨ªtico l¨ªder de Sendero Luminoso que se hac¨ªa llamar presidente Gonzalo, capturado en septiembre de 1992, acabar¨¢ sus d¨ªas en el penal de m¨¢xima seguridad donde cumple cadena perpetua. As¨ª ser¨¢ mientras gobierne en Per¨² Fujimori. Guzm¨¢n y los tres dirigentes capturados de Sendero Luminoso y del MRTA "van a terminar ah¨ª, no hay retroceso. El trato que se va a dar a esta gente es el mismo que ustedes dan en Espa?a a los de ETA. Ustedes no perdonan sus cr¨ªmenes, ?por qu¨¦ tendr¨ªamos que hacerlo nosotros?".
En los ¨²ltimos actos electorales, Fujimori ha recibido tambi¨¦n algunas muestras de rechazo de seguidores de los candidatos de la oposici¨®n. En Chiclayo, cuando el chinom¨®vil se abr¨ªa paso hacia el aeropuerto, grupos minoritarios lanzaron piedras y todo tipo de objetos. Martha Ch¨¢vez, congresista y candidata a la reelecci¨®n por la agrupaci¨®n Per¨² 2000, que lidera el presidente, fue v¨ªctima de la ira de los antifujimoristas. La cosa no pas¨® a mayores. La comitiva embarc¨® sin problemas en el Antonov de regreso a Lima, donde pasadas las 12 de la noche el presidente convers¨® con este diario.
El poder de Montesinos
De Vladimiro Montesinos se ha escrito que es el poder en la sombra del r¨¦gimen de Fujimori, se le ha calificado como el Rasput¨ªn versi¨®n latinoamericana, se le ha acusado de amasar una suculenta fortuna con negocios de dudosa legalidad y de ser amigo de narcotraficantes, esp¨ªas y poderosos diversos. Oficialmente es el principal asesor del presidente en temas de espionaje. ?Por qu¨¦ no aclara el presidente de Per¨² los poderes y atribuciones de este personaje sobre el que se ha tejido una aut¨¦ntica leyenda? "Tengo mucho trabajo y no estoy para centrarme en las especulaciones e informaciones falsas. No puedo estar permanentemente haciendo desmentidos. La gente que me conoce, con el perfil de personalidad que tengo, ?qui¨¦n puede imaginarse en Per¨² que Alberto Fujimori no es el hombre que conduce realmente las riendas del poder? Nadie lo puede concebir"."El papel de Montesinos es de inteligencia [espionaje], seguir los temas de terrorismo, narcotr¨¢fico, la guerra con Ecuador... lo dem¨¢s son especulaciones". Con unos ingresos millonarios (se habla de 170 millones de pesetas al a?o), seg¨²n se demostr¨® en la investigaci¨®n que finalmente archiv¨® la Fiscal¨ªa el a?o pasado: "Tiene un bufete de abogados. Lo han hecho tan famoso, dicen que tiene tan buenas influencias en el poder judicial, que le ha permitido, probablemente, tener contratos millonarios. Yo estoy tranquilo porque fue investigado por un fiscal que archiv¨® el caso". Fujimori asegura no conocer otras actividades de su principal asesor. Si gana las elecciones, ?lo mantendr¨¢ en su puesto? "Lo ver¨ªa posteriormente", responde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.