El Consell exige a la Universidad de Valencia que suprima un art¨ªculo vigente desde 1985

Eduardo Zaplana rompi¨® ayer el largo silencio administrativo de la Generalitat en torno a los estatutos de la Universidad de Valencia, pendientes de la aprobaci¨®n del Consell desde hace m¨¢s de dos largos a?os. El presidente de la Generalitat redujo las discrepancias entre el Consell y la instituci¨®n acad¨¦mica a un ¨²nico apartado de un art¨ªculo de los estatutos que est¨¢ en vigor desde 1985 y que refiere a la capacitaci¨®n ling¨¹¨ªstica de los docentes. Zaplana tambi¨¦n incidi¨® en otro frente de la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica y reiter¨® que est¨¢ dispuesto a modificar la ley de creaci¨®n de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua para resolver los problemas que ha entra?ado hasta la fecha la elecci¨®n de sus miembros.

El art¨ªculo en cuesti¨®n reza: "Quien obtenga una plaza [como funcionario docente] deber¨¢ someterse, en su caso, a las evaluaciones del conocimiento de las lenguas que son oficiales en la Universidad de Valencia". La redacci¨®n actual es el resultado de alguna matizaci¨®n introducida por el Consejo Jur¨ªdico Consultivo de la Generalitat Valenciana con respecto a su redacci¨®n original, aprobada en 1985, y fue objeto de amplio debate en el seno del claustro de la Universidad.El Consell considera que el art¨ªculo est¨¢ redactado de forma ambigua y abre la v¨ªa a interpretaciones arbitrarias que permiten utilizar el concimiento de las lenguas oficiales de forma excluyente. Fuentes de la Generalitat explican que la capacidad ling¨¹¨ªstica s¨®lo debe considerarse un m¨¦rito.

Zaplana, en unas declaraciones ante un grupo de periodistas en el Palau de la Generalitat, defendi¨® la posici¨®n del Consell con inusual severidad y desliz¨® una velada amenaza: "Existen l¨ªmites constitucionales y una de mis obligaciones es velar por el futuro de una Universidad a la que contribuimos decisivamente todos los ciudadanos con el mejor sistema de financiaci¨®n que existe en Espa?a". Adem¨¢s, subray¨® que "hace un a?o" traslad¨® a Pedro Ruiz, rector de la Universidad de Valencia, su discrepancia.

Ruiz expres¨® su "sorpresa" ante las palabras de Zaplana. Neg¨® haber recibido jam¨¢s una comunicaci¨®n oficial por escrito que especificara las supuestas diferencias sobre el texto y s¨®lo mencion¨® una comida privada en la que surgi¨® la cuesti¨®n. Ruiz record¨® que la ley establece como requisito para acceder a la funci¨®n p¨²blica el conocimiento de las lenguas oficiales y atribuy¨® el desencuentro a una "interpretaci¨®n" equivocada. El rector calific¨® como "lamentable" el retraso en la publicaci¨®n oficial de los estatutos y apunt¨® su "extra?eza" ante los argumentos utilizados por Manuel Taranc¨®n, consejero de Educaci¨®n, en una carta remitida esta semana que rompe un largo silencio administrativo.

"Desolado"

Pero las discrepancias del Consell con la Universidad de Valencia no son el ¨²nico punto de fricci¨®n institucional que alienta el fantasma de la pol¨¦mica ling¨¹¨ªstica. Zaplana dijo sentirse "desolado" por la falta de interlocutores autorizados entre las formaciones de izquierda con representaci¨®n parlamentaria para resolver la composici¨®n de la Acad¨¨mia.

El presidente afirm¨® rotundo que modificar¨¢ la ley si fuera necesario para designar a los primeros 21 miembros de la instituci¨®n. En su redacci¨®n actual, la norma exige que los acad¨¦micos sean refrendados por una mayor¨ªa cualificada de dos tercios de los diputados de las Cortes.

El presidente coment¨® que "no perder¨¢ la cabeza por tener mayor¨ªa suficiente" y a?adi¨® que buscar¨¢ una f¨®rmula para "respetar escrupulosamente el esp¨ªritu" original de la ley de creaci¨®n de la Acad¨¨mia, que fue aprobada con los votos favorables de populares y socialistas a partir de un informe redactado despu¨¦s de meses de negociaciones y debate en el seno del Consell Valenci¨¤ de Cultura.

Zaplana tuvo la deferencia de afirmar: "Nunca nombrar¨ªamos a los 21 acad¨¦micos porque hay sensibilidades que hay que respetar", pero advirti¨® de que no se quedar¨¢ cruzado de brazos y aprovech¨® para arremeter con dureza contra los dos portavoces de la oposici¨®n parlamentaria, Antonio Moreno, del PSPV, y Joan Rib¨®, de Esquerra Unida, por haberse negado a pactar, la semana pasada, un calendario de negociaci¨®n con los vicepresidentes del Consell sin una reuni¨®n previa con ¨¦l.

Desde su perspectiva, la actitud de Moreno y Rib¨® responde a "un juego pueril" y una "escenificaci¨®n teatral" irresponsable cuando el Consell "no ha podido ser m¨¢s educado en las formas".