Cuentas confusas

El informe de auditor¨ªa del Betis correspondiente a la temporada 1997/1998 revela una complicada situaci¨®n. Los responsables de su redacci¨®n, un informe que pretende garantizar que la informaci¨®n de gesti¨®n y de estado financiero de la entidad presentada por los gestores se corresponde con la realidad, concluyeron su informe expresando que "no podomos expresar una opini¨®n sobre los estados financieros adjuntos". Es decir, con la informaci¨®n recibida no se atreven a validar las cuentas aportadas por el equipo de Manuel Ruiz de Lopera.Uno de los puntos que m¨¢s llama la atenci¨®n del informe es el que hace referencia al hecho de que el club no sigue los criterios establecidos en el Plan General de Contabilidad y ha decidido amortizar el valor de su plantilla de acuerdo con sus propios criterios. Es decir, la cantidad que cada a?o se resta del valor de los fichajes, pues debe acumularse dinero de nuevo para la adquisici¨®n de nuevos jugadores.

Lopera decidi¨® amortizar toda la plantilla profesional en tan s¨®lo tres a?os. Las cantidades definidas como amortizaci¨®n se consideran un gasto y reducen autom¨¢ticamente el beneficio.

Seg¨²n los auditores, este cambio de criterio ha permitido al club destinar a amortizaciones 4.350 millones de pesetas. Dicho de otra manera, seg¨²n lo que figura en las cuentas en 1998 el Betis declar¨® unos beneficios brutos de 1.807 millones, pero en realidad deber¨ªa haberlo hecho de 6.150 millones. Como que esa cifra resulta incre¨ªble, seg¨²n los expertos consultados, en realidad la operaci¨®n de declarar en menos s¨®lo se explica porque el club debe compensar las consecuencias de un modelo de gesti¨®n que no se refleja adecuadamente en su contabilidad.