El Atl¨¦tico se hunde por su defensa
Es el segundo equipo m¨¢s goleado y su media anotadora cay¨® de 1,4 a 0,5 goles por partido con Antic
En v¨ªsperas del ¨²ltimo derby, dos semanas despu¨¦s del fichaje de Antic por el Atl¨¦tico, algunos jugadores andaban preocupados. Con Ranieri sufr¨ªan una clara disminuci¨®n en su punter¨ªa. Pero con el nuevo entrenador el problema se dobl¨®. Desde que el t¨¦cnico serbio dirige los entrenamientos, se sienten incapaces de defenderse con solvencia. "No sabemos defender", dec¨ªan, nerviosos por el cambio de sistema. Casi un mes m¨¢s tarde, en la hierba de Riazor, Makaay y el Turu Flores probaron con una goleada (4-1) que la impresi¨®n de los jugadores del Atl¨¦tico no estaba desencaminada. Entre los dos delanteros del Deportivo sepultaron un poco m¨¢s al Atl¨¦tico en la Segunda. Y lo convirtieron en el equipo m¨¢s goleado de Primera, con 53 goles en contra, despu¨¦s del Oviedo, que ayer recibi¨® seis goles y suma 54.Desde que el serbio entrena al equipo, hace seis jornadas de Liga, el Atl¨¦tico vive en alerta roja.Ha hecho s¨®lo tres goles y ha recibido 11, la misma cantidad que los dos equipos m¨¢s goleados en ese periodo de tiempo -el Athletic y el Sevilla- despu¨¦s del Oviedo, que lleva 13. El promedio de goles encajados por el Atl¨¦tico con Antic es de 1,8 por encuentro, frente a los 1,6 de media recibidos durante la etapa de Ranieri. El poder anotador ha ca¨ªdo con mayor estr¨¦pito: de 1,4 goles de media en los 26 partidos con Ranieri a 0,5 goles por partido con Antic.
Antes de enfrentarse al Deportivo, Antic revis¨® su ¨²ltima ordenanza para mejorar la defensa. Si propugnaba el marcaje en zona de manera fundamentalista incluso en las jugadas a bal¨®n parado, a partir de Riazor, en esas acciones orden¨® marcar al hombre. Lo hizo antes del encuentro y algunos jugadores no debieron prestarle demasiada atenci¨®n. Como Santi, que en el primer gol se olvid¨® de seguir a Flores. Y Flores, m¨¢s bien solo, marc¨®. Fue el cuarto gol que recibi¨® el Atl¨¦tico en jugada a bal¨®n parado -tres del Numancia y uno del Valladolid- desde que Antic es el entrenador.
Responsable necesario de la vulnerabilidad del Atl¨¦tico es Carlos Gamarra. Fichado con el t¨ªtulo de mejor defensa de la Liga brasile?a, el internacional paraguayo estaba llamado a convertirse en el eje de la zaga del Atl¨¦tico. Pero el central parece ausente. Su mujer negocia su fichaje por el Flamengo, y ¨¦l dedica mucho tiempo a que la dejen alojarse en el mismo hotel que ¨¦l cuando acude a la selecci¨®n.
Gamarra se ha convertido, junto a Bejbl, en el centro de la desesperaci¨®n de los seguidores. El s¨¢bado riz¨® el rizo en el cuarto gol tirando un fuera de juego incre¨ªble: el paraguayo se encontraba en la misma l¨ªnea del medio campo y Makaay, el jugador al que pretend¨ªa sorprender, en terreno del Deportivo. O sea, la infracci¨®n era imposible. Y Makaay se fue solo hasta Molina. "Cre¨ª que Makaay estaba en fuera de juego", se justificaba incomprensiblemente despu¨¦s del partido. Fue uno de sus errores m¨¢s graves.
Los jugadores se entrenaron en silencio ayer, despu¨¦s de un largo discurso de Antic en el centro del campo de juego del estadio Calder¨®n. El t¨¦cnico viaj¨® desde A Coru?a con aire sombr¨ªo. Aislado por unos futbolistas con los que no se comunica demasiado. Los jugadores no comprenden muchas de sus decisiones: el aislamiento a Hugo Leal o su insistencia en Bejbl. "Bejbl debe tener alg¨²n problema personal, si no, no se explica que falle pases tan f¨¢ciles", comenta un compa?ero, extra?ado ante errores gruesos en pases de tres metros. Por su parte, Hugo Leal soporta estoicamente su marginaci¨®n. Junto con la titularidad indiscutida de Bejbl -"porque roba balones", seg¨²n Antic- el caso de Leal es otro de los nudos gordianos que ha fabricado Antic. El t¨¦cnico mand¨® a Leal a la grada sin motivo aparente el s¨¢bado. Desde que lleg¨®, el serbio ha dicho que es preciso "sacrificar" a Leal en beneficio de un mayor "equilibrio". Ese balance lo representa Bejbl.
La nueva derrota del Atl¨¦tico prolonga a diez jornadas su sucesi¨®n de partidos sin ganar y la tensi¨®n se acumula en el Vicente Calder¨®n.
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