Sanus
MIQUEL ALBEROLA
No era necesario ser Isa¨ªas para adivinar que Josep Sanus iba a servir al PP en bandeja la alcald¨ªa de Alcoy, como acontecer¨¢ en breve. Hab¨ªa suficiente con fijarse, desde los nichos de la prensa en el hemiciclo de las Cortes Valencianas, en los reflejos de su calva peinada y aforada en el respaldo del esca?o, al que ha estado llegando cada vez con mayor retraso, y dejar a las neuronas que estableciesen las relaciones pertinentes con el fulgor de la insignia que le impuso hace unas semanas al casi ministro Federico Trillo. Se ve¨ªa venir s¨®lo con seguir la suculenta provisi¨®n de zancadillas tan calculadas que ha dispuesto a sus ya ex socios de gobierno de EU, hasta llevarles al precipicio del pleno de ayer para romper un pacto que result¨® muy costoso de alcanzar y que les daba la alcald¨ªa durante los dos ¨²ltimos a?os del mandato. Saltaba a la vista cuando anticip¨® en un a?o su salida del Consistorio, no tanto para facilitar la renovaci¨®n del partido como para dedicarse en cuerpo y n¨®mina "a renovar el partido", tras haber empu?ado durante m¨¢s de veinte a?os la vara y haber derrochado su lustre de estadista comarcal tanto en las Cortes como en otras canonj¨ªas derivadas del pasteleo org¨¢nico. Ni siquiera hab¨ªa que esperar a que Francisco Carbonell, su portavoz en el Ayuntamiento, profetizase ayer que "el escenario pol¨ªtico podr¨ªa cambiar a partir del verano", cuando se proceda a la votaci¨®n de su sustituto, "si todos los partidos se votan a s¨ª mismos", con lo que el PP, con 12 concejales frente a los 10 del PSPV, los 2 de EU y el de NE, pasar¨ªa a administrar sin aspavientos el jugoso legado de Sanus. Con estas premisas no es complicado inferir que Sanus, pasados los estruendos de Sant Jordi, todav¨ªa dar¨¢ muchas tardes de esplendor en las plazas, poniendo toda su pericia en renovar el partido cuanto sea necesario para que en lo sucesivo el Parlamento no nos prive de su presencia en el esca?o. Aunque en el peor de los casos, es probable que a Eduardo Zaplana todav¨ªa le quede alg¨²n sem¨¢foro en el que no haya nadie vendiendo pa?uelos.
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