Arabia Saud¨ª contra Amnist¨ªa Internacional
ENVIADA ESPECIALLa prensa saud¨ª ha lanzado esta semana una campa?a para contrarrestar la denuncia de Amnist¨ªa Internacional (AI) sobre graves violaciones de los derechos humanos en el reino. Varias c¨¢rceles han abierto sus puertas a los periodistas locales para que muestren la bondad del sistema penitenciario del pa¨ªs. Es otro gesto de que, por primera vez, las autoridades de Arabia Saud¨ª quieren ir m¨¢s all¨¢ de la habitual negaci¨®n de los hechos y est¨¢n esforz¨¢ndose por dar una imagen de transparencia.
"Durante diez d¨ªas vamos a publicar una serie de reportajes sobre la vida de los presos en las c¨¢rceles de Riad", explica Abdulmohsin S. Addawood, subdirector del diario Riyadh, mientras tiende un ejemplar en el que se ven im¨¢genes de las actividades cotidianas de los condenados. Tiempo libre en el patio, el contacto con las familias, la lectura del Cor¨¢n, una clase de mec¨¢nica... Siempre de espaldas a la c¨¢mara o de forma que se preserve su identidad. El diario en lengua inglesa Saudi Gazette, por su parte, cuenta "c¨®mo se ense?a a los presos a ganarse la vida de forma decente" en las c¨¢rceles de Meca.
"No, en absoluto se trata de una respuesta al informe de Amnist¨ªa", asegura Addawood a esta enviada especial cuando le menciona la oportuna coincidencia en el tiempo. "Hace tres meses que prepar¨¢bamos este trabajo", a?ade. El gesto sigue al anuncio de la creaci¨®n de dos organismos -uno independiente y otro gubernamental- para vigilar la protecci¨®n de los derechos humanos. Arabia Saud¨ª tambi¨¦n ha invitado a la ONU a que env¨ªe un investigador, pero a¨²n no ha respondido a la petici¨®n de AI en ese mismo sentido.
Fuentes diplom¨¢ticas occidentales ven la mano del pr¨ªncipe Turki bin Saud al Kabir, subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, y de Ghasi al Huseibi, actual embajador en Londres, detr¨¢s de este intento de lavar la mala imagen del reino en ese terreno. "Huseibi choc¨® contra ese obst¨¢culo cuando el a?o pasado hac¨ªa campa?a para convertirse en director general de la Unesco", recuerda un diplom¨¢tico. Al pr¨ªncipe Turki, por su parte, le toca dar la cara por su pa¨ªs ante la comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU. Sin embargo, otros responsables no ven la ventaja de abrir las puertas al escrutinio internacional.
"Creemos en los derechos humanos a la luz de la shar¨ªa", declaraba esta semana el pr¨ªncipe Sult¨¢n, viceprimer ministro y ministro de Defensa, durante una conferencia de prensa. Sus palabras resumen la actitud del r¨¦gimen saud¨ª, pero en ellas radica tambi¨¦n el motivo de conflicto. La shar¨ªa (ley isl¨¢mica), o al menos la interpretaci¨®n que los saud¨ªes hacen de ella, choca frontalmente con los valores recogidos en la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas.
Arabia Saud¨ª aplica una versi¨®n estricta de la ley isl¨¢mica que, adem¨¢s de la pena capital para asesinos, violadores y traficantes de drogas, castiga con amputaciones y latigazos. Al menos una docena de personas han sido ejecutadas en el reino en lo que va de a?o. La pena, mediante el proceso de cortar la cabeza con una espada, suele aplicarse en p¨²blico. M¨¢s all¨¢ de la crueldad de los castigos f¨ªsicos, los grupos de defensa de los derechos humanos consideran que el sistema judicial saud¨ª es excesivamente secretista y facilita la tortura de los detenidos.
"Su concepto de los derechos humanos es diferente del occidental", explica un observador europeo con larga experiencia en el pa¨ªs. "Si hablamos de igualdad, est¨¢ claro que hombres y mujeres no son iguales aqu¨ª, pero a muchas no les importa, es fruto de 1.400 a?os de una cultura distinta; en cuanto a la libertad de prensa, existe el tab¨² de la familia real; sin embargo, respecto a los detenidos pol¨ªticos que menciona Amnist¨ªa, son casos viejos", a?ade la fuente. En su opini¨®n, es el sistema legal el punto m¨¢s pol¨¦mico. "Los saud¨ªes no se quejan de la shar¨ªa, as¨ª que las autoridades han encontrado un buen argumento diciendo que Amnist¨ªa ataca la ley isl¨¢mica", concluye.
Tras el comunicado oficial en el que se rechazaban las acusaciones de la organizaci¨®n "por falta de objetividad", diversos columnistas han repetido la idea de que "el objetivo de Amnist¨ªa es la ley isl¨¢mica". "Al adoptar la shar¨ªa como su principio b¨¢sico, Arabia Saud¨ª se ha convertido en un s¨ªmbolo vivo de esa ley y el mejor ejemplo de su aplicaci¨®n en tiempos modernos", defiende Abdul Qader Tash en el diario Arab News. En su opini¨®n, la denuncia de AI se dirige "contra los principios b¨¢sicos y las regulaciones del islam, en los que se fundamenta el sistema judicial saud¨ª".
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