Tanguy JOAN DE SAGARRA
Hace un par de domingos dediqu¨¦ una horma a Michel del Castillo con motivo de la reedici¨®n de la traducci¨®n espa?ola de su primera novela, Tanguy (Ikusager Ediciones, Vitoria-Gasteiz, 1999). Aquella horma ha hecho que me llegasen casi una docena de cartas -11 para ser exactos- de amigos lectores, las cuales vienen a demostrar no s¨®lo que Tanguy es una gran novela, sino que sigue siendo un referente de la Barcelona de la posguerra para muchos lectores. En una palabra, que Tanguy, que el ni?o, el adolescente Tanguy (Michel del Castillo) cuyo nombre da t¨ªtulo a la novela sigue vivo, muy vivo, en la memoria de ciertos lectores.Adem¨¢s de las 11 cartas, he recibido un par de libros. El primero es la edici¨®n original de Tanguy, publicada por Ren¨¦ Julliard en Par¨ªs en 1957, con la dedicatoria que le puso su autor -"? tous mes camarades morts et vivants"- y que ha desaparecido de la edici¨®n de Ikusager. El libro me lo manda Carmen Alcalde con unas cari?osas frases. Se lo agradezco infinitamente porque ¨¦se es el Tanguy que yo le¨ª en 1957 y que, como tantos otros libros, desapareci¨® un mal d¨ªa de la biblioteca de mi padre. Y lo agradezco doblemente por tratarse de un regalo de Carmen, una gran profesional, una persona con una gran sensibilidad y, sobre todo, una persona honesta, decente. Con admiradoras, con lectoras como Carmen, Tanguy tiene todav¨ªa asegurados unos cuantos a?os de vida.
El segundo libro me lo manda la Editorial L¨ªmits, de Andorra la Vella. Es una edici¨®n de Tanguy en catal¨¢n, con traducci¨®n de Ramon Llad¨®, publicada en 1994, con un pr¨®logo de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, y en la que s¨ª se incluye la dedicatoria original del autor: "A tots els meus companys morts i vius". De ese libro me ha llamado la atenci¨®n el pr¨®logo de Manolo, porque no es un pr¨®logo de circunstancias. "Si em preguntaven per obres liter¨¤ries que donen testimoni suficient de la posguerra espanyola", escribe Manolo, "elegiria gaireb¨¦ autom¨¤ticament tota la narrativa de Juan Mars¨¦, malgrat que es nodreixi de la mat¨¨ria d'una zona de Barcelona real i imaginada a la vegada, i una novel.la que passa per ser d'un escriptor franc¨¨s, el qual considero objectivament mest¨ªs. Em refereixo a Michel del Castillo". La novela a la que se refiere Manolo es, obviamente, Tanguy. La novela del ni?o Tanguy, hijo de padre franc¨¦s y madre espa?ola que, nos cuenta Manolo, "visqu¨¦ de petit l'experi¨¨ncia de la Guerra Civil, la retirada republicana, l'aband¨® de la seva mare, aclaparada per una responsabilitat excessiva, en una Fran?a a punt de rendir-se als alemanys, la repatriaci¨® del nen a Espanya, el seu internament en el truculent Asilo Dur¨¢n de la Barcelona de la postguerra, la seva fugida adolescent de l'asil i un viatge atzar¨®s a Fran?a, on retrob¨¤ un pare franc¨¨s que l'assum¨ª i una mare que l'havia abandonat i per la qual sentir¨¤ sempre m¨¦s una barreja de curiositat i dist¨¤ncia". Y Manolo todav¨ªa se deja algunas desgracias del ni?o, del adolescente Tanguy en el tintero. Conf¨ªo en que las frases de mi amigo Manolo, que se confiesa lector de toda la obra de Michel del Castillo (como es mi caso), sirvan para descubrir, ni que sea a una d¨¦cima parte de sus innumerables lectores, esa maravilla de novela que es Tanguy, ya sea en la edici¨®n castellana, catalana o en la original francesa (Gallimard, Folio 2872).
De las 11 cartas que he recibido hay una de un m¨¦dico barcelon¨¦s, en la que me dice que, siendo un adolescente de 16 a?os, fue ingresado, "por rebelde", por su propia familia en el Asilo Dur¨¢n, m¨¢s o menos por la misma ¨¦poca en que estuvo ingresado el hu¨¦rfano Tanguy. Y me dice que los horrores que cuenta Michel del Castillo en su novela sobre aquel "reformatorio" son ver¨ªdicos "y a¨²n podr¨ªa contarle algunos m¨¢s", a?ade.
En la novela de Michel del Castillo no se menciona el Asilo Dur¨¢n. En la novela se habla del "Asilo Dumos. Centro Reformatorio". Tambi¨¦n se dice, en una nota a pie de p¨¢gina, que "no se trata del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas". ?Por qu¨¦ en la edici¨®n catalana de 1994 y en la castellana de 1999 se sigue ocultando el nombre real del asilo en el que fue ingresado Tanguy / Michel del Castillo? ?Por qu¨¦ esa nota diciendo que no se trata del colegio La Salle cuando, leyendo el texto, est¨¢ claro que no se trata del colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas? ?Alguien podr¨ªa explic¨¢rmelo? Y otro ruego: ?Podr¨ªa alg¨²n lector facilitarme informaci¨®n escrita, publicada, sobre el Asilo Dur¨¢n?
Me llev¨¦ la edici¨®n original que me hab¨ªa regalado Carmen a Taormina. La le¨ª en la terraza del Wunderbar, frente al Etna. Y cuando regres¨¦ a Barcelona me encontr¨¦ en el correo con el n¨²mero de abril de la revista Cot¨¦ Sud en el que viene un espl¨¦ndido art¨ªculo sobre Michel del Castillo y en el que leo: "J'ai un souvenir tr¨¨s curieux et tr¨¨s net", dice Michel, "j'¨¦tais mont¨¦ au sommet de l'Etna en Sicile ¨¤ quatre heures du matin et le jour se levant du haut de trois mille et quelques m¨¨tres de l'Etna sur l'ille, j'ai vraiment eu pour la premi¨¨re fois de ma vie le sentiment d'assister ¨¤ la naissance du monde... je comprenais Hom¨¨re". De ese art¨ªculo he sacado la foto del ni?o Tanguy, fechada en mayo del a?o 1938 en Madrid. Tanguy tiene cinco a?os y se la dedica "¨¤ son pap¨¢ cheri". El drama estaba a punto de comenzar.
P. S. El periodista Eugeni Madue?o acaba de publicar (Ediciones PAU, Barcelona, 2000) Emili en la ciudad de la gente, "un libro elaborado por el autor a partir de una selecci¨®n de las cr¨®nicas urbanas que publica peri¨®dicamente en La Vanguardia con el ep¨ªgrafe La Ronda". Se lo recomiendo. La Ronda es una muestra del mejor periodismo, del mejor reporterismo que se hace en la Gran Encisera. Fui, el pasado jueves, a la presentaci¨®n del libro de Madue?o en el CCCB. Estaban casi todos los personajes, los protagonistas de sus cr¨®nicas. ?Cu¨¢ntos amigos tiene Madue?o! Tan s¨®lo una nota discordante: el alcalde Clos echando mano del libro de Madue?o para soltarnos un minimitin sobre el famoso 2004. ?No hay nadie que asesore al alcalde Clos, que le haga tener la boca cerrada?
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