Conflicto ling¨¹¨ªstico
Ha vuelto a ocurrir. Un conflicto ling¨¹¨ªstico, que me atrever¨ªa a calificar de menor, est¨¢ generando una gran controversia a escala estatal. ?Qu¨¦ ha sucedido? La profesora Josefina Albert, de la Universidad Rovira i Virgili, suministr¨® dos copias del examen de selectividad de 1998 en castellano a dos alumnos que, supongo, ten¨ªan dificultades para comprender las preguntas en catal¨¢n. ?Es criticable la acci¨®n de la profesora Albert? La normativa vigente en la Universidad Rovira i Virgili indica que las dudas que los estudiantes pudieran tener sobre los enunciados en catal¨¢n de las preguntas deben ser aclaradas en primer lugar de manera oral. La profesora Albert no lo hizo y les suministr¨® directamente una copia del examen en castellano. Es posible que desde un punto de vista estricto la actitud de la profesora Albert sea criticable al no seguir la normativa vigente. Pero no creo que su actitud justifique que fuese apartada por el rector, Llu¨ªs Arola, de las pruebas de selectividad del a?o 1999. Para m¨ª, la decisi¨®n del rector tampoco puede justificarse por la consulta que realiz¨® la docente al Defensor del Pueblo. Aunque es cierto que la realizaci¨®n de esta consulta con anterioridad a cualquier reacci¨®n del rectorado siembra serias dudas sobre las motivaciones subyacentes en la actuaci¨®n de la profesora Albert. Estoy seguro que una actitud m¨¢s prudente por ambas partes hubiese evitado la utilizaci¨®n interesada de este conflicto para atacar la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que se viene desarrollando en Catalu?a desde hace casi dos d¨¦cadas. La cual, a pesar de tener algunos aspectos criticables, ha permitido caminar sosegadamente en la senda de la normalizaci¨®n del uso del catal¨¢n. Y no debemos olvidar que el catal¨¢n es la lengua propia de Catalu?a y una de sus dos lenguas oficiales.- . . Quien no pertenece a ninguna de las dos comunidades ling¨¹¨ªsticas implicadas en la pol¨¦mica provocada en la URV no puede sentir m¨¢s que perplejidad delante de un caso que no tendr¨ªa que haber llegado nunca a los tribunales. A pesar de la cooficialidad del catal¨¢n y del castellano, los que m¨¢s alzan la voz en estos d¨ªas son los partidarios del fat¨ªdico biling¨¹ismo unilateral. Aunque pretendan defender los derechos ling¨¹¨ªsticos de los castellanohablantes, en realidad lo que buscan es la divisi¨®n y el conflicto con el ¨²nico objetivo de frenar el m¨¢s m¨ªnimo intento de hacer realidad la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica en Catalu?a. En la URV nadie cuestiona que tanto alumnos como profesores tienen el derecho de expresarse en castellano. Lo que s¨ª parecen cuestionar algunos es el car¨¢cter cooficial del catal¨¢n. ?C¨®mo se entiende, si no, que una profesora titular perturb¨® el buen funcionamiento de las PAAU, vulnerando de manera arbitraria e irresponsable la normativa ling¨¹¨ªstica que regula dichas pruebas? ?C¨®mo se explica que el juez instructor, de acuerdo con el fiscal del caso, decidi¨® procesar al rector y al coordinador de las PAAU? ?C¨®mo se justifica la suspensi¨®n cautelar de un reglamento aprobado con mayor¨ªa en el claustro, que conced¨ªa a los catedr¨¢ticos y profesores titulares un razonable periodo de dos a?os para adquirir un determinado conocimiento de la segunda de las lenguas oficiales? Todo ello tan s¨®lo es posible desde una posici¨®n que rechaza el uso normal del catal¨¢n en los centros universitarios y que hace o¨ªdos sordos a la leg¨ªtima exigencia de respeto por las leyes que regulan la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica en el ¨¢mbito universitario. Si el Estatuto establece que el catal¨¢n y el castellano son cooficiales en Ca-
talu?a, ?por qu¨¦ todav¨ªa hay personas que exigen el conocimiento de ambas lenguas ¨²nicamente a una parte de la poblaci¨®n?- . Lenke Kov¨¢cs Ribbink Licenciada en Filolog¨ªa por la URV. Reus.
A prop¨®sito del esc¨¢ndalo de la Rovira i Virgili, no logro salir de mi asombro. ?Pero c¨®mo? ?Es que no se reparten los ex¨¢menes en las dos lenguas oficiales de la comunidad? ?Es que los alumnos tienen que pedir expresamente la versi¨®n en castellano del ejercicio? ?Acaso es que, incluso si la piden, se les niega? ?Eso ocurre normalmente?Lo peor del caso es que eso no es todo. Cuando un profesor, haciendo uso del m¨¢s elemental sentido com¨²n y cumpliendo su deber profesional y moral, atiende a un alumno que solicita su examen en castellano, ?es posible que sea objeto de represalia por parte de las autoridades acad¨¦micas? ?Eso ocurre en nuestra Universidad? ?C¨®mo podemos consentirlo sin elevar nuestra m¨¢s airada protesta? ?En nombre de qu¨¦ sagrados principios pueden violentarse hasta ese extremo la racionalidad y la dignidad?
Y a¨²n hay m¨¢s. Nuestras autoridades pol¨ªticas en su conjunto, en lugar de llevarse las manos a la cabeza y ponerse de inmediato a corregir estas manifiestas arbitrariedades, deciden apoyar ciegamente, sin argumentos, sin an¨¢lisis, al rector de la universidad. Lo que debieran haber hecho es redactar un manifiesto solicitando humildemente perd¨®n a los estudiantes a quienes se negaba el derecho a recibir el examen en la lengua que quisieran y a la profesora que se lo proporcion¨®, en la medida en que, como cuerpo pol¨ªtico, pudieran ser corresponsables de tama?a indignidad (que lo es, y mucho).- Jos¨¦ Antonio Meng¨ªbar Aguilera. Torrelles de Llobregat.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.