Vent de ponent

Era un moj¨®n destacado en la rueda del tiempo. Sant Marc, protector de llauradors de La Vall de Gallinera, de los March y su se?or¨ªo de Beniarj¨®, de Sinarcas y de Venecia, era un santo de primera especial, como indicaba su majestuoso le¨®n acompa?ante; primo de Bernab¨¦, vicario de Pablo y de Pedro, ap¨®crifo autor del segundo evangelio can¨®nico. Era un hito del calendario agr¨ªcola; con los sembrados en flor, procurador de las cosechas contra la sequ¨ªa -Sant Marc, patr¨® dels ruixats-, la lluvia excesiva, plagas, langostas -fueron enormes como un burro, que volaba, y las redujo al tama?o actual- y otros flagelos: Glori¨°s sant Marc, guardeu aquest blat, fins l'hora d'¨¦sser segat. Era una gran fiesta con tres procesiones, letan¨ªas, para preservar hierbas, cereales y frutas y vi?as; se bendec¨ªan panellets, curativos, medicinales y favorecedores de partos y rotllos -los sobrantes de la romer¨ªa infantil de ayer se reparten hoy en la Dobl¨¤ de l'Alcora- comidos contra todo mal. Per sant Marc a berenar al camp. Era tan grande que fue fausto; auguraba futuros: Si per sant Marc plou, quaranta dies plou; si fa vent, quarante dies m¨¦s; y dotaba a las doncellas de novio con s¨®lo meter el dedo en el forat del pany de la reja de la capilla del santo de la Seo; ser¨ªa m¨¢s gentil y potente cuanto m¨¢s rato apretaran hacia adentro el anhelante ap¨¦ndice.Pero el jorn de la malvestat el poniente -De ponent, ni vent ni gent- agost¨® trigales, separ¨® amantes, destruy¨® dioses y santuarios, cubri¨® con el velo de la negra sarga del exilio, c¨¢rcel, ocupaci¨®n y muerte nuestra tierra y nos dio por patria un sepulcro. Casi todo es perd¨¦ en Almansa y a¨²n duran los efectos. Desde 1707, la fiesta de sant Marc se visti¨® de luto, a?oranza de libertad, resistencia y recuerdo de que quan el mal ve d'Almansa, a tots alcan?a.