El bal¨®n de los 100 puntos

En el Olimpo del deporte norteamericano, Michael Jordan es Zeus. Pero hubo un antes de Michael Jordan en la NBA y esa era fue la de Wilt Chamberleain, el ¨²nico jugador que ha marcado 100 puntos en un partido, el gigante de 2,16 que oblig¨® a cambiar reglas en el baloncesto, el jugador que convirti¨® a la NBA en lo que es hoy, el creador del mate... Chamberlain muri¨® el pasado mes de octubre, a los 63 a?os, y como todos los grandes vuelve a la actualidad porque hoy se subasta el bal¨®n con el que consigui¨® aquellos insuperables 100 puntos en 1962. En Estados Unidos, el fetichismo deportivo est¨¢ en el b¨¦isbol y a¨²n as¨ª hay quien aventura que por el bal¨®n de Chamberlain se podr¨ªan llegara a pagar m¨¢s de 17 millones de pesetas.El destino de aquel bal¨®n ha sido uno de las grandes frustraciones para los aficionados al deporte, vivida por algunos como un drama. "Es una tragedia que haya estado oculto todo estos a?os", dice a la agencia Associated Press Chuck Forester, que regenta en Los Angeles una compa?¨ªa dedicada a la venta de objetos deportivos para coleccionistas. "Es uno de los pocos objetos realmente hist¨®ricos. Est¨¢ el bate de Babe , la bola con la que Mark McGwire hizo su carrera n¨²mero 70 y yo dir¨ªa que el bal¨®n de Wilt. Marc¨® un r¨¦cord que nunca ser¨¢ superado. Y Wilt fue el introductor de un estilo de baloncesto que iba a convertirse en la norma, no en la excepci¨®n".

A juicio de los aficionados m¨¢s fan¨¢ticos, el bal¨®n de los 100 puntos deber¨ªa estar en un altar, un ¨ªdolo m¨¢s en el pa¨ªs del mill¨®n de sectas. La hist¨®rica pelota ha pasado casi cuatro d¨¦cadas metida en una bolsa en el fondo de un armario en casa Kerry Ryman, quien con 14 a?os se hizo con ella al concluir aquel gargantuesco Philadelphia Warriors contra New York Knicks, ganado por los Warriors de Charmberlain por 169-147, un marcador nunca visto.

Ryman cogi¨® el bal¨®n y sali¨® corriendo infructuosamente perseguido por un guarda del peque?o pabell¨®n de Hershey, donde los Warriors jugaban ocasionalmente para crear afici¨®n. A Chamberlain no le import¨® perder la heramienta. "Que se lo quede el chaval", dijo. El bal¨®n fue usado a partir de entonces en juegos de vecindario.

Hoy lo saca a subasta Leland's, una de las principales casas de subastas de material deportivo del mundo, que el a?o pasado puso en la calle objetos por valor de 25 millones de d¨®lares. El bal¨®n sale en 25.000 d¨®lares, pero si hay inter¨¦s por ¨¦l podr¨ªa llegar a los 100.000. Un r¨¦cord y una nueva veta para el baloncesto que abrir¨ªa Chamberlain, cuya historia est¨¢ plagada de hitos, como corresponde a un deportista de singulares cualidades atl¨¦ticas, capaz de brillar en toda clase de actividades f¨ªsicas, s¨®lo frustrado por no haber sido adorado por el p¨²blico y por su magra lista de campeonatos, apenas dos en una carrera que fue de 1959 a 1973.

El partido de los 100 puntos se disput¨® el 2 de marzo de 1962, en un d¨ªa en que Chamberlain estuvo singularmente iluminado, hasta el extremo de meter 28 tiros libres de 32 intentos, ¨¦l que ten¨ªa por tal¨®n de aquiles esa especialidad y fallaba tantos como met¨ªa desde la raya. La situaci¨®n en la pista era tal que en el ¨²ltimo cuarto las gradas gritaban sin parar "?P¨¢sasela a Wilt!, ?P¨¢sasela a Wilt!". Cuando a 46 segundos del final Chamberlain marc¨® su ¨²ltima canasta, los aficionados invadieron la pista para tocar y abrazar el genio. "Ha sido el mejor partido de mi vida", dijo entonces Chamberlain, que tres meses antes hab¨ªa establecido otra marca en 78 puntos.

Wilt fue un hombre de marcas y durante mucho tiempo fue el prototipo de jugador de baloncesto. Tuvo que llegar Magic Johnson para que cambiara el panorama en Los Angeles, donde Wilt jug¨® sus ¨²ltimos a?os, y aun Michael Jordan para que Chamberlain quedara en la mente de los aficionados como el jugador que un d¨ªa hizo lo que nadie volver¨¢ a hacer: marcar 100 puntos con un bal¨®n que ahora quedar¨¢ en una urna.