La moda de la queja posicional
Un tercio de los jugadores del Madrid ha renegado esta temporada de su demarcaci¨®n
El inesperado calent¨®n de Savio, que abandon¨® Montju?c el mi¨¦rcoles realizando unas explosivas declaraciones a prop¨®sito del puesto que ocupa en el equipo, e incluso emitiendo una velada amenaza sobre su marcha a partir del 30 de junio, no es algo nuevo en el Madrid. En la actual temporada, el club ha visto c¨®mo varios de sus jugadores se han quejado, de manera p¨²blica o privada, de su ubicaci¨®n o la de alguno de sus compa?eros en el terreno de juego.Anelka, Guti, Savio, Karembeu, Redondo, Helguera, Seedorf cuando estaba... Todos ellos, antes o despu¨¦s, han dejado caer su desacuerdo con alg¨²n aspecto, propio o ajeno, de su colocaci¨®n. Geremi no se ha quejado, pero sus compa?eros s¨ª lo han hecho sobre el puesto del camerun¨¦s. Con Toshack o con Del Bosque, nunca ha llovido a gusto de todos en el Madrid. M¨¢s all¨¢ de la propensi¨®n de los futbolistas a las excusas, cuando la queja es tan general tal vez haya que buscar un problema en el equipo: la plantilla est¨¢ descompensada, con falta de futbolistas para algunos puestos y exceso en otros.
Del Bosque no reconoce el desequilibrio de la plantilla, tampoco lo desmiente. "No entro en esos debates", se?al¨® el t¨¦cnico cuando este peri¨®dico le pregunt¨® al respecto. El caso es que Savio aire¨® el mi¨¦rcoles que quiere jugar de delantero, pero que no puede porque, como centrocampista de banda, tambi¨¦n tiene que preocuparse de defender. "Repito: no entro en ese debate", insiste Del Bosque.
Sin entrar en el fondo de las quejas, el t¨¦cnico relativiz¨® su importancia disciplinaria. "No creo que tengan importancia. He hablado con Savio, pero en ning¨²n momento hemos tratado ese tema. Pienso que hay que ser siempre respetuosos, pero por mi parte no queda animosidad alguna ni hacia ¨¦l ni hacia nadie". Savio no es el primer madridista que muestra su disgusto p¨²blicamente. Lo que parec¨ªa patrimonio de Seedorf, los continuos lamentos por ocupar una determinada posici¨®n, ha creado escuela entre algunos miembros de la plantilla. Seedorf nunca ocult¨® una especie de alergia a jugar en la banda derecha. Hoy, pero en el Inter, ha conseguido su prop¨®sito: actuar de mediapunta, el puesto preferido de un buen n¨²mero de futbolistas. Anelka fue el siguiente que emiti¨® su disgusto, siempre en la prensa francesa, y siempre de un modo muy particular: "No creo que el Madrid se haya gastado tanto dinero para hacerme jugar por la derecha", dijo a principio de temporada. M¨¢s adelante, el franc¨¦s engord¨® su lista de lamentos con todo tipo de historias.
M¨¢s sorprendente result¨® Guti, que con la lesi¨®n de Savio, y cuando todav¨ªa Balic no se hab¨ªa recuperado, ocup¨® en varios partidos la banda izquierda. "No es el lugar donde puedo rendir mejor", declar¨®. Redondo, sin airear en p¨²blico sus preferencias como una queja, s¨ª reconoce que prefiere actuar como ¨²nico medio centro, sin compa?¨ªa alguna. Pero Del Bosque ha empleado con asiduidad la f¨®rmula del doble pivote. A este respecto, buena parte de la plantilla no ocult¨® su opini¨®n sobre el hecho de que Toshack intentara hacer jugar a Geremi junto a Redondo en la zona de creaci¨®n del juego, algo que fue calificado por alguno como un "disparate". El mi¨¦rcoles, ante el Espanyol, el t¨¦cnico volvi¨® a utilizar durante muchos minutos el doble pivote en el centro del campo, con Helguera junto a Redondo. "Ten¨ªa mis motivos para que Helguera jugara ah¨ª, pero me permitir¨¢ usted que no los haga p¨²blicos", dijo el t¨¦cnico. Helguera ha actuado en varias demarcaciones desde su llegada. La que m¨¢s le disgust¨®, y lo dijo, fue la de volante derecho -ah¨ª le ubic¨® Del Bosque al principio-. Karembeu, sin hacer demasiado ruido, tambi¨¦n confes¨® p¨²blicamente que su posici¨®n natural no era la de defensa central, y que por eso fall¨® tanto cuando Del Bosque le coloc¨® ah¨ª.
Anelka, Guti, Savio, Seedorf... El club de las quejas. Del Bosque se muestra comprensivo, defiende a su plantilla, y huye de hablar sobre posibles desequilibrios. "Ni me quejo ni juzgo", repite el t¨¦cnico. "Los jugadores tienen reacciones humanas. No les gusta jugar ah¨ª, no les gusta hacer lo otro... ?A m¨ª tampoco me gustar¨ªa entrenar al Orcasitas!". Preguntado sobre el hecho de que Ra¨²l actuara una temporada completa, la de Capello, pegado a la banda izquierda y sin rechistar, Del Bosque contest¨®: "No es mal ejemplo ese que me pone de Ra¨²l".
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